BLUES PILLS : NUEVA VIDA PARA EL BLUES ROCK

BLUES PILLS : NUEVA VIDA PARA EL BLUES ROCK

Blues Pills la banda de Elin Larsson, suma una nueva pieza discográfica este 2024 bajo el título Birthday. Su álbum número cuatro abre todo un nuevo ciclo en el sonido de la banda anglo-sueca cargando las tintas hacia al garage rock setentero como también abre todo un nuevo ciclo de vida para su frontwoman y líder fundadora recientemente convertida en madre, cuestión principal que la intrépida cantante no pretende minimizar ni mucho menos omitir en su recorrido por la senda del rock and roll.

Por Rossana Montalbán


En un acto absolutamente intensionado el 8 de marzo de este año Blues Pills estrenó el track de adelanto de su nuevo disco titulado Birthday, cuarto álbum concebido en medio del embarazo de su frontwoman y líder fundadora Elin Larsson, entrelazando con ello dos procesos creativos, la vida y la música.

Herederos y continuadores naturales del hard rock revival sueco, y sin demora, una de las bandas que ha aportado al renacimiento del blues rock de nueva generación, la banda formada en 2011 entre Larsson y los ex miembros de Radio Moscow Zack Anderson y Cory Berry, ha sabido mantener viva la llama del sonido de los setenta y la intensidad del soul rock más esencial traída al presente a través de su cantante líder quien destacó desde sus primeros días en la banda por un soñado registro vocal grave, carrasposo, encumbrado hacia el cielo del rock and roll y la música de raíz negra, logrando esa deseada mixtura del hard rock más fundamental.

La mayor visibilidad alcanzada con su tercer y bien recibido larga duración Holy Moly de 2020, publicado en plena pandemia, terminó por situarla a Larsson y su banda como una referencia actual en el cada vez más segmentado rock and roll de viejo cuño que parece mantenerse firme e imperecedero con permanente sangre nueva y, por el momento,  resguardado de ser explotado por el clamor de la industria, hoy concentrada en exprimir otros estilos y tendencias de carácter más bien pasajero.

Publicado con el legendario sello Nuclear Blast, Holy Moly consolidó el sonido de la banda en una muy condensada y precisa revisión de sus propias influencias hechas suyas, fortificando la batería de canciones hard rock cuyo gran distintivo fueron, nuevamente, la voz y formas vocales de Larsson, quien es capaz de inyectar apasionado soul y rock de carretera en una misma línea, en una encuentro entre Janis Joplin y Bon Scott. Entre Etta James y Mark Farner. Hard rock de principio a fin, donde resaltan los matices del southern, la macumba retro ocultista en Rythm and Blood, o la neopsicodelia modernosa en su cuasi himno de autoproclamación de género en Proud Woman, uno de los singles del disco.

De alguna forma Proud Woman, el single más marketero del disco, sentó cierto precedente y puso al día al nuevo-viejo hard rock con la liberación de la mujer y las instaladas cuestiones de género e inquietudes feministas del presente siglo. Postura también adoptada por otras reinas de la corriente como Johanna Sadonis de Lucifer. Ese precedente consistió en colocar a la siempre llamativa y atrayente figura de la frontwoman concebida bajo los arquetipos del hard rock en un rol de acción y poder más allá de la puesta en escena misma, no solo dándole presencia sino también una voz propia. Es decir, saliendo del cuadro para ser más que otro objeto con fines publicitarios y comerciales dentro del esquema, como bien lo remarcó alguna vez Kim Gordon en su autobiografía, al relatar la falsa y conveniente exaltación por parte de las grandes corporaciones para con las figuras femeninas, donde la presencia de una mujer, «la chica del grupo», ha sido utilizada para una sola cosa; llamar la atención de la mirada masculina.

Pues bien, si Holy Moly además de exudar nueva vida para el blues rock también supuso una nueva voz para el rol de la mujer en él, la nueva entrega discográfica de la banda anglo-sueca viene a continuar esa suerte de emblema del cual no se abusa como algo principal, sino más bien como algo que simplemente pretende estar a la vista y con eso, decirlo todo. De esa forma, en este 2024 la banda de Elin Larsson regresa con Birthday, su cuarto larga duración, disco compuesto y trabajado al mismo tiempo que la cantante y letrista se embarazaba, convirtiéndolo en un doble proceso creativo, gestando vida y gestando música. «¿Qué otra cosa puede ser más rock and roll que eso? crear vida humana y crear música», se dijo a si misma la artista, relató recientemente. Con la inquietud y la exijencia de ambos roles, el de mujer gestante y el de mujer música, nació todo un nuevo set de composiciones, riffs y grandes altos llenos de alma, varios de ellas inspiradas en su paso por Latinoamérica en 2022, momento que trajo a la banda a presentarse en Santiago, entre otros países. Uno de los temas inspirados en las aventuras latinoamericanas es el que promociona la llegada de este nuevo álbum, el homónimo Birthday, retratando la íncomoda anécdota vivida con el mesero pasado de rosca del bar donde la cantante celebró su cumpleaños mientras visitaba México en el marco de la gira, un track que se ríe de la situación en tono «what the hell!» con un pulso pegadizo, ágil y funky dejando una bocanda de frescura como primer track. Luego vino Don´t you love it, segundo adelanto siguiendo la misma energía, ágil, pegadiza, de estribillo y coro insistente, luminoso y juvenil, dejando atrás los medios tiempos, las intro, y los solos de guitarra, girando hacia elementos del garage o el funk, en estructuras simples y directas. Dos tracks hermanos.

En este sentido el nuevo disco de Blues Pills parece, a través de estos adelantos, buscar salir de su habitual blues rock y explorar una sintesis del rock de finales de los setenta en clave actual. Sin embargo, es muy pronto para decirlo, ya que se publicará oficialmente en el mes de agosto, y durante el mes de abril se lanzó el primer single en formato vinilo en el marco de Record Store Day. Pero hasta ahora, lo más llamativo de todo, sin obviedades ni lugares comunes, es que Birthday en ningún caso es un disco inspirado por la maternidad, ni donde su música sirva para hablar de ella, pero sí es su telón de fondo, colocándola de manera abierta a través de todo el arte del disco, desde su portada hasta cada una de sus imágenes interiores y afiches de lanzamiento. En cualquier caso, acto rupturista si se trata de imaginario y estética rock, pues hasta ahora ninguna frontwoman, compositora, cantante o ejecutante de rock, en la historia del rock and roll había hecho del periodo gestante una suerte de manifiesto visual, exhibiendo como una escultura majestuosa el cuerpo embarazado y todo lo que eso representa, exaltando un estado coporal, social, cultural y biológico cargado de tan grandes connotaciones. Ahí, un nuevo precedente. Jamás conocimos una Tina Turner, una Grace Slik, o una Anne Wilson en sus momentos gestantes, luciendo sus deslumabrantes atuendos de rockeras estelares acompañadas de un vientre prominente e inflado como el accesorio más asombroso de todos. Larsson se aventura, no solo exaltando, sino también planteando el desafío y el conflicto permanente de la mujer y el deber ser, entre la vida artística profesional, el rol de madre, la crianza, las constantes imposiciones sociales y el cuestionamiento histórico público e íntimo en torno a la elección trascendental del rol de la mujer en la sociedad, ¿sujeto o madre, madre o sujeto? La cantante y compositora lo explicita, lo declara, lo propone y lo comunica en medio del incio promocional del álbum:«Necesito hacer esto por mí y por otras madres, para que no abandonen sus propias pasiones después de ser mamás. Me va a llevar tiempo combinar los dos mundos que amo, pero sólo puedo pensar que le hará bien a mi hijo Loui conocer otras culturas, países y músicas. Creo que es muy importante que pueda hacerlo. Para empoderar a otras mujeres, y para que conozca este nuevo estado con orgullo y disfrute».

Un nuevo ciclo de rock, blues y garage llegará el próximo 4 de agosto cuando Blues Pills publique Birthday, álbum que llega con algo más que buenos riffs y una intrépida cantante al frente dando nueva vida para el blues rock, sino también poniendo sobre la mesa cuestiones principales que la industria musical aún no enfrenta ni acoge del todo.

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cronicasonora2

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