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ALZA TU VOZ: DERRUMBANDO DEFENSAS ESTRENA VIDEOCLIP

ALZA TU VOZ: DERRUMBANDO DEFENSAS ESTRENA VIDEOCLIP

El cuarteto temuquense Derrumbando Defensas continúa mostrando su cuarto álbum Sistema Criminal, y su más reciente novedad la marca el estreno del videoclip para su segundo corte Alza tu voz, un grito contra la violencia patriarcal.

Por Rossana Montalbán


Sistema Criminal es el título del cuarto larga duración de Derrumbando Defensas, un trabajo compuesto por siete tracks de alto calibre donde es posible apreciar mayor elaboración en función de la pesadez y la estridencia. Precisamente, aquí es donde encontramos su segundo corte estrenado reciente en formato videoclip titulado Alza tu voz, un track que se constituye desde su génesis como un grito de denuncia y repudio contra la violencia patriarcal ejercida sobre mujeres y disidencias, problemática histórica y vigente sobre la cual gira gran parte de la lirica de la banda, y que en esta pieza viene a reforzar su impronta feminista y crítica ya plasmada en sus tres discos anteriores En días de egoísmo y gritos de dolor 2010, El Mundo cerró sus ojos 2013, y Confrontar 2017.


«Exigimos respeto y equidad, justicia por las que ya no están» gritan Maritza, Mónica, Coty y Carolina de forma directa y furiosa como el hardcore metal que han acuñado desde 2009, esta vez en su versión más lograda hasta ahora donde destacan solos de guitarra y líneas de bajo de mayor prominencia y definición que terminan por realzar y estilizar una poderosa descarga de hardcore thrash crossover, evidenciando el significativo crecimiento musical de la banda abriendo su cuarta placa.

Alza tu voz es una de las tantas muestras del discurso feminista y contestario de Derrumbando Defensas presente a lo largo de toda su discografía, donde también se asoma con gran fuerza el enfoque antiespecista, puesto de manifiesto en este álbum a través de las estremecedoras 87 disparos e Industria asesina, como también la debacle ambiental retratada en Devastación, mensajes esenciales desde donde se desprende la atmósfera apocalíptica que atraviesa todo el disco como su mismo nombre que no da espacio a especulaciones y que ha quedado perfectamente graficado por la ilustradora colombiana Luisa Agudelo, autora de la portada y todo el arte del disco, recientemente lanzado en una cuidada edición en vinilo y CD trigipack que se puede conseguir directamente en las redes sociales del cuarteto.


Estrenado en su canal de Youtube el pasado 30 de septiembre, la realización del videoclip para Alza tu voz estuvo a cargo de A+Audiovisual recreando escenas de la banda tocando y acompañadas de mujeres manifestándose en las calles junto al relato visual de una protagonista enfrentándose a la violencia de género.

MIRA EL VIDEOCLIP DE ALZA TU VOZ

SISTEMA CRIMINAL : DERRUMBANDO DEFENSAS PRESENTA NUEVO DISCO

SISTEMA CRIMINAL : DERRUMBANDO DEFENSAS PRESENTA NUEVO DISCO

 

 

El cuarteto temuquense acaba de liberar en las plataformas digitales su cuarto disco titulado «Sistema criminal», un nuevo manifiesto de furia y descontento subliminado bajo los códigos sonoros del hardcore metal. El disco será presentado el 9 de abril en Santiago y el 15 del mismo mes en Temuco.

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Corría el año 2019 cuando la revuelta social del 18 de octubre sacudió la vida de todo el territorio, impregnando de demandas sociales y anhelos de justicia el sentir popular y la realidad cotidiana.  Fue por esos días cuando comenzaron a brotar las primeras composiciones que formarían parte de Sistema Criminal, el cuarto disco de Derrumbando Defensas, quienes además se preparaban para celebrar sus diez años de trayectoria. Pero los acontecimientos cambiaron el rumbo de las cosas, suspendiendo fechas y grabaciones. Más tarde, la inesperada crisis sanitaria y la pandemia provocarían un nuevo vuelco en los planes de la banda. Así transcurrieron tres años para que su ansiado nuevo álbum finalmente estuviera listo.

Ya en 2022, el nuevo año se abrió con una reactivación total para el cuarteto, anunciando la salida de su ansiado trabajo y con él fechas en vivo en Temuco y Santiago. Así el pasado primero de abril, Sistema Criminal,  fue estrenado en todas las plataformas digitales y próximamente en formato vinilo.

Adelantado por el single «Latinoamérica», estrenado a finales de 2021 con la colaboración de Carlos Elio de la banda chilena Dezaztre Natural, la voz de July Salazar de la banda feminista peruana Tomar Control, Yesid González de la banda colombiana En contra de todo, Juan Francisco García de la banda Custodia de Ecuador, y el amigo de la banda Clayton Clemente de Brasil, el track advirtió el perfeccionamiento de los principales elementos que han caracterizado su hardcore metal feminista basado en la vieja escuela del género.  Compuesto por siete tracks de alto calibre donde es posible apreciar mayor elaboración en solos de guitarras y líneas de bajo e inserción de sintetizadores acertadamente puestos en función de la pesadez y la estridencia, paralelamente la impronta contestataria, el discurso antiespecista continúan estando presentes como en la estremecedora «87 disparos» o «Industria asesina», la violencia machista en «Alza tu voz», o la debacle ambiental en «Devastación», como los grandes temas y mensajes de su lirica, de la cual se desprende la atmósfera apocalíptica que atraviesa todo el disco como su mismo nombre que no da espacio a especulaciones y que ha quedado perfectamente graficado por la ilustradora colombiana Luisa Agudelo, autora de la portada y todo el arte del disco.

Con Sistema Criminal la banda inicia un auspicioso ciclo de nueva música regresando a la actividad en vivo, esperando pronto salir de gira por el continente donde su sonido es cada vez más valorado. Mientras tanto, el flamante y poderoso nuevo disco será presentado este 9 de abril en Santiago, junto a las bandas Gordom, en la comuna de Maipú. Y el próximo 15 de abril, en una jornada sold out, en su original Temuco junto a la banda Antorcha.

«Latinoamérica» lo nuevo de Derrumbando Defensas

«Latinoamérica» lo nuevo de Derrumbando Defensas

 

Derrumbando Defensas estrena “Latinoamérica”, tema que viene a adelantar su cuarto álbum sucesor de Confrontar de 2017, y que será editado durante 2022. 

Por Rossana Montalbán

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Inspirada en la historia de colonización, revueltas sociales y Golpes de Estado que han tenido lugar en el continente a lo largo de los siglos y su eco en los sucesos que han venido ocurriendo desde 20019 en Chile, Bolivia, Ecuador y Colombia, la banda de hardcore metal temuquense compuso “Latinoamérica”, el primer adelanto de su futuro cuarto disco próximo a editarse el año entrante, y que será el sucesor de su álbum de 2017, Confrontar.

La voz aguerrida de un continente, así suena Latinoamérica según Derrumbando Defensas, y así suena según los rumbos sonoros que se muestran en esta nueva entrega donde las cuatro músicas tocan y cantan acompañadas de colaboradxs de países hermanxs buscando plasmar esa gran voz llena de otras voces.  Para ello, la banda convocó a Carlos Elio de la banda chilena Dezaztre Natural, con quien compartieron escenario para la última visita de D.R.I. También, se hace presente la voz de July Salazar de la banda feminista peruana Tomar Control. Yesid González de la banda colombiana En contra de todo. Juan Francisco García de la banda Custodia de Ecuador, y el amigo de la banda Clayton Clemente de Brasil, quienes unieron sus voces y experiencias para formar parte del explosivo track. En esto ahonda Mónica Torres, guitarrista de la banda “La canción está inspirada en el contexto de agitación presente en el continente en los últimos años sobre todo en sudamérica y en países vecinos como Perú, Bolivia, Brasil, Ecuador, y Colombia más recientemente, y que recuerda a lo que pasó aquí en Chile con el estallido social y todo el descontento contra un modelo económico que no favorece a los pueblos originarios, ni a las personas, y que arrasa con la naturaleza. Entonces esos descontentos que se repetían en distintos puntos geográficos hicieron que surgiera la canción y que quedara en la letra de canción, por eso recurrimos a distintas personas cercanas, física o virtualmente, pertenecientes a otras bandas tanto de Chile como de otros países con las cuales hemos formado amistad y apoyo mutuo. Por ejemplo, invitamos a Carlos de Dezaztre Natural, a July, vocalista de la banda feminista de hardcore olds school y feminista Tomar Control, y así otrxs amigxs que en su país vivieron el descontento.”

Grabada, mezclada y masterizada por Felipe Arenas, a finales del mes de septiembre, en Plex Estudios, Santiago, y estrenada en plataformas digitales el pasado 17 de diciembre, “Latinoamérica” llega para ponernos al día con el presente y el futuro de Derrumbando Defensas, quienes cumplieron doce años trayectoria cerrando un 2021 de arduo trabajo que prontamente verá la luz .

LEE MÁS SOBRE LA BANDA EN Crónica Sonora 

DERRUMBANDO DEFENSAS: 12 AÑOS DE HARDCORE FEMINISTA

DERRUMBANDO DEFENSAS: 12 AÑOS DE HARDCORE FEMINISTA

Derrumbando Defensas,la banda oriunda de Temuco, acaba de cumplir doce años de trayectoria, doce años de resistencia, hardcore y feminismo que, por estos días, festejan con distintas actividades virtuales en sus redes sociales, mientras se preparan para retomar la actividad en estudio y en vivo. Repasamos su historia y música en la siguiente entrevista.

Por Rossana Montalbán

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Formadas en 2009, en Temuco, región del Bío Bío, con Maritza en voz, Mónica en guitarra, Coty en betaría y Carolina en bajo, Derrumbando Defensas es, a día de hoy, una de las bandas integradas por mujeres más antiguas del circuito hardcore punk de la última década. Un camino en el que han cultivado su propia lectura del hardcore punk crossover tomando elementos del metalcore, el death, el thrash  junto con el desarrollo de líricas de corte existencial y descontento social en el que el antiespecismo y el feminismo son causas principales.

Tres discos componen hasta ahora su discografía, “En días de egoísmo y gritos de dolor” de 2010, seguido por “El mundo cerró sus ojos” de 2014, y finalmente “Confrontación” de 2017. Tres discos con los que la banda ha salido de gira por Brasil y Argentina para compartir escenario con emblemáticas agrupaciones sudamericanas como Ecocidio.

Su último show pre pandemia fue la apertura para los legendarios D.R.I en su última visita a Chile en marzo de 2020, año que cerraron formando parte, como la única banda liderada por mujeres, del disco tributo a Machuca “Qué viva Machuca para todos”, reversionando la canción “No quiero morir antes de haber vivido”. Sin duda, otro hito para una banda que, desde el underground, abrió una pequeña gran puerta para la permanente brecha de género existente en la música.

Fue a mitad del 2009 cuando Maritza y Coty se reunieron con la idea de iniciar un proyecto musical hecho exclusivamente por mujeres. Desde un principio, sus preferencias musicales las llevaron a habitar el circuito hardcore punk de la ciudad, lugar en el que evidenciaron la poca presencia de congéneres entre quienes asistían a las tocatas como también la nula participación de mujeres a nivel musical integrando alguna banda. Ese hecho fue determinante para lo que luego sería el nacimiento de Derrumbando Defensas, doce años atrás. «Maritza vocalista y Coty baterista respectivamente, fueron quienes siempre tuvieron la intención de formar una banda de mujeres. Después de varios intentos se completó la formación definitiva hasta el día de hoy, Carolina bajista, prima de Coty y yo como guitarrista fui la última en incorporarme. Para nosotras existía una necesidad de ver a mujeres tocando, porque si bien veíamos mujeres en las tocatas o participando en fanzines era muy escaso ver a mujeres músicas en este circuito musical. Y en el estilo de música que a nosotras nos gustaba no habían mujeres tocando por eso quisimos ser partícipes y tomar acción y ponernos a tocar. Queríamos consolidarnos en este género musical donde no había mucha participación femenina». Relata Mónica, guitarrista de la banda.

Los primeros años de la banda transcurrieron en el circuito underground temuquense, en casas okupas y centros culturales autogestionados. Espacios y momentos de los cuales la banda guarda gratos recuerdos sobre cómo las acogió el público. «Nuestras primeras actuaciones fueron en la Okupa Casa Roja ubicada en el centro de Temuco, lo mencionamos siempre porque fue un lugar muy icónico que mucha gente recuerda con cariño y que ya no existe. Ahí tuvimos muy buena recepción». Recuerda Mónica.

Desde sus orígenes, géneros musicales como el HxC o el punk han sido corrientes que se han situado desde lo disruptivo y lo anti sistémico ejerciendo una mirada crítica y, sobre todo, de repudio hacia la sociedad postmoderna y capitalista desde posiciones profundamente radicales y divergentes en oposición a un sistema socioeconómico y sociopolítico opresor, violento y hegemónico. Sin embargo, esta esencia contracultural no ha estado exenta de reproducir lógicas poco horizontales, discriminatorias o patriarcales que suelen atravesar todos lo ámbitos de la sociedad, incluso, el underground. A día de hoy, aún resulta difícil hablar de un circuito under de no predominancia masculina. Pero al mismo tiempo, el aumento de proyectos musicales liderados por mujeres, ha ido pavimentando el camino hacia una posible equidad y diversidad en los espacios, así lo relata Mónica: «Llevamos doce años tocando y en general nuestra experiencia ha sido buena y positiva, hemos tenido buena recepción y acogida por parte del público en general y de los hombres sobre todo. Pero en nuestros primeros años sí se daban situaciones complejas cuando tocábamos en algunos shows en circuitos más metaleros en los que muchas veces nos empezaban a gritar supuestos piropos mientras tocábamos, dejando en segundo plano nuestra labor musical. En esos días se resaltaba mucho el hecho de que éramos una banda de mujeres como algo muy pintoresco, y como si fuéramos un objeto. Y solo se referían a lo estético. Con el paso del tiempo eso dejó de ocurrir, y hoy después de años tocando se refieren a nosotras como músicas y hablan de nuestra música no de nosotras cómo nos vemos o de cómo nos vestimos».

Otra problemática que no puede dejarse de lado al momento de conocer el trabajo de bandas como Derrumbando Defensas, es la centralización y la dificultad para dar a conocer la actividad existente en otras regiones del país, enfrentándose a mayores obstáculos de difusión, e incluso, de acceso a tecnología apropiada para lograr un trabajo musical de calidad y profesional. «Es interesante lo que dices porque no pude evitar recordar la experiencia con nuestro primer disco el cual se grabó, mezcló y masterizó en Santiago, y fundamentalmente se hizo así porque cuando hablábamos con otras bandas nos recomendaban solo gente y contactos de Santiago. Durante una época estuvimos de manera constante alternando entre Santiago y Temuco porque un par de nuestras integrantes de la banda, la bajista y baterista, se fueron a vivir a allí desde hace dos años y nos ha servido para mantenernos activas y vigentes y ha hecho que nos conozcan más personas y ayuda a la retroalimentación que pueda haber entre una ciudad y otra. Quizás desde el punto de vista geográfico se siente esa barrera pero a estas alturas las redes y los contactos se van dando en todos lados y el paso del tiempo y la tecnología ha hecho que las cosas se den de manera menos centralizada» recuerda y afirma Mónica.

En este mismo sentido, la experiencia de la centralización con sus distintas desventajas, paradójicamente logra generar otro fenómeno relevante, reforzando el sentido de lo local, contribuyendo de alguna forma al florecimiento y a la persistencia del underground. «Desde que partimos, en esos años en Temuco habían muchas actividades musicales con distintos estilos de música y muchas bandas activistas sacando discos y tocando. Siempre ha existido una identidad local y gente que asistía a esos shows a escuchar a esas bandas de sus ciudad. Creo que aún lo hay pero con la pandemia todo cambió y algunos locales cerraron, no sabemos como será todo después de eso y si esto generará un estancamiento en el circuito musical de la ciudad». Dice Mónica.

El sonido de Derrumbando Defensas enraizado en el hardcore metal y el crossover, encontramos los principales códigos del género, la estridencia, los quiebres, la velocidad, lo gutural y el desgarro de la voz. «Desde nuestro inicios lo primordial fue el sonido hardcore, y luego fue evolucionando con las influencias de cada una, fuimos fusionando distintos elementos, dando forma a este crossover con guiños notorios a cada uno de los géneros que mezclamos como el thrash, el death o el punk». Señala Coty, baterista de la banda.

Entre 2010 a 2017, el cuarteto ha editado tres discos, en los cuales se puede percibir cómo la banda ha ido puliendo su trabajo en estudio y cómo su sonido  junto con sus líricas se han ido reformulando con el paso del tiempo y con la experiencia adquirida. «Bueno, en este primer disco no teníamos tanto conocimientos del trabajo profesional de grabar un disco a pesar de aunque todas ya habíamos tenido bandas. Grabamos en Santiago con el apoyo de bandas amigas conseguimos estudio e instrumentos para poder hacerlo. Me prestaron instrumentos en esa época y no tenía dinero para comprarme los propios. Fue una gran experiencia y muy entretenido. Estuvimos todo un día grabando voces, guitarras, baterías y bajos. Y lo masterizó uno de los integrantes de La Miseria de tu rostro.  Viajamos desde Temuco juntamos plata entre todas , vendimos cosas para poder lograrlo. Y a pesar de todo quedamos conformes y nos fue bien con el disco a pesar de que ahora podemos encontrarle falencias, nos dimos cuenta que esas cosas se mejoran con el tiempo». Agrega Coty.

“En días de egoísmo y gritos de dolor”, es el primer disco de la banda, editado en 2010, un disco donde las letras resultan más introspectivas y emocionales, precisamente marcando el pulso visceral de la música de Derrumbando Defensas como una de sus principales cartas de presentación. «Qué bonito lo que dices. La verdad es que a mí me hace cuestionar y en realidad volver once años atrás. Y la verdad es que efectivamente las letras son más emocionales e introspectivas por el periodo que estábamos viviendo cada una, personalmente yo estaba viviendo un momento muy malo donde todavía no era tan feminista, es decir no tenía suficiente amor propio como para entender que lo que nos merecemos las mujeres es el respeto. Ese disco me ayudó mucho a gritar para poder liberarme con la banda y para afrontar varios temas emocionales. Me ayudó a valorarme a mi misma, a seguir adelante y no dejar que me pasen a llevar. Otro aspecto relevante en nuestras letras desde nuestros inicios siempre ha sido la liberación animal. Todas somos vegetarianas, asistimos a marchas y a actividades de defensa animal. Es importante poder cantar por los que no tienen voz. Las letras tienen que ver con nuestras convicciones en todo sentido, en lo social y en lo personal. En el respeto entre los seres. Y queremos dar esos mensajes en nuestra música y cuando tocamos en vivo donde conversamos y hablamos en el escenario para reforzar lo que dicen nuestras canciones». Dice Coty.

Para su segundo disco, titulado “El mundo cerró sus ojos”, la banda continuó afinando su lectura del hardcore crossover como también fue adquiriendo nuevas influencias para nutrir ese sonido que ha logrado cuajar, de manera consistente los códigos de cada subgénero. Un sonido que se ha forjado a punta de dedicación, optimizando los recursos disponibles tanto a nivel técnico como artístico, bajo la autogestión y el espíritu autodidacta de la banda. «En este segundo disco todavía no teníamos un productor que nos pudiera aportar más al trabajo. lo grabamos en diferentes lugares y eso nos demoró un poco para poder concretar el disco, estuvimos nosotras a cargo de la mezcla y lo masterizamos afuera. Un aspecto importante en nuestro sonido es la mezcla de influencias y corrientes que cada una escucha. En nosotras hay distintos estilos. Escuchamos metal extremo, metal clásico, punk, metalcore, deathcore, y así vamos uniendo todo eso y va surgiendo el sonido de Derrumbando Defensas. Siempre nos ha querido clasificar en un solo tipo de hardcore pero eso, la verdad, es que no es posible porque nosotras mezclamos todos esos sonidos y elementos», cuenta Coty.

Para Confrontación”, su último disco editado en 2017,  las cuatro músicas decidieron abordar con mayor crudeza los grandes temas que las convocan, y en él se puede escuchar una versión acabada de lo que la banda ya venía proponiendo en sus trabajos anteriores, una poderosa avalancha de velocidad, estridencia y quiebres rítmicos sustentando el mensaje  directo y frontal de sus líricas. «En este disco ya queríamos entregar un trabajo más profesional y un sonido lo más logrado posible con mejores instrumentos y equipos. Lo grabamos con Brutal Records donde tuvimos un trabajo detallado de pulir los temas de tocar todo a tiempo. Quedamos muy conformes con este trabajo que es mucho más logrado que los dos anteriores»  cerró Coty.

Por estos días, el cuarteto compuesto por Mónica, Coty, Carolina y Maritza, ya se encuentra finalizando el proceso de composición de su cuarto disco, para en las próximas semanas, y tras una larga espera, iniciar su trabajo en estudio que verá la luz antes de fin de año, y así continuar escribiendo y gritando esta historia de resistencia, hardcore y feminismo.

DERRUMBANDO DEFENSAS: REINTERPRETANDO A MACHUCA

DERRUMBANDO DEFENSAS: REINTERPRETANDO A MACHUCA

Por Rossana Montalbán

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El cuarteto oriundo de Temuco Derrumbando Defensas, es una de las cuarenta y un bandas que componen el esperado y recién estrenado “Qué viva Machuca para todos”, disco tributo a la querida banda penquista, una de las más emblemáticas del punk hecho en Chile, proyecto que estuvo a cargo de Marcial Bustamante de Marshall Producciones. El cuarteto es, además, la única banda de músicas presente en el disco aportando una nueva versión para el clásico «No quiero morir antes de haber vivido».

 

Derrumbando Defensas cierra este 2020 con su participación en el esperado disco tributo a Machuca, una de las bandas más importantes del punk local, surgida en la ciudad de Concepción a finales de los ochentas, y una de las más activas hasta la actualidad. El disco que acaba de ser estrenado en Spotify reúne un cartel de bandas de largo bagaje y presencia en el circuito underground del hard rock, punk rock, hardcore punk y la estridencia local y continental, convocadas a homenajear la trayectoria de una banda que fue clave para el desarrollo del sonido punk acuñado por estos terruños, convirtiéndose no solo en una de las más antiguas y pioneras del circuito fuera de la capital, sino también una de las más conocidas luego de firmar contrato con la multinacional EMI en 1995, como parte del proyecto del nuevo rock chileno. Una aventura que les permitió, por algunos años y un par de discos, vivir de la música tranquilamente, telonear a Sex Pistols y vivir al máximo el desenfreno del rock and roll, un capítulo que hoy se encuentra entre los más curiosos y rememorados de la historia del punk chileno, como bien se relata en el libro «Disco Punk» de Emilio Ramón y Ricardo Vargas.

“Qué viva Machuca para todos”, resulta, en muchas formas, un disco tributo colosal y generoso que recorre la historia de los penquistas a través de bandas pertenecientes a su misma generación, una generación pionera que sorteó la precariedad de la post dictadura y el aislamiento geográfico para hacer música ruidosa y rebelde, ahí están Fiskales Ad Hok, BBS Paranoicos, Pegotes también penquistas, y 10 Botellas. Pero también están aquellas bandas que se cruzaron con Machuca en una ciudad como Concepción cuya escena siempre se mantuvo vigorosa, compartiendo cartel o sala de ensayo como Hielo Negro, Surfin Caramba, Peter Ron, y tantas otras que forman parte de este disco que finalmente también convoca a aquellos proyectos musicales cuyos integrantes probablemente crecieron escuchándolos en cassettes regrabados o incluso viéndolos en canal Rock & Pop por allá a mitad de los noventas y que luego poblaron tocatas y salas de ensayo para formar sus propias historias musicales basadas en el punk rock y otros sonidos. Pero este cartel de bandas no solo se queda en mostrar la historia y el presente de un circuito musical nutrido de estridencia y actitud punk sino que también pone el acento en mostrar lo que ocurre más allá de la capital, a lo largo del país, de Arica a Punta Arenas, buscando entregar una panorámica musical descentralizada y dando cuenta de los circuitos y exponentes de distintas regiones. Y cómo no hacerlo, si precisamente, la banda tributada ha sido  emblema de una ciudad que no es Santiago. Pero sin embargo, entre estos atributos, la predominancia masculina en el disco es evidente. En este punto nos encontramos con la participación del cuarteto temuquense Derrumbando Defensas una de las bandas compuesta por músicas más antiguas del actual circuito hardcore metal nacional.

Formadas en el año 2009, su motivación principal fue iniciar un proyecto musical hecho exclusivamente por mujeres al evidenciar la casi nula presencia de músicas en el circuito hardcore punk de la ciudad. Ese hecho fue determinante para lo que luego sería el nacimiento de Derrumbando Defensas, banda de hardcore metal crossover que ya cumple once años en las pistas. Compuesta por Maritza, Mónica, Coty y Carolina, misma formación hasta el presente, desde entonces Derrumbando Defensas ha sido una de las bandas de músicas más antiguas del circuito hardcore punk de la última década. Un camino en el que han cultivado su propia lectura del hardcore punk crossover junto a elementos del metalcore, el death, el thrash y el desarrollo de líricas de corte existencial y descontento social en el que el antiespecismo y el feminismo son causas principales.

Con tres discos editados a la fecha, “En días de egoísmo y gritos de dolor” 2010, “El mundo cerró sus ojos” de 2014 y “Confrontación” de 2017. Giras por Brasil y Argentina compartiendo escenario con emblemáticas agrupaciones como Ecocidio. La banda realizó su último show pre pandemia como teloneras de los legendarios D.R.I, y coronan este 2020 estrenando su versión para el clásico de Machuca «No quiero morir antes de haber vivido», tercera canción del disco debut de los penquistas, titulado «Hogar dulce hogar», editado en 1995. En esta versión Derrumbando Defensas conserva la esencia de la canción original, esencia punk que a su vez se realza en contraste con los elementos del metalcore propios del cuartero temuquense, aportando, además, una sutil pero al mismo tiempo potente reformulación en su letra, donde el vocabulario eminentemente masculino, lo abstracto y lo cotidiano desaparecen, y en lugar de ello reaparece una retórica combativa y feminista, reemplazando términos como «nena» y cantando «este es un país cruel» / «necesitaba esta revolución, chicas, acompáñenme, vamos!». Derrumbando Defensas continúa desde el underground abriendo una pequeña gran puerta para la permanente brecha de género existente en la música. Sobre su participación en «Qué viva Machuca para todos» conversamos con su guitarrista Mónica Torres.

 

 

Son la única banda de músicas presentes en el disco tributo a Machuca ¿ cómo surgió la participación en este proyecto? 

Mónica: La invitación a participar en el disco tributo a Machuca surgió durante nuestro teloneo a D.R.I mediante una de nuestras bandas de Santiago, Dezastre Natural ya formaban parte del tributo junto a otras bandas. Ellos nos comentaron que podríamos estar en el disco. Luego nos llegó la invitación formal para sumarnos por parte del productor y de la banda, quienes estuvieron involucrados en todo el proyecto y decisiones.

¿Tenían alguna relación con Machuca como referente musical? 

Mónica: Sinceramente, no. Sabemos lo que significa como banda pero te mentiríamos si te dijéramos que es una influencia musical para nosotras, pero nos pareció muy interesante la propuesta porque es un reto para nosotras hacer un cover ya que no estamos acostumbradas a hacer versiones de canciones de otros. Y nos pareció una gran oportunidad para compartir experiencia con otras bandas nacionales e internacionales.

¿Cómo fue el proceso de escoger la canción para reversionar? ¿Fue en conjunto con la producción? ¿por qué escoger esa y no otra? 

Mónica: La canción la escogimos cien por ciento nosotras, pudimos hacerlo así porque nosotras nos integramos en la mitad del proceso de producción del tributo, y nos enviaron un listado de las bandas que ya estaban participando y de las canciones que cada una había escogido. Fue ahí que decidimos hacer «No quiero morir antes de haber vivido» descartando opciones la escogimos porque siempre nos pareció una de sus canciones más emblemáticas, más clásicas y más conocidas, además su letra nos hacía mucho sentido.

Una vez escogida la canción para cubrir ¿Con qué criterios querían abordar el cover? ¿Hacia dónde querían dirigir el sonido de esta nueva versión?

Mónica: Bueno, una vez escogida la canción, venía el reto de hacer el cover y nos planteamos desde un principio no hacerlo tal cual al original y darle el toque único de Derrumbando Defensas. Partimos desde esa base luego de escuchar la canción muchas veces, y luego de analizar su estructura musical nos empezamos a dar cuenta que, si bien no somos una banda punk, ni tenemos ese sonido, igual queríamos rescatar esa esencia porque es música que nos gusta. Entonces conservamos parte de eso en el coro principalmente, y en particular en esta canción, el coro es una de sus partes más reconocibles para quien la escucha. Y lo hicimos para que la gente no la escuchara como algo radicalmente diferente. Entonces dividimos la esencia del tema entre el punk y el hardcore metal que es lo que hacemos nosotras usualmente. En cuanto a las estrofas quisimos jugar con la velocidad, mezclando ritmos más acelerados que es lo que nos caracteriza.

No quisimos apropiarnos cien por ciento de la canción, quisimos generar un equilibrio entre el punk original de Machuca con la pesadez y la velocidad de Derrumbando Defensas. Eso en cuanto a lo musical. Pero donde sí quisimos hacer cambios fue en la letra, donde queríamos adaptarla a nuestra mirada para poder cantarla con más propiedad. No es algo que altere la canción ya que conservamos prácticamente todo la letra original pero reemplazar una oración por otra en algunas partes le dio un nuevo sentido y la hizo más nuestra, la hizo un himno de mujeres o algo así.

El disco se estrenó hace un par de semanas ¿Qué comentarios han recibido sobre su versión?

Mónica: Nos han llegado comentarios del mismo Marcial como productor diciéndonos que le habían gustado mucho como quedaban esos cambios  que le daban precisamente nuestro toque personal, y que se entendía claramente nuestra intención. Lo mismo nos han dicho bandas amigas que participaron en el disco y el público de la banda en Chile y Latinoamérica que nos escribe por la redes sociales.

 

ESCUCHA EL TRIBUTO A MACHUCA «QUÉ VIVA MACHUCA PARA TODOS» EN LAS PLATAFORMAS DIGITALES

 

LA FIESTA CÚLMINE DE WOODSTACO: EL FESTIVAL QUE SENTÓ PRECEDENTES

LA FIESTA CÚLMINE DE WOODSTACO: EL FESTIVAL QUE SENTÓ PRECEDENTES

Hace algunas semanas se celebró la gran despedida de Woodstaco Fest, tras catorce años como uno de los escenarios principales para el rock independiente hecho a pulso. Tres jornadas de música en vivo a destajo y momentos memorables que de forma implicita sentaron precedentes y dejaron huella en cada asistente y en cada músico y música que ahí estuvo presente.


Créditos fotos: Lilith Dunkel – Archivo oficial Woodstaco / Paulina Cárdenas – Cobque Rock / Daniel Pérez -Nighttimebird / Diego Mena/ Lucas Urenda /Archivo Crónica Sonora.


El campo abierto y la montaña nos esperaban para reencontrarnos con la que ya sabíamos que sería la última fiesta de una larga historia que había comenzado catorce años atrás. Pero la travesía era el inicio de la fiesta, al momento de armar el bolso, de subir al bus, al auto, o de salir a la carretera en busca de un aventón, en cada parte la experiencia Woodstaco comenzó a tomar forma por sí misma. Una vez en ruta, el largo viaje y la sensación de dirigirse a donde el diablo perdió el poncho, e incluso, bordear el camino hacia la tétrica Colonia Dignidad no hicieron más que incrementar esa exquisita y también escalofriante sensación de alejarse del mundanal ruido para perder la señal de los aparatos y para perderse entre senderos, matorrales, montañas y ríos como si transitáramos de un mundo a otro, a otro tiempo, a otra dimensión, aquí mismo pero más allá, cual película fantástica, cual película de época, esa misma época añorada un poco en esta suerte de Woodstock chileno.

La jornada musical aún no daba el arranque mientras unos tras otros, mochileras y mochileros improvisados – me incluyo – equipados con todo lo necesario para tres días de música, tierra, cielo y rio, continuaban su propio montaje ante la presencia de los más relajados e inspirados bañistas de estanque y verde sombra, instalados desde muy temprano prendiendo ya las asaderas, llenando melones y aromatizando el ambiente de una ardiente tarde de sol sin tregua que hizo sudar a cada citadino y citadina devenida en campista de última hora.

Cuatro escenarios dispuestos, enclavados, en estratégicos puntos del Camping El Trapiche de San Manuel aguadaban ya desde mediodía para recibir a todas y todos los visitantes. En el centro de todo, el escenario Rock en plena cancha. A un costado del sendero principal, Woodstaquito. En medio del bosque Blesstaco, y al otro lado del rio, el escenario Enjambre. Cuatro epicentros de sonidos, estilos y ritmos, cada uno de ellos rodeados de stands de comida, oficios, talleres, exposiciones y los correspondientes servicios de seguridad y auxilio, como enfermería o bomberos, extendidos hasta la plaza central conectada con las distintas zonas para acampar.

Pero El Trapiche seguía poblándose cuando faltaba cada vez menos para que la música desbordara la montaña como estaba anunciado a partir de las 16 horas comenzando con la inauguración oficial de la fiesta, en el bien bautizado Blesstaco, escenario enclavado al otro lado del puente, cruzando la laguna, en medio del bosque, bajo un colorido y psicodélico sendero de banderines, luces y hojas que sirvieron como la mejor puerta de entrada a uno de los rincones más psicotrópicos y alucinógenos en cuestión de sonidos y estilos, y cuyo cartel venia integrado por bandas como Vorágine, Cola de Zorro, Como Asesinar a Felipes, Solteronas en Escabeche, Los Jerjeles. Spiral Vortex, Dinastía Moon, Yinyer, Slow Voyage entre otras, dando forma a una amplia panorámica del rock alternativo, psicodélico, retro, experimental y progresivo. Pero que inició el ruido con uno de los pocos exponentes del metal extremo presentes en el festival, Blood River y su black death melódico encargado de los primeros fuegos de la gran jornada con una presentación a todo decibel y brutalismo mientras la muchedumbre poco a poco se fue congregando en el sector para practicar el headbanging y sintonizar con la estridencia del metal menos amable en un comienzo sin medias tintas.

Al otro lado del río, también entre los árboles, en la profundidad del inmenso bosque, el escenario Enjambre fue otro punto de encuentro para sonidos tropicales, bailables y de raíz folclórica, con las esperadas apariciones durante el fin de semana de nombres como Tata Barahona, Nano Stern, Juanito Ayala y Mc Millaray.

A campo abierto, en el centro del recinto, se lucía a primera vista el escenario Rock, recibiendo a todas y todos los campistas del rock and roll, que llegaban y llegaban unos tras otros, dándo la bienvenida como queriendo decir “prepárense para la música que aquí va a sonar”, porque así de imponente se avistaba el escenario principal de las tres jornadas por donde pasaron 12  bandas por día, y cuyo sonido y calidad técnica, amplificación, fidelidad, iluminación y ambientación otorgaron el espacio y condiciones ideales para un espectáculo musical redondo y de calidad en el que cada una de los artistas sonó con la potencia y nitidez que siempre se aspira, pudiendo muchas de ellas, mostrar a cabalidad sus cartas y credenciales, sacando a relucir todo aquello que habitualmente se pierde de vista en los escenarios pequeños del reducido circuito de bares y salas en la capital y otras ciudades del país.

Precisamente, dicho escenario nos convocaba para su apertura a las 18 horas con la presentación de Cacería, calentando motores para los primeros entusiastas del mosh, y a continuación el regreso de los magallánicos Camino de Tierra, presentándose nuevamente en el festival, eran los encargados de encender la primera gran llama de una calurosa tarde en que el sol no dio tregua alguna pero la cerveza y los chapuzones ayudaron a refrescarse, cuando el quinteto patagónico llegaba encima de la hora, con el vértigo del rock and roll bajando de la camioneta para subirse sin pausa alguna al escenario y no demorar el itinerario que por minutos parecía cambiar de orden y adelantar al siguiente acto, lo que no alcanzó a ocurrir con la irrupción de los músicos y su equipo técnico justo a tiempo, dando paso al poderoso rock pesado, garajero, y crudo como el frio de su natal Punta Arenas. Porque así se hizo notar la fuerza del ventisquero del extremo sur con una férrea aura punk en letras y líneas rítmicas que han sido durante dos décadas sellos ineludibles de su rock forjado desde la descentralización y con un profundo sentimiento enraizado en su territorio hasta el día de hoy. Con estas cartas sobre la mesa, el grupo puso su firma en un set de 45 minutos de evidente poderío sobre el escenario, armando la estampida con el primer gran baile polvoriento de la tarde dejando en lo alto la representación del rock hecho en Magallanes.

El intenso calor continuaba azotando la primera parte de la tarde cuando en el escenario Rock llegó el turno de las esperadas Derrumbando Defensas, provenientes desde la ancestral tierra de Wallamapu, otra vez con énfasis en la descentralización y en el anunciado incremento de presencia femenina, el escenario rock continuaba cumpliendo con la presentación de la banda de hardcore metal integrada por mujeres músicas más antigua de la escena local. Con doce años en la espalda el cuarteto debutó con un demoledor set que rápidamente enganchó a la audiencia presente, atrayendo nuevos y nuevas oyentes que atentamente apreciaron la performance de la banda repasando su discografía y principalmente su más reciente y aplaudido álbum editado en 2022 Sistema Criminal, y del cual sonaron en todo su esplendor las aplastantes “Alza tu voz”, “Latinoamérica” e “Industria asesina”, en versiones que mostraron con solidez el sonido que la banda ha venido amasando desde su primer disco y donde las líneas de guitarra afilada y definida, propias del subgénero, han ido alcanzando un reconocible perfeccionamiento al servicio de su propia impronta, impronta que en arrolladores cuarenta y cinco minutos de pesadez y velocidad en clave feminista y antiespecista, sacaron chispas y sacudieron el imponente escenario principal que para ese momento se avistada rodeado de mosh, caídas libres y una incipiente y mixta nueva fanaticada. Con un evidente bagaje en las ligas del ruido estridente, los escenarios under del sur y el espíritu del hazlo tu misma, las Derrrumbando Defensas marcaron con su presencia una poderosa entrada para las primeras horas de festival, y por sobre todo, sentaron un significativo precedente para la presencia de mujeres en la música extrema.

Las horas transcurrieron cargadas de información y estimulación entre un escenario y otro, sumergidos en el paisaje natural y en los sonidos emergiendo de cada rincón. Las caminatas se sucedieron de allá para acá y de acá para allá entre los cuatro epicentros y las visitas a la carpa o al respectivo puesto de bebestibles para recargar el vaso y continuar con la fiesta que recién empezaba su bloque nocturno. Para ese momento, por el escenario Rock habían pasado los populares 2X con un concurrido y aclamado show que dio por inaugurada la avalancha humana en medio de la cancha, seguida de una prendida velada ska OI a cargo de Altoids, sirviendo como la mejor previa para uno de los actos afuerinos cabeza de cartel, la banda punk rock argentina Flema en un recital propiamente tal que protagonizó la noche de viernes.

Entrada la noche, los sonidos espesos llegaron desde Pucón con Satanic Waves sorprendiendo a más de algún despistado o despistada en desconocimiento del poderoso trio de doom rock atmosférico, cuyo gig removió por completo el escenario central alcanzando gran clímax para dar paso al bloque de trasnoche, recorriendo su habitual set list compuesto por su bien comentado primer disco They burn, Satanic Waves se anotó una de sus presentaciones más memorables hasta ahora en un escenario que les entregó el marco perfecto en sonido y ambiente para mostrar su lograda y elaborada propuesta de doom rock con tintes progresivos de acabadas terminaciones que los ha puesto en el mapa global del género, y que la noche de viernes los hizo fugurar como una de las olas de sonido más pesadas del cartel.

La noche se hizo madrugada con la aparición de The Polvos y su nube supersónica proveniente directamente desde Concepción justo cuando el reloj marcaba la una y algo, para comenzar a cubrir el campo abierto y húmedo de Woodstaco Fest, repasando su álbum debut Darkness Emotion, y también mostrando parte de las nuevas composiciones de su segundo disco actualmente en pleno proceso de postproducción, el quinteto de experimentados músicos penquistas dio vida a un contundente show de explosivo space rock made in Chile, donde guitarras, pedales y efectos de Synth levantaron el vuelo de una ruidosa nave impulsada desde la base por una cruda, detonante y cadente batería que junto al bajo funciona como el piso sólido de este gran muro de profundidades y olas sonoras que van y vienen onduladas y difuminadas formando esa gran masa de sucio y psicodélico garage que tema tras tema continuó el vuelo intenso con cada uno de los miembros de la banda compenetrados y adueñados del escenario, y cuyas siluetas parecían desvanecerse entre el humo y las luces al mismo tiempo que su música inundaba todo el predio. De esa forma The Polvos, dejó su segunda huella en la historia del festival, esta vez alcanzado un evidente estado de gracia que los hizo ver como la banda de largo oficio musical que es, cerrando de gran forma el auspicioso ciclo de su primer larga duración.

La fría y húmeda noche del viernes en la montaña avanzó con la gloria y con el furor de la primera jornada de fiesta y del reencuentro tras dos años sin festival – ¿te lo puedes imaginar? – una fiesta simultánea ocurriendo en cada rincón, en cada show, en cada escenario, y con cada sonido. Al amanecer la música electrónica no dejó de sonar en el inextinguible sector de Blesstaco acompañando a los cientos de woodstaquianos y woodstaquianas que habían hecho la noche día, mirando el amanecer en el rio o en el bosque, sin perderse de nada más que de ellos mismos, embriagados por la fiesta woodstaquera.

La mañana de sábado se oía silenciosa como después de la bomba con algunos firmes sobrevivientes por aquí y por allá cuando la mayoría había caído solo por algunas horas para pronto retomar el jolgorio con el calor ya sacándonos de las carpas a media mañana – por suerte, porque no era momento de dormir más de lo necesario . La fiesta volvía a despertar, y a las 12 del día con un sol inclemente pegando sobre el escenario rock, Cianuro desde Concepción fueron los encargados de la siempre difícil tarea de abrir los fuegos, entregando la cuota requerida de estridencia y pesadez para despertar a todo Woodstaco con metal – punk de vieja escuela thrash, crudo y directo, que rápidamente levantó la moral de la trasnochada audiencia con una presentación de significativo impacto para esa hora, donde se escucharon temas como Rechazado, Es la Ley, Resistencia, La revolución de la inconsecuencia y odio a la sociedad.

Lo que siguió durante la jornada de sábado en el escenario central del festival, fueron bandas como Mar Lunar, Sulfato de Miranda, Los Makana repitiendo su pasada woosdtaquera con rock and roll y blues. Satánicos Marihuanos desde Perú plantando la bandera de Necio Records y del under limeño, presentes en ediciones anteriores del festival con bandas como El Jefazo, y que esta vez también trajo consigo a Cholo Visceral.

A las dieciséis horas del sábado llegó el turno del dúo de riot wave lesbofeminista Diavol Strain, debutando en el festival tras un exitoso 2022 de giras nacionales e internacionales, y un significativo crecimiento en la circulación de su música. Con este piso no menor, la banda se plantó en Woodstaco en una ardiente tarde de sol sin tregua para cubrir la jornada de oscuros y fríos sonidos, donde lo maquinal dialoga con las cuerdas orgánicas del bajo y la guitarra, en un set de 45 apretadísimos minutos a contratiempo tras el desajuste de todo el timing del día, recorriendo sus dos álbumes Todo el caos habita aquí y Elegía del olvido. Elegía del horror, frente a una interesada audiencia de viejas y viejos seguidores apoyándoles, pero sobre todo de curiosos y receptivos auditores que estaban ahí descubriéndoles mientras a cada segundo el dúo envolvía todo el ambiente de atmósfera y lamentos a través de piezas como “Nacidas del fuego”, “Destino Destrucción”, “Herz der niemand”  y ”El ansia”, que bien presentaron las grandes temáticas que atraviesan las líricas de la banda disidente, cada una de ellas interpretadas con la precisión y concentración que las músicas suelen lucir y donde resaltan los principales rasgos de su estilizada propuesta donde reinan el bajo grueso, tenso y prominente, y una guitarra de alta resonancia arropada en efectos y pedales conformando un envolvente follaje de cuerdas evaporadas, a ratos etéreas y otras veces intensamente shoegaze, que lucieron con especial fuerza en esta oportunidad en medio de la seguidilla de rock pesado y punk rock, trayendo gélidos y grises ruidos a la montaña de Parral. De alguna forma, Diavol Strain fue una de las poderosas novedades de esta edición insertando la música subterránea oscura, abriendo el paso para el circuito dark local de seguir el festival. Verlas en un escenario de estas características resultó tan alentador como promisorio para enriquecer una programación enfocada al rock y a la música alternativa, como también para ejercer ese llamado enfoque inclusivo LGTB en vitrinas musicales de esta índole.

Para este momento el timing del escenario se ha desplazado casi una hora por banda, apretando lo tiempos al máximo entre show y show, mientras la jornada avanzaba con total normalidad y goce musical. A las 20 horas fue el turno de Cler Canifrú y banda, reafirmando el aumento de la presencia de mujeres en el festival. La guitarrista y cantante, puso sobre la mesa su repertorio de rock bien armado y radial, dando espacio para mostrar reversiones de algunos clásicos acertadamente interpretados y ejecutados, siempre con sus credenciales de virtuosa y talentosa guitarrista principal.

La noche del sábado fue el momento para recibir y apreciar la nueva formación de Electrodomésticos, con Carlos Cabezas como único miembro original, acompañado de la emblemática baterista tras reunirse la banda, Edita Paz. Y en bajo, como nueva integrante, la fundadora de la banda punk rock Lilits, Masiel Reyes, son quienes hoy dan vida a la emblemática banda y con quienes sobre el escenario entregaron un set de sesenta minutos principalmente basado en su etapa reciente y sus últimos discos, sin mirar tanto al pasado glorioso, centrándose en el ahora de un sonido alejado de la vanguardia y la oscuridad de antaño, y cada vez más cerca de un cuidado y reposado electro pop rock de alta gama y sello propio, plasmado en temas de importante circulación como “En tu mirar”, “Detrás del alma”, “Has sabido sufrir” y otras. Pero más allá de este aceptado plan actual, uno de los momentos álgidos fue para la gran audiencia presente el fabuloso emblema de la música sintetizada de aires industriales nacida en los ochenta “El frio misterio”, cerrando la esperada y aplaudida performance de Los Electro en Woodstaco Fest.

Fiebre de sábado por la noche, la segunda y última, bajo el estrellado cielo de la montaña, noche de luna casi llena iluminando todo Woodstaco, reflejada en  la laguna hizo del paisaje una postal memorable.

A Electrodomésticos le siguió otra de las bandas más esperadas del cartel rock del festival, y también una de las más sólidas y potentes de su generación, Hielo Negro, la banda madre del llamado Rock Patagónico, radicada en Santiago, se reencontró con el festival en su calidad de pioneros y pilares del rock pesado local de las últimas dos décadas, estelarizando la segunda y última noche, reafirmando su lugar tras haber dado forma desde finales de los noventa a un rock de raíz pesada basada en el hard y el blues rock, vertientes para ese entonces poco exploradas en la música local aún menos con ese énfasis distintivo enmarcado en cierta identidad regional. Con esa impronta ya conocida por toda la audiencia presente, el trio puntarenense regresó a Woodstaco Fest con un contundente show que sacudió los cimientos del escenario principal con esa ya lograda forma de hacer sonar finos y delgados riffs, gruesas líneas de bajo, y una batería de cuidada y estricta precisión que hablan entre sí con maestría y fuerza para alcanzar y entregar momentos de rock and roll incendiario como en Cabo Negro o Locomotora del Rock, y también para descender a momentos de espesor a medio tiempo como en Noche Gris o Viento Sabio, canciones que fueron coreadas de principio a fin por la muchedumbre hielera ovacionando en cada segundo e inmersos en el goce del ruido infernal, entre el frio, la tierra, el humo y el whisky, mientras la banda continuaba luciendo arrolladora en su performance y ejecución enérgica basada en la esencia pura del rock and roll sucio y directo, sellando uno de los grandes reencuentros de la despedida de Woodstaco.

Tras Hielo Negro, vino el momento de la fabulosa banda de los hermanos Guzmán, Los Revoltosos, con su blues punk de inoxidable raíz rocanrolera, tomando el escenario central por asalto rápidamente con muy poco espacio entre ellos y sus antecesores, manteniendo el pulso de la noche en alto cuando el frío se dejaba caer sobre la cancha y el sabor a alcohol calentaba las entrañas, la banda liderada por Jando y Klein Guzmán no hizo más que dar una clase de oficio musical de años y años sobre el escenario sacando lustre a las cuerdas de la guitarra y del bajo, ambas piezas distintivas del sonido construido por los ex Profetas y Frenéticos y pilares de Los Peores de Chile, que a finales de los noventa, tras el naufragio de la famosa banda punk continuaron el camino explorando sus seminales inclinaciones musicales donde convergen el punk rock, el blues, el rock and roll de viejo cuño y el rockabilly, convirtiéndose desde su aparición en una de las bandas destacadas del mencionado subgénero en su versión criolla. Con esas credenciales, la presentación de Los Revoltosos se perfilaba como otro trago fuerte para el segundo trasnoche del fin de semana, y claro que lo fue, con un set donde brillaron las guitarras en bandolera de alma rebelde, callejera y sentimental, uno tras otro cada tema, como parte de un ágil set que en ningún momento bajó el infeccioso ritmo, mucho menos para el momento del cierre, honrando la memoria de su viejo amigo Pogo y el legado de su banda madre haciendo sonar Síndrome Camboya entre el clamor, los aplausos y las muestras de afecto de toda la enardecida audiencia que coreó y se sacudió en un hermoso mosh de tierra y sudor, tras haber recibido una indiscutible dosis de descarga rocanrolera para continuar con la larga noche.

Mientras todo esto ocurría, al otro lado del puente, en Blesstaco, desde media tarde los sonidos habían ido del indie rock de Yinyer a la psicodelia espacial de los uruguayos Las Cobras. Del acid funk de los afamados Cómo Asesinar a Felipes, a la fiebre afro sónica de Los Jerjeles. Del rock progresivo de raíz de las longevas Solteronas en Escabeche, o el folk electroacústico de Fósil, a las variantes psicodélicas de Spiral Vortex y de Dinastía Moon, que con el desplazamiento de los horarios terminó cerrando a las 3 am, quizás de la forma más ad hoc y efervescente, la última noche en el escenario más ecléctico del festival.

La tercera y última jornada de Woodstaco comenzaba con un inevitable sabor a despedida y el deseo profundo de que esta fuera una edición más y no la final, mientras que algunos visitantes ya iniciaban el éxodo cuando aún quedaban varios cartuchos por quemar y bandas que escuchar, como por ejemplo Slow Voyage quienes hicieron su aparición sobre el escenario Blesstaco a la una de la tarde para iniciar el despegue a las tierras del shoegaze y la neopsicodelia noventera con su habitual muralla de guitarras expansivas transitando entre la fiesta madchesteriana y el acid rock de largo viaje, rodeados de frondosos árboles y en medio del bosque sonando con gran nitidez, en las últimas horas de Woodstaco la banda angelina armó una contagiosa estación de crudo y distorsionado psych rock sellando el encuentro a plena luz del día con su ya infaltable neo dub The Last Sunset, en su volátil y extendida versión con la audiencia entregada al ritmo y al delay.

Varios elementos saltan a la vista, al presenciar y vivir Woodstaco Fest en ésta, su fiesta cúlmine, y sobre todo al mirar todo su trayecto en retrospectiva. Uno de ellos, es esa forma austera, artesanal y, por sobre todo, realista y estrictamente musical que impera en el hacer del festival, una forma que está al servicio de él, no como evento o atracción, sino como un encuentro donde lo que prima es la música. Entender ese sencillo punto, es algo que pocas veces ha ocurrido en el contexto chileno al momento de desarrollar un festival musical de ROCK con mayúscula, independiente y de carácter subterráneo en el país del lucro indecente y de los booms al estilo jurel tipo salmón- dicho eminentemente chilensis-. Ese sencillo – pero muy difícil de lograr- aspecto quizás sea una de las grandes respuestas para comprender la consolidación alcanzada por el festival en sus catorce años de vida, y su consiguiente huella en la escena local y en todos sus públicos receptores.

Lejos de toda clave neoliberal, toda una hazaña para un evento cultural en Chile, Woodstaco supo mantener el foco de su origen, estableciendo todo un entramado donde primara la experiencia musical directa y de calidad, sin grandes adornos, ni parafernalias más que el elocuente y gigantesco paraje natural, escenario de escenarios en todo esto, y con él, el sonido, la música, el arte, las bandas, los músicos, las músicas, las y los equipos técnicos, y las audiencias.

Cocinado a fuego lento, paso a paso, Woodstaco llegó a ser lo que fue en estos catorce años, un festival musical de rock, no solo como un mero y manoseado  título, sino que desarrollando esa idea y ese concepto dentro de sus posibilidades, de acuerdo a las características reales de un país como Chile y de una escena local como la que aquí existe, donde la industria sigue siendo solo un grandilocuente nombre, y no un hecho. Y por ello, un festival de estas características no puede sustentarse más allá de lo que ya se ha sustentado sin convertirse en un recuerdo de sus primeros años y en otro ejemplo de comercialización excesiva y descriteriada. El festival se despide en lo alto, y ciertamente con la sabiduría suficiente para bajar el telón antes de vender el alma al diablo y perder el rumbo. El precedente ya ha sido sentado.

EL ÚLTIMO VALS DE WOODSTACO FEST

EL ÚLTIMO VALS DE WOODSTACO FEST

A solo horas para el inicio de la gran despedida de Woodstaco Fest hacemos un repaso por el origen y presente del festival que abrió un significativo escenario para la escena local por más de una década. Y te invitamos a seguir los despachos en nuestras historias de IG , en vivo desde Parral, este viernes, sábado y domingo en distintos bloques.


Por Rossana Montalbán


Hace tan solo unas semanas atrás el ya emblemático Festival Woodstaco anunció la noticia que, tarde o temprano, anuncia toda instancia nacida y crecida en autogestión y formas de financiamiento alternativo o semi estatal en nuestro territorio. Esa noticia era el término del festival y la realización de su última edición este recién iniciado 2023.

El poco sorprendente pero siempre decepcionante anuncio no dejó indiferente a nadie pero, sobre todo, reafirmó una serie de cuestiones relacionadas a la actividad musical y artística no masiva y no estrictamente comercial en Chile. Cuestiones que fueron fuertemente debatidas y promovidas en busca de mejoras en el borrador de nueva constitución desechada el 4 de septiembre de 2022, balde de agua fría que sacudió convicciones y sueños de un futuro más equitativo y justo, y la posibilidad de vivir de la actividad musical y cultural en menor grado de precariedad, tanto para trabajadores como para audiencias.

Mencionar ese suceso político que fue el fracaso de una nueva constitución y lo que ahí se buscó cambiar, puede servir como una pequeña clave para comprender el escenario y la realidad a la que se enfrenta un festival creado en total pulsión autogestiva que pasó de ser el punto de reunión para unos a ser el espacio de muchos y miles, porque sabemos que así nacen y nacieron emblemáticos festivales que terminaron siendo máquinas industriales y epicentros del mainstream.

Primero para unos cuantos amigos y bandas, Woodstaco nació en la cordillera de Curicó en 2008 en un impulso de mero esparcimiento, música al aire libre, lejos del mundanal ruido y cerca de la naturaleza. Una suerte de pequeño Piedra Roja o como bien lo dice su nombre una versión propia y personal de Woodstock, solo para los más aperrados y aperradas, almas libres dispuestas a caminar kilómetros, a prescindir del baño, a tocar en un escenario improvisado, a llevar lo puesto y disfrutar del barro al son de distorsionados y crudos riffs de rock and roll, blues, rock psicodélico.

Para 2011 ese Woodstaco inicial e improvisado, anunciado de boca en boca, ya comenzaba plantearse más como festival y menos como un encuentro amistoso espontáneo, pasando a ser un festival incipiente para la escena local, cuyo atractivo radicaba precisamente en esa idea tantas veces acariciada y añorada de un festival de verano, un festival de rock, como aquellos del primer mundo, o más bien algo que se acercara, en alguna forma, a eso, que desde acá,  audiencias y bandas, buscaron. Entonces Woodstaco se convirtió en un festival de tres días y dos noches. Es decir, en toda una experiencia de música y convivencia, en pleno verano y naturaleza. Por esos años, en aquella seminal etapa Woodstaco se instaló en paisajes como Rauco, San Rafael, La Montaña de Teno, y por ahí pasaron bandas de hard rock, blues, rock, rockabilly, cuya música poblaba la escena más subterránea y cruda del rock independiente como Polvareda, Los Gatos Negros, El Arbusto Rodante, Los Makana, Los Bandoleros, entre otras.

La fuerza de una instancia genuina como Woodstaco simplemente siguió su curso, creciendo, y ya para 2013 fue transformándose en uno de los escenarios preferidos de una diversa escena musical independiente, convocando cada vez más bandas de diferentes corrientes y subgéneros, nombres emergentes, y nombres de larga historia. Su cartel y su poder de convocatoria crecieron y con ello, año tras año, su desarrollo como instancia musical y cultural también, avanzando de una microproducción a un producción mediana y creciente en términos técnicos, logísticos para escenarios, equipo de trabajo, y espacio para bandas, artistas y público asistente, todo eso sin perder su esencia como lugar de esparcimiento musical y procurando que aquellos esfuerzos y mejoras no se vieran reflejadas en su entrada aún.

Tal como el caudal de un río que no detiene su flujo,  entre 2015 y 2019 vino el gran boom de Woodstaco, consolidándose en varias formas, desde su orgánica interna, encabezada por su fundador Matías Burgos, articulador de bajo perfil y la mente tras el proyecto que, para ese momento ya se constituía como organización cultural logrando obtener apoyo de fondos estatales, el apoyo municipal y regional posicionándose como un evento cultural para la zona de Parral, escenario del festival desde 2019. En este periodo Woodstaco experimenta un desarrollo completo en sus diferentes ámbitos, en su línea editorial, en su propuesta programática para más de dos escenarios, y todo un entramado en función de un festival donde lo principal sigue siendo la música rock en su amplia y diversa expresión, además de sonidos del mundo, experimentales y latinos en la naturaleza, dando espacio a talleres de reciclaje, artes manuales, diseño independiente, talleres infantiles y más, desplegando una importante producción técnica y profesional para las bandas y los miles de asistentes. El festival alcanza sus propios hitos. Y a nivel mediático logra una significativa cobertura en la mayoría de los medios especializados, en medios regionales e incluso en algunos de alcance nacional. Pero más allá de estos aspectos relevantes, la consolidación de Woodstaco ha sido en muchas formas la consolidación de su audiencia y la permanencia de un público fidelizado, buena parte de él testigo y asistente de sus primeros días, que continuó siendo parte del ritual cada año, siendo el pilar y el alma del festival hasta hoy día. Para este momento han pasado por el festival Los Peores de Chile, Fiskales Ad Hok, Hielo Negro, Yajaira, Tsunamis, Los Ex, Akinetón Retard, Perrosky, La Floripondio y Sol y Lluvia.

Lanzamiento Woodstaco 2023

En febrero y marzo de 2020, se llevó a cabo la última versión del festival en el viejo mundo pre pandémico, aplazado por los acontecimientos desprendidos del estallido social y en sintonía con la demanda constituyente, una edición que reafirmó la importancia del encuentro con bandas como The Ganjas, Aguaturbia, Panteras Negras, Benjamín Walker, Pascuala Ilabaca, Pentagram, Tata Barahona, Mediabanda, y que en aquella oportunidad contó únicamente con exponentes nacionales, atendiendo a las demandas del país y el fuerte compromiso con la circulación de músicos y músicas de locales. Así brillaron los escenarios Rock, Enjambre, Blesstaco y Woodstaquitos albergando rock, psicodelia, punk, metal, funk, ritmos latinos, pop, música del mundo y la electrónica, además de proyecciones de películas y otros espectáculos, destacando la inclusión de una parrilla de música de raíz ancestral, latinas y del mundo con un 75% de bandas lideradas exclusivamente por mujeres.

Con la llegada de la pandemia y la larga pausa, dos años transcurrieron sin poder llevar a cabo Woostaco, una larga espera que se acabó en 2022 cuando fue confirmada su edición 2023. Pero con el correr de los meses y la gran apertura de los eventos musicales también vinieron las interrogantes sobre cómo mantener un evento musical de tal envergadura sin encarecer su entrada o recurrir a otro tipo de financiamientos y esfuerzos que garanticen una cadena de trabajo remunerado para un equipo humano a cargo de todo el despliegue. Eso por un lado. Mientras que por otro, al observar el panorama actual, post pandemia, podemos aventurarnos a pensar que la gran avalancha de eventos musicales nacionales e internacionales, quizás enlenteció la venta de entradas para esta nueva edición, como también pudo poner en evidencia que el público aún es reticente a pagar grandes sumas por eventos de factura y contenido local.

Pero lo único cierto, es que sin un financiamiento base, sin el apoyo de fondos estatales tras no adjudicarse el Fondar 2023 para festivales de música, la producción del festival en boca de su fundador y a través de sus redes sociales oficiales dieron a conocer la noticia, en tono sobrio y realista, sin grandes lamentos ni reclamos, simplemente atendiendo el contexto real de la actividad cultural en el incierto Chile actual, donde el arte sigue a la deriva y el financiamiento para proyecciones en el tiempo sigue siendo esquivo. Con esa incertidumbre clara- ¡vaya contradicción!- Woodstaco bajará el telón este mes de enero, y lo hará en grande, con su versión más amplia hasta ahora donde se presentarán bandas como Electrodomésticos, Cómo Asesinar a Felipes, Hielo Negro, Cler Canifrú, Los Revoltosos, Derrumbando Defensas, Diavol Strain, Los Jerjeles, Dinastía Moon, Yinyer, The Slow Voyage, y todo un extenso cartel de casi cien artistas de diversas corrientes sonoras y trayectorias, junto a un aumento en la presencia de mujeres músicas.

Habiendo demostrado que el hacer por hacer puede llegar muy lejos, y la ética de trabajo autogestivo, no comercial puede ser viable y sustentable para las y los trabajadores de la música, al menos por unos cuantos periodos, dando cuenta de que es posible dar vida a diferentes modelos para el desarrollo de festivales de música local, el Woodstock chileno de nuestro tiempo dice adiós, antes de vender el alma al diablo, y antes de perderse entre la multitud, dejando huella y, ciertamente, siendo referente para nuevos festivales de corte rock underground, quedando en la retina de la música independiente de la última década, pero también dejando en el aire la inevitable pregunta de cómo sustentar la cultura no oficial y cómo sobrevivir sin el fortuito y siempre esquivo modelo de concurso neoliberal de los fondos de cultura que hoy por hoy solo garatizan pan para hoy hambre para mañana.

WOODSTACO FEST celebrará sus 14 años de historia el 13, 14 y 15 de enero de 2023 en el Camping Trapiche San Manuel, en la comuna de Parral. En un alucinante entorno de vegetación nativa a orillas de las aguas del río Perquilauquén, se reunirá a casi un centenar de bandas de diversas vertientes musicales ante un público que acampará bajo la luna y las estrellas.

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BANDA POR BANDA: CONOCE EL LINE UP DE LOS ESCENARIOS DE WOODSTACO FEST

BANDA POR BANDA: CONOCE EL LINE UP DE LOS ESCENARIOS DE WOODSTACO FEST

A menos de un mes de su esperada edición 2023, ya se pueden conocer en detalle los line up para cada uno de los cuatro escenarios que serán punto de encuentro para la música local este 13, 14 y 15 de enero en una nueva edición de Woodstaco Fest 2023.

Por redacción Crónica Sonora


A menos de un mes de que se celebre una nueva y ansiada edición de Festival Woodstaco, ya se pueden revisar los afiches con los distintos line up para cada uno de los cuatro escenarios del evento que se realizará los próximo 13, 14 y 15 de enero en el Camping Trapiche San Manuel, en la comuna de Parral, región del Maule.


Casi un centenar de bandas, solistas y DJ’s, son las que se presentarán a lo largo de tres jornadas y dos noches en una nueva edición que marca los 14 años de vida del ya emblemático festival. En la parrilla, figuran artistas consagrados y de amplia trayectoria como también proyectos emergentes y de caracter más alternativo, incluyendo además proyectos musicales de cada una de las dieciseis regiones del país junto a nombres internacionales provenientes del continente, especificamente desde Perú, Argentina y Uruguay como por ejemplo Cholo Visceral.



Rock & roll, blues, metal, punk y indie rock, dark wave, entre otros sonidos, son parte del Escenario Rock, mientras que la psicodelia de alta lisergia y electrónica se hará presente en el escenario Blesstaco. Por otra parte, los ritmos ancestrales  y el baile bajo la luna hasta que salga el sol son la propuesta en el escenario Enjambre y, por último, el mejor ambiente familiar se vivirá en la aldea de Woodstaquitos.  De esta forma, con cuatro escenarios de gran diversidad sonora, se dará forma a un fin de semana de fiesta en medio de la naturaleza en el sur del Maule, a orillas del Río Perquilauquén que nuevamente será el escenario principal de este ya emblemático festival de corte independiente y para la música independiente.


En el Escenario Rock destacan los nombres de reconocidas bandas como Electrodomésticos, Flema, Hielo Negro, Cler Canifrú, Derrumbando Defensas, Diavol Strain, entre otras. Mientras que en el Escenario Enjambre tendrá a Tata Barahona, MC Millaray, Nano Stern y Juanito Ayala, entre otros. Por su parte, el Escenario Blesstaco cuenta con Cómo Asesinar A Felipes, Spiral Vortex, Los Jerjeles, Matiah Chinaski y DJ Pere.


En tanto, el escenario dedicado especialmente a las niñas y niños, Woodstaquitos, anunció al ya famoso Jack Distortion de la mano de Bullicio Puppets, Deo En La Frente Circo y Teatro, Lechuga Mecánica y La Quilombo. Esto, además de varias actividades y shows de carácter familiar. Cabe destacar que las y los menores de hasta 12 años de edad no pagan entrada, mientras que de 13 a 17 años cancelan solo la mitad del valor.

Con cuatro grandes escenarios destinados a mostrar lo más diverso de la escena local Woodstaco Fest llega a sus catorce años de existencia como un gran escenario para el circuito independiente sostenido en el tiempo, anunciando esta edición como la última, cerrando un gran ciclo como instancia musical.


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EN GRANDE: MÁS DE NOVENTA BANDAS SON PARTE DE WOODSTACO 2023

EN GRANDE: MÁS DE NOVENTA BANDAS SON PARTE DE WOODSTACO 2023

95 nombres componen el esperado cartel de Woodstaco Fest 2023, line up donde la presencia de artistas emergentes y consagrados también se condensa con un aumento en la presencia de bandas lideradas por mujeres.

 


Por redacción Crónica Sonora

Fotos lanzamiento por Juan Manuel Aburto


Festival Woodstaco dio a conocer el line up de bandas que formarán parte de su versión 2023, a realizarse el 13, 14 y 15 de enero en el Camping Trapiche San Manuel, en la comuna de Parral, región del Maule. El anuncio se llevó a cabo el pasado el pasado 26 de agosto en bar cultural Klama junto a la presentación en vivo del dúo riot wave Diavol Strain, una de las bandas que encabeza el cartel del escenario rock.

Son casi un centenar los artistas que se presentarán a lo largo de los tres días y dos noches del evento en los cuatro escenarios temáticos: Rock, Enjambre, Blesstaco y Woodstaquitos. Ahí se reunirán sonidos de diversos géneros que abarcan desde el heavy metal, la psicodelia y el blues hasta ritmos latinoamericanos, el folclore y la música electrónica, entre muchos más.

Dentro de las bandas convocadas para la decimotercera versión del festival, se encuentran los consagrados Electrodomésticos, Cler Canifrú, Diavol Strâin, Cómo Asesinar a Felipes, Hielo Negro, MC Millaray, Flor de Guayaba, Tata Barahona, 2X, Derrumbando Defensas, Nano Stern, Fuente De Barro, Carolina Holzapfel Trío, Juanito Ayala, Tambobrass, Los Makana, entre muchos otros. La lista completa se encuentra al final de esta nota.

Junto con anunciar un line up más nutrido de números familiares e infantiles en el escenario Woodstaquitos, donde estará el popular títere rockero de Bullicio Puppets, Jack Distortion; el festival sorprendió con el regreso del espacio de música electrónica, “Woodstaco Psy”. Este tendrá lugar en ambas noches en el escenario Blesstaco, con DJ’s de Psytrance y otras vertientes.

De esta forma y con un aumento de bandas con presencia de mujeres respecto a años anteriores, además de la participación de músicas y músicos de cada región de Chile, la organización de Woodstaco apuntó el interés en progresar en dirección a un line up cada vez más descentralizado, heterogéneo, inclusivo y amplio.

En cuanto a la venta de entradas, la productora informó que la primera preventa finalizará el 7 de octubre, tras lo cual se dará inicio a la segunda etapa. Para más detalles sobre precios, compra y disponibilidad, se puede acceder a www.woodstaco.cl.

El lanzamiento del line up de Woodstaco 2023 contó con la presentación estelar de Diavol Strain con un extenso set list recorriendo sus, hasta ahora, dos larga duración Todo el caos habita aquí y Elegía del olvido. Elegía del horror, en una suerte de adelanto a lo que será su show en el festival como parte del escenario central rock, junto a nombres como Electrodomésticos y Cler Canifrú.


Lanzamiento Woodstaco 2023
MÚSICXS IMAGINANDO UNA NUEVA CONSTITUCIÓN

MÚSICXS IMAGINANDO UNA NUEVA CONSTITUCIÓN

Diversas voces de la música independiente local e históricos nombres de la música popular forman parte del quinto número de la Revista Estas Máquinas Matan Fascistas, editada por Crónica Sonora. Un coro divergente, en el que no solo se entonan el nuevo repertorio de los artistas sino que también se aborda el histórico proceso constituyente iniciado el 25 de octubre de 2020. A través de completas entrevistas, retrospectivas, reseñas musicales y textos narrativos, con la ayuda de la música recorremos los temas fundamentales para imaginar una nueva constitución.

Publicada dos días antes del Plebiscito en el que los ciudadanos de Chile decidieron aprobar la redacción de una nueva constitución, este quinto número de Estas máquinas matan fascistas. La música nuestra arma. Imaginando una nueva constitución, reúne un compendio de textos que, desde la música, reflexionan en torno a los temas que nos resultan urgentes para la conformación de un nuevo Estado.

 

The Who, Calamity Jane, Leni Alexander, She Devils, Vienna Teng son algunos de los protagonistas de este quinto número trimestral junto con completas entrevistas al músico y activista Camilo Antileo, a la cantautora urbana Araceli Cantora al cuarteto Derrumbando Defensas desde Temuco, y una retrospectiva a los 17 años de historia de Tsunamis y su nuevo disco titulado «Siete mares».

 

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REVISTA ESTAS MÁQUINAS MATAN FASCISTA N°5 NOV-DIC