VOCES SUBTERRÁNEAS, FICCIÓN DE GÉNERO
Texto de la presentación realizada por la periodista Rossana Montalbán en el lanzamiento del VOCES SUBTERRÁNEAS. NUEVAS VOCES DEL RELATO PUNK & UNDER, publicado por Santiago Ander Editorial, el pasado 19 de diciembre en librería Kalimera.
Nos encontramos aquí, un día después de que la Cámara de Diputados rechazara la paridad de género y la opción de cupos para los pueblos originarios en el acuerdo por una nueva constitución que comenzará a elaborarse próximamente. Un rechazo que contó con 80 votos a favor, 62 en contra, y 7 abstenciones. Con esta votación, la ultraderecha chilena nos ha enviado, a todas, un claro mensaje: “SEGUIRÁ ESTA HISTORIA, SEGUIRÁ ESTE ORDEN, PORQUE DIOS ASÍ LO QUISO, PORQUE DIOS TAMBIÉN ES HOMBRE”. Sin embargo, en dos meses de movilización incesante tenemos la profunda convicción de que sin nosotras no hay DEMOCRACIA como tal, y sin nosotras tampoco habrá una nueva constitución que garantice una sociedad más justa para todes.
Hoy 19 de diciembre también se conmemora el día contra el femicidio, es por eso que esta tarde quiero centrarme únicamente en las tres voces femeninas que componen esta antología. Tres voces venidas del quehacer musical, el activismo, y la literatura. Tres voces cuyos registros divergentes, entonan distintas partes de una misma gran melodía, de una vieja canción conocida por todas nosotras: la violencia de género.
Naty Lane de Chile, Valentina Artaud, de Uruguay, y Jaqui Casais de Argentina, a través de distintos estilos de escritura, y utilizando distintos recursos literarios, retratan la violencia de género ejercida en sus distintos niveles, desde lo micro a la macro. Desde la intimidad al espacio público. Estas tres narradoras visibilizan escenarios y situaciones de profunda violencia tanto física como simbólica en contra de la mujer.
En VOCES SUBTERRÁNEAS será posible leer a tres mujeres sudamericanas instaladas en espacios y quehaceres que históricamente han sido atribuidos a los hombres como lo son la escritura y la música. Dos Espacios donde la mujer fue desde un comienzo promovida como musa o groupie, pero no como mente pensante creativa, y ejecutante. Dos espacios atravesados por las lógicas de una sociedad patriarcal, cuyas prácticas recurrentes son validadas y ejercidas no solo por hombres sino también, aunque cueste admitirlo, por mujeres sobre mujeres. Es así como a través de los relatos de estas tres autoras ubicadas en diferentes lugares geográficos y con diferentes discursos, no necesariamente feministas pero sí enmarcados en la problemática de género como el móvil para su escritura, nos mantendrán despiertos, sin permitirnos olvidar que en pleno siglo XXI, la presencia de mujeres en estos espacios sigue manteniendo intacta su naturaleza de lucha permanente.
EL HURACÁN MELANIE
En un tono intimista NATY LANE recrea escenas de la cotidianidad. La bajista de Adelaida, nos relata la historia de Melanie, una joven sonidista, cuya vida caótica e inestable, tiene como eje central una relación de pareja precaria y abusiva, sostenida por la necesidad económica de su novio y por la necesidad de ella de tener a alguien.
Aparentemente, un relato de desamor juvenil. Sin embargo, el cuadro que, de forma ágil, entrega la autora, no solo nos permite revivir una típica escena de desencuentro y traición, sino que también reconocer prácticas de abuso y violencia normalizadas por abusadores y abusados en el contexto de relaciones sociales tóxicas. Probablemente, muchas hemos tenido una amiga como Melanie, o hemos sido una Melanie en alguna etapa de nuestras vidas. Naty dibuja la normalidad de la disfuncionalidad y del tormento emocional de manera exquisita y sencilla haciéndonos creer por un momento que esto es solo una anécdota más en la agitada vida de una chica con mala suerte en el amor.
VALENTINA ARTAUD, LA FÁBRICA.
A través de una prosa poética voraz y cruda, Valentina recrea emociones y sensaciones, imágenes, visualidad a través de las palabras, describiendo lugares y acciones de violencia y sexo. Sexo y Violencia. Y también de violencia sexual.
Dueña de un discurso enmarcado en el feminismo y el posporno, su narrativa juega con lo explícito y lo implícito para retratar nuestro lado más sórdido, más cobarde y más abusivo.
Todo transcurre en LA FÁBRICA, el inhóspito escenario industrial es como en Manchester un lugar para la música, para la fiesta, para los raros, para los inadaptados. Es ahí donde Valentina se hace cargo del relato de violencia y abuso contenido en espacios como el underground o en el masculino rock and roll. Lugares en que la violencia, el sexismo, la misoginia han estado presentes como material de entretención de una prolongada cultura machista.
Artaud nos quiere enfrentar con eso que a muchos nos cuesta aceptar y mirar de frente, el contexto de los abusos, donde los escenarios y espacios descritos aquí no son la excepción y todo lugar puede ser un espacio para lo no consentido.
JACQUI CASAIS – MARTIRIO HAMMER
La activista, música y poeta feminista argentina entrega uno de los relatos más extensos de la antología. Una distopía patriarcal rebosante de totalitarismo y misoginia, un relato que sigue de alguna forma la tradición de autoras como Margaret Atwood.
Un relato cyber punk feminista, utilizando una voz masculina o neo masculina, que relata su enajenada cotidianidad como habitante de un país que ha sido militarizado, un país en que el internet ha sido prohibido por una ley de ciberseguridad, restringiendo el acceso a todo tipo de información previa al año 2020, año en el que transcurre el relato de este joven llamado Matías.
Casais construye una realidad de supremacía masculina, basada exclusivamente en el exterminio social, civil, cultural y sexual de la mujer. En el 2020 de la autora, las mujeres no poseen documentos, no tienen acceso a la educación, y a partir de los 17 años están obligadas por ley a parir hijos cuyos progenitores deben ser los miembros de su familia en edad reproductiva, es decir sus hermanos.
Desde luego, no estoy aquí para contarles el relato, sino para abrir su curiosidad y apetito lector. Pues el ejercicio literario de la activista, música y poeta, se desplaza de la narrativa nutrida por el imaginario del rock and roll y de la problemática de género para entrar derechamente en una ficción feminista, de hiperfeísmo, imaginando un 2020 donde el patriarcado se ha perfeccionado en la opresión del otro, y donde la mujer como objeto de opresión ha sido superado, la mujer ya no existe como ser social, individuo, ni siquiera como “ciudadana de segunda clase sin privilegios y sin honor”. La autora se aventura con la peor versión de nuestra realidad actual, una versión que siempre es posible si nuestra peor pesadilla social y humana se materializara. Pero no solo eso, Jacqui aporta en el sub relato una reflexión existencialista sobre el futuro de la sociedad patriarcal donde el control a través de la violencia y del no acceso a la información y a la tecnología resultarán decisivos para el destino de las próximas generaciones y su sobrevivencia. Una reflexión más que apropiada cuando se sigue en alerta por la implementación del tratado TPP 11
Tres relatos de pluma ágil que contienen un relato principal y uno secundario. Ficciones sobre una realidad que acecha constantemente. Un relato más denso que el otro. Uno más militante que el otro. Uno más visceral y visual que el otro. Uno más cotidiano que el otro.
NO ES SOLO ROCK AND ROLL, aquí, los recursos literarios, estéticos y los discursos de cada una de estas autoras proponen una nueva ficción de género. No es casual que en este milenio surjan voces como las de estas escritoras visibilizando prácticas presentes en todos los ámbitos de nuestras vidas. Esto ya no es un atrevimiento, es casi una obligación, pero al mismo tiempo sigue siéndolo en tanto se siga normalizando, perfeccionando y garantizando la violencia de género.
Sobre la autora: Rossana Montalbán es periodista especializada en música e industria editorial, fundadora de Crónica Sonora.