Rossana Montalbán

Rossana Montalbán Marambio, Periodista y Licenciada en Comunicación Social. Mención Industria Cultural y Medios Digitales. Se ha desarrollado en el área de la industria del libro para distinas casas editoriales y en el periodismo musical en medios escritos y radio. Ha trabajado con editoriales nacionales e internacionales, entre ellas, Fondo de Cultura Económica, Cuarto Propio, Liberalia Ediciones, Garlopa Ediciones y otros. Creadora, productora y locutora del programa radial Noches de Rock, espacio de entrevistas a bandas de la escena rock independiente local, transmitido entre los años 2005 y 2009 en formato podcast y en la red de radios comunitarias de Chile. Columnista de la emblemática revista de metal Grinder Magazine. Formó parte del equipo de cobertura de shows en vivo para la agencia FotoRock,cl y autora de la sección Memoria Rock para la misma plataforma. Autora de la Columna Disco Eterno en Disorderl.cl, y colaboradora en Revista La Noche. En 2013 funda Crónica Sonora, medio digital que dirige actualmente .
DAFNE AVENDAÑO: «PLAZA ROCK ES UN LUGAR PENSADO EN LAS BANDAS Y EN LA AUDIENCIA»

DAFNE AVENDAÑO: «PLAZA ROCK ES UN LUGAR PENSADO EN LAS BANDAS Y EN LA AUDIENCIA»

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Dafne Avendaño es productora general del festival de rock psicodélico, gratuito, y al aire libre Plazita Rock, realizado desde 2016 en la comuna de Recoleta. Una iniciativa que además de recuperar el espacio público busca dar con un modelo de producción y gestión sin fines de lucro, que brinde una instancia de calidad y profesionalismo para el rock subterráneo, sus bandas y su audiencia.


No es un secreto para nadie que uno de los grandes talones de Aquiles de la actividad cultural y social en Chile ha sido la negación del espacio público arrebatado y aniquilado durante la larga Dictadura entre 1973 y 1989. Pasajeras, sin continuidad y poco afamadas han sido las instancias de este tipo desde el regreso a la democracia a principio de los noventa, la mayoría de ellas, fugaces y espontáneas iniciativas surgidas, precisamente, en los entornos más inmediatos, los barrios, las comunidades locales, precisamente surgidas de esa necesidad de expresión y encuentro, como también de esa necesidad por enriquecer la convivencia entre unes y otres. Pero en la vereda del frente, otro fenómeno opuesto tuvo lugar con la expropiación del espacio público y las instancias de este tipo por parte de las instituciones generalmente más privilegiadas en términos administrativos y burocráticos, institucionalizando este tipo de iniciativas ya sea desde el Estado o desde empresas privadas. Con este panorama de ires y venires, la plaza pública ha sido hasta nuestro presente un lugar de disputa permanente entre el poder y la ciudadanía, entre las instituciones y las personas, entre el arte y la rutina, entre lo pagado y lo gratuito.

Esa misma plaza pública que ha sido el rincón de los abuelos y las palomas, de la juventud callejera, de los escolares durante o después de clases, el lugar de las parejas enamoradas, el lugar donde juegan las niñas, niños y niñes, el lugar de quien duerme en la banca bajo un cartón o donde habita el perro comunitario, ese lugar donde se celebra y se protesta, el lugar donde se concentran las alegrías y las frustraciones de toda una comunidad, nos reconozcamos o no, en ella. En muchos aspectos pareciera ser que parte de ese habitar y esa búsqueda de encuentro fuera parte de la génesis de un proyecto como Plazita Rock, cuya simple y primordial idea, fue una sola, ocupar y convocar en la plaza del barrio.

Iniciada, casi a modo de experimento, por un grupo de mentes curiosas que quisieron ver qué ocurriría al armar una jornada de bandas en vivo en una plaza de su barrio, el primer ensayo de Plazita Rock antes de ser Plazita Rock surgió en 2016, en una primera e improbable versión que resultó mejor de lo que se esperaba. Una de esas mentes curiosas fue Dafne Avendaño, actualmente productora general del espacio que ya alcanza cinco ediciones.

Dafne es contadora – auditora, gestora cultural y productora de eventos, labores en total convergencia y complemento que hoy le permiten subsistir económica y espiritualmente, como también, en lo concreto, llevar a cabo de manera efectiva la producción de un evento musical, libre y gratuito, donde el ingenio y la capacidad de generar las condiciones colaborativas y logísticas han sido hasta ahora fundamentales para continuar con el proyecto que nació sin pretensiones, ni proyección alguna, siete años atrás.

Pero el germen de todo esto proviene de mucho antes, de un tiempo sin certezas y cero conocimientos, un tiempo lleno de instinto e impulso juvenil. Su primer acercamiento a la noción de producción de eventos se remonta a la seminal época escolar y adolescente, en la que, de alguna forma, para bien o para mal, se esculpe el espíritu. Así lo reconoce ella al repasar su propia historia situándonos en el momento aquel en que organizó una tocata en su colegio, dato crucial que parece darle sentido a todo cuando pensamos en ese primer espacio público, social y de convivencia con otros humanos, la escuela, ideal y utópicamente imaginada también como el espacio de desarrollo y crecimiento para nuestros intereses y talentos. Sin saberlo, aquella tocata encendería la llama de quien más tarde decidió entrar al instituto Arcos para cursar Gestión Cultural y Producción.

“Si me preguntas nunca me imaginé que iba a terminar haciendo esto, pero tengo un recuerdo muy antiguo de cuando tenía dieciséis años, en el colegio organicé mi primera tocata haciendo un poco esto mismo. Después de salir del colegio y entrar a estudiar para obtener algún título, empezó como el cuestionamiento de decidir si me gustaba o no lo que hacía y buscar otra cosa, ahí me enfoqué en la producción y gestión” me cuenta Dafne entre el asombro y la nostalgia.

¿Pero cuánto tienen en común el patio o gimnasio de un colegio con la placita del barrio? Quizás mucho, quizás poco, quizás lo único que tienen en común, sea lo más importante, la necesidad de esparcimiento, de encuentro con otros, y con las formas de vibrar y expresar, el encuentro con lo que hacemos, lo que somos, y también con lo que queremos hacer y lo que queremos ser. Desde ahí no parece raro que la idea de una tocata escolar o una tocata al aire libre en una plaza se perfilen como espacios cercanos y vitales para el circuito musical. Sin ir más lejos, en Estados Unidos existe todo un circuito musical de festivales y bandas escolares. Por otro lado, la cultura de festivales al aire libre de micro producción o festivales locales son ítems, en cierta forma, obligados en cada comunidad. Pero ¿Qué pasa en Chile con los festivales ya sean barriales o comunales? ¿debería cada comunidad gestionar el suyo?

En la idea de Plazita Rock se cruzan varias líneas, en su base, la idea de una tocata al aire libre donde pudieran encontrarse bandas amigas, y público a fin, solo a escuchar y ver música a la salida de sus casas o en un barrio aledaño fue para Dafne y sus compañeros organizadores lo que dio forma al primer ensayo de esta plaza rock, donde todo se resumió a ocupar la plaza del barrio, la voluntad de sus amigas y amigos músicos, y observar la reacción y respuesta del entorno.

“Cuando se nos ocurrió empezar con Plazita Rock éramos más o menos seis personas involucradas en esto, tres parejas amigas. Y lo vimos como algo para pasarlo bien nosotros, nuestros amigos y conocidos que tenían bandas y tocaban, era aprovechar el espacio y armar nuestro propio panorama. Nunca fue algo para que se conociese, ni nada por el estilo. Fue algo muy sencillo en verdad y armado con préstamos, básicamente, usando el mixer de alguien tiene un Mixer, el micrófono de otro y así cada quien aportaba algo. Y por lo mismo nos dijimos ¿y por qué no hacemos algo aquí en la plaza? Tiramos la corriente de la casa de alguien porque estaba muy cerca de la plaza, caminábamos veinte pasos y teníamos corriente para un alargador gigante para enchufar los amplificadores, armamos una tarima de madera y fueron llegando los amigos espontáneamente y ahí se quedaron hasta tarde. Así fue como lo hicimos la primera vez. Así empezamos. Yo creo que muchos otros espacios surgieron de esa forma, muy artesanal, muy piola, sin grandes aspiraciones o proyecciones” señala Dafne.

Dafne y sus amigos habían dado el primer paso, al mismo tiempo que, habían descubierto las posibilidades existentes, y sobre todo, habían vivenciado cual experimento social, la reacción y la respuesta del entorno que osada pero respetuosamente habían intervenido al instalar un pequeño escenario, amplificación y bandas de rock psicodélico en pleno barrio familiar que por el contrario, sorpresivamente, no fue en ningún aspecto, un impedimento ya que la recepción de los habitantes resultó positiva, entusiasta e incluso participativa más allá de la extrañeza inicial. Aquella primera jornada de 2016, donde el boca a boca a través de redes sociales, principalmente Facebook -cuando aún era la principal plataforma de conexión – fue fundamental entre las mismas bandas participantes que quisieron ir y tocar, como también para quienes llegaron ese día a sentarse en el pasto.

Parece evidente, al oír la historia de esta iniciativa, que las buenas intenciones y la ausencia de grandes pretensiones de estos seis amigos y amigas había sido clave para hacer nacer una entretenida instancia, sencilla y efectiva, que lejos de perturbar la llamada paz ciudadana solo buscaba un espacio de intercambio para escuchar una estimulante y novedosa dosis de música en un lugar cercano, donde no hubiera que pagar entrada y a la luz del día, generando un ambiente de cotidianidad y marcado respeto con el entorno, con énfasis en resguardar el lugar y donde lo principal fuera ver y escuchar a las bandas, entrar en el viaje del sonido psicodélico, y compartir. Lejos de ser un Woodstock o un Piedra Roja de cemento, el primer avistamiento de Plazita Rock se acercó más bien a una calmada jornada de música y buena onda, esa que ocurre cuando todas, todes y todos se juntan en la placita.

“La verdad es que nunca pensamos hacer algo grande o que implicara mayor proyección y producción. Fue una ocurrencia para ver si se armaba algo, a partir de mis experiencias y conocimientos previos saliendo del instituto. Pero luego de la segunda edición el mismo 2016 y luego de la tercera nos fuimos dando cuenta que estábamos logrando hacer algo sin grandes recursos y con simple difusión de Facebook. En la plaza había gente que no era necesariamente del barrio. De repente, nos poníamos a conversar con las personas que asistían o alguien que venía a ver tocar a su amigo nos decía que lo había visto por internet, por Facebook. Otra gente llegaba y le había costado llegar porque venía del otro extremo de la ciudad, pero igual llegaba motivada y se pegaba el viaje. Con esas cosas nos empezamos a dar cuenta que la actividad en verdad llamaba la atención, y que la gente lo pasaba bien. Y con eso luego nos empezamos a dar cuenta de los pros y los contras de las primeras placitas para poder mejorar. Como, por ejemplo, la ubicación y el sector que la rodeaba ya que no era muy seguro en la noche y la locomoción tampoco, entonces podías ir de día tranquila, pero en la noche era más complicado. De ese tipo de cosas nos empezamos a preocupar” afirma la productora general.

Tal como relata nuestra entrevistada Dafne, esa loca, espontánea e instintiva idea llamada Plazita Rock, poco a poco fue agarrando fuerza dentro de su esencia autodidacta y autogestiva donde el hacer por hacer fue el primer y único movilizador, y lo que comenzó en una plaza de la comuna de Recoleta,  en la Población Venezuela, ante la mirada de vecinos y vecinas, transeúntes casuales que pasaban por ahí, y toda una improvisada producción con alargadores extendidos desde las casas y baños facilitados por un vecino buena voluntad, resultó una alentadora primera aproximación a la noción de producir un micro festival.  Por su parte, los conocimientos poseídos por Dafne durante su paso por la carrera de Gestión Cultural y Producción de Eventos fueron decisivos al momento de coordinar todo, centrándose en ella gran parte de las gestiones desde el primer momento.

“Fue ahí cuando comenzamos a pensar en cambiar de lugar y en pedir apoyo en la Municipalidad para ver si podíamos continuar haciendo lo que hacíamos porque lo hacíamos sin permiso de nadie. Aunque a los vecinos del entorno tampoco les molestaba, a ellos les gustaba que se aprovechara el espacio, algunos salían a vender completos y otras cosas. Entonces, era todo muy, muy espontáneo”.

De un encuentro sin nombre en la plaza, nacía con todas sus letras Plazita Rock, y sus tres siguientes ediciones bajo los nombres Earth Cycles en 2016, Electric Vibes de 2017 y Frecuencia Infinita en 2018, ya con una clara línea editorial definida que desde un principio se inclinaba hacia el circuito del rock psicodélico y pesado, convocando y dando un espacio a un circuito en permanente renovación y con un flujo constante de proyectos musicales desarrollando propuestas vinculadas y provenientes del rock lisérgico, pesado, stoner, doom y noise, entre otras sonoridades no tradicionales ni masivas.

El punto de inflexión tuvo lugar con el avistamiento de la tercera edición en 2018, decidiéndose a buscar un nuevo sector y recinto para poder llevar a cabo la tocata que ya era un festival. Con esa decisión vino de forma inseparable la necesidad de articularse como una organización cultural para poder solicitar apoyos de la Municipalidad. En esta nueva formulación la capacidad de coordinación aplicada por Dafne como impulsora central, favoreció la buena acogida por parte del municipio quien dio cuenta del formato de trabajo diligente y articulado del equipo organizador liderado por Dafne. En el ánimo de mejorar la experiencia de música al aire libre, la relación con la Municipalidad y la Corporación Cultural de Recoleta dio buenos frutos logrando apoyar con equipamiento, mesas de sonido, baños y la facilitación de un nuevo recinto; el club deportivo del cementerio general.

“El hecho de cambiarnos de lugar nos abrió la perspectiva. El hecho de tener mejor conexión, en un lugar tranquilo sin vecinos donde podías meter más bulla. Y en ese momento empezamos a trabajar con la Corporación Cultural de Recoleta y lo hicimos para tener todo en regla administrativamente y evitar posar por problemas desagradables de permisos como que llegara carabineros por el volumen de la música y te suspendieran el evento, por ejemplo, no queríamos llegar a pasar por eso. Y cuando agarramos el ritmo de manejar el papeleo de la parte administrativa con la municipalidad por un lado y con el cementerio por otro, decidimos dejar todo ok. Habíamos logrado conseguir un lugar privilegiado y con buenos accesos que no nos podíamos farrear, entonces dijimos démosle, y comenzamos a buscar bandas que tuvieran más bagaje en el under y que pudieran traer más público, que tuvieran su cuento ya armado, aunque en general no buscamos bandas conocidas ni que tuvieran muchos seguidores en las redes porque en realidad eso no es indicativo de nada, sino con la idea de llegar a la gente que estuviera interesada, a los amigos de las bandas, siempre con el afán, hasta el día de hoy para mí, que las bandas tocaran con público y no con el afán de hacernos conocidos, sino que pensando en las bandas, en el público como centro, y que cada quien traiga a sus amigos, a su familia, a sus primos, guardando ese espíritu y funcionando así, todavía se necesita funcionar así, eso es lo que trato de transmitirles a las bandas, que esto lo hacemos todos, no esperen que porque se hace un afiche bonito la gente va a llegar automáticamente, no es así»,afirma.

Plazita Rock daba otro paso en su singularidad como una actividad cultural y musical en la comuna ya conocida por su interés en el desarrollo de instancias gratuitas como, por ejemplo, el célebre festival de músicas del mundo Womad, realizado precisamente en el mismo club. El acercamiento con la Corporación cultural surgió para la tercera versión y fue algo positivo, la acogida fue super buena, nos prestaron unos de los mejores baños químicos full equipados, que tenían de todo. Antes el baño lo prestaba un vecino y la verdad es que eso ya no podía seguir. Nos prestaron mesa de sonido, y otros implementos. Se dieron cuenta de que no éramos tan desordenados y que sabíamos lo que queríamos hacer, que hacíamos las cosas con tiempo, sabíamos lo que necesitábamos y que teníamos clara nuestra idea y les gustó bastante esa idea porque no había ni hay hasta ahora iniciativas de este tipo en la comuna, la mayoría son iniciativas dedicadas al folclore, a la danza, al cine. Y hasta ahora ha sido una excelente relación y una excelente experiencia”.

“A los vecinos les gustaba mucho. Creo que eso se atribuye a que el rock hace un filtro inmediato, no llega todo tipo de público, sino que llega uno muy específico. Y con rock psicodélico o experimental aún más. Siempre tratamos de hacerlo agradable para el entorno. Pudieron pasar alteraciones, pero no ocurrió. Sabíamos que al utilizar un recinto como este iba a ser una preocupación el control de un evento gratuito donde todos llegan y entran. Sobre todo, si es un recinto privado, porque es un recinto privado, ni siquiera es arrendado, sino que prestado. Yo soy muy quisquillosa con eso y mi idea es que ojalá que no le saquen ni una hoja, ni un árbol, ni un arbusto. Cuidarlo al máximo. Y eso hemos tratado de hacer desde el principio y así ha sido, se ha mantenido un ambiente de buena onda y tranquilo sin desmanes ni desorden, cada quien disfruta y respeta el espacio. Es un público que no anda haciendo desórdenes o desmanes. Ha sido bastante buena la experiencia hasta ahora en ese sentido y no creo que vaya a cambiar mucho”, señala.

Del mismo modo que nos ha reiterado la esencia con la que surgió Plazita Rock, Dafne nos comenta que nunca le ha parecido relevante el hecho de ser una mujer en el mundo del rock u organizando un festival, aunque ante nuestra insistencia al decirle que no podemos, ni queremos pasarlo por alto, nos dice que tenemos razón por un lado, pero que no quiere que se hable del festival por el hecho de ser organizado por una mujer sino más bien “Lo que pasa es que me gusta que se hable del festival, y de las bandas, y que se hable de lo que se hizo, no busco que se diga que lo hace una mujer, creo que si se habla del festival se hable porque les gustó y porque estuvo bueno, y si lo hiciste bacán seas hombre, mujer o perro debe dar lo mismo, lo que importa es que se hizo bien, igual cuando contacto a cada banda desde Plazita Rock todos creen que hablan con un hombre, me da mucha risa eso”.

A pesar de la reticencia de nuestra entrevistada, la presencia de sus coproductoras, Catalina González y Darling Briceño ambas, parte del equipo central de producción junto a Dafne, hacen que por Plazita Rock pase inevitablemente un componente de género, consciente o inconsciente, influyendo en las formas de trabajo y en la ética de la gestión cultural – musical de predominancia masculina, sin ir más lejos, por ejemplo, visibilizar la presencia de mujeres en la producción de eventos de rock, es algo que puede contribuir a disputar el sentido común – que anteriormente Avendaño retrataba en anécdota -, cuando permanentemente se da por hecho que la organización está a cargo de otro hombre, reforzando la vieja idea de que la mujeres muchas veces son vistas como intrusas o como rarezas en terrenos como este. “Yo creo que no saben qué decir cuando ven que es una mujer la que está detrás de una instancia como esta, como que se cortan. Esta vez fue súper directo esa parte porque todo el trato con las bandas lo manejé yo, y parece que para ellos es más fácil tratar con hombres. Igual siempre está el prejuicio de que una no cacha nada. Yo tampoco soy la más experta, no soy música, ni conozco todo su aparataje técnico, lo mío es la producción. Pero siento que es más cómodo para ellos tratar con hombres. No puedo hablar de reacciones malas sino más bien de sorpresa e inesperada. En la parte técnica se ve eso, porque también es más frecuente que haya hombres a cargo” comenta Avendaño.

Otro punto que sale a flote en nuestra conversación es la presencia de mujeres en las bandas y en la audiencia, presencia que, en particular, en el circuito psicodélico es visiblemente minoritaria, a pesar de ser una escena joven en relación a otras escenas de rock subterráneo, cuyo rango etario se encuentra entre los 30 y los sub 30.«La participación de mujeres sigue siendo muy baja en el circuito psicodélico, prácticamente no hay bandas con mujeres. No sé que pasa ahí. Sería importante que se aventuraran y hubieran bandas de mujeres o con más integrantes mujeres haciendo este estilo. En el público creo que hay más, es más compartido pero aún estamos por lo bajo, yo diría que las mujeres somos un cuarenta por ciento y los hombres cincuenta por ciento del público».

El camino realizado por esta organización cultural poseedora de personalidad jurídica desde 2017, puede ser visto, sin duda alguna, como una formidable experiencia de desarrollo de gestión cultural para la actividad musical, donde la voluntad, el trabajo mancomunado, los objetivos claros y el conocimiento especifico, pueden hacer crecer una idea hasta convertirla en una iniciativa con significativo potencial y proyección colectiva, ya que de alguna forma, en estos cinco años, Plazita ha ido siguiendo y transmitiendo el pulso del circuito de rock subterráneo, noise, psicodélico y stoner por cuyo incipiente reducto han pasado bandas como Gangrena Surf, Los Tábanos Experience, Ruido Blanko y Sonic Dealer, entre otras de perfil completamente emergente, operando como un valorado primer escenario que puede permitirles a los recién iniciados acceder a más oyentes, y vincularse con todo un circuito. Sin lugar a duda, un movimiento clave para hacer escena e impulsar desde una esquina el trabajo de una banda.

“La primera versión fue “Quien quiere participar” – risas – el segundo fue un poco más selectivo, pero tampoco hubo mucho filtro. Las primeras veces pusimos avisos en Facebook y cayeron bandas que querían tocar. Llegaron Los Tábanos o Bruha, una banda que tocaba en esos años. Ahora fuimos escogiendo más con pinzas, primero definiendo qué tipo de rock íbamos a mostrar, descartando rock tirado para el metal, rock tirado para el punk, y dijimos rock psicodélico que también era el estilo más afín con nuestros gustos, y con lo que nos identifica”, agrega Dafne.

El festival registra su propia evolución y sus propios hitos, y la vinculación con la Corporación Cultural de la comuna ha sido uno de ellos, vínculo que se constituye como su primer apoyo formal y que luego de tres años, en esta quinta edición, les brindó la posibilidad de acceder a un pequeño financiamiento a través de fondos concursables del Ministerio de las Culturas y las Artes. “En esta versión contamos con una pequeña financiación obtenida a través de fondos mediados por la Corporación, reconocimiento que va para ellos por habernos considerado, y por hacernos formar parte de esa convocatoria junto a otras organizaciones. Esta nueva edición viene con una renovación de imagen, cambió todo, creo que un hay un salto entre lo que fue y se puede ver en redes sociales, y lo qué es ahora. De dónde viene y a dónde se pretende ir”. Enfatiza la gestora cultural.

Entre 2019 y 2020 el festival planeaba llevar a cabo su cuarta versión, bajo el nombre Ritual Ancestral – Sonidos Magnéticos con bandas confirmadas como Vago Sagrado, Demonauta, Ruido Blanko y Dominios Perdidos, entre otras, junto a una feria de sellos discográficos que incluía a ETCS Records, Aullido Records, Cisterna Bizarre, y C.F.A. La fecha programada para el 9 de noviembre de 2019 se postergó debido a los acontecimientos enmarcados en el estallido social, con vistas a marzo de 2020, cuando el mundo, totalmente des previsto, no imaginaba la llegada de una pandemia que pondría en suspenso todo.


RETOMANDO EL RUMBO


Con dos años transcurridos entre aforos limitados, mascarillas y restricciones de todo tipo, finalmente Plazita Rock pudo retomar el rumbo y regresar con una quinta versión en un contexto cargado de ansias y en plena reactivación del circuito musical. Una reactivación que ha sucedido como avalancha con el término de las prohibiciones, dando paso a una copada agenda de tocatas y festivales por doquier. Precisamente, parte de las bandas de esta quinta edición eran parte de las ediciones no realizadas. “Algunas de las bandas que forma parte de V Dimensión son las bandas que estaban programadas para la versión 2019/2020 y que no pudimos realizar por el estallido social y luego por la pandemia. O sea que estaban pendientes desde ese momento y ahora se dio la oportunidad de que estuvieran presentes. Además, esta quinta versión, tiene un nexo con el nombre por eso se llama V Dimensión” cuanta Dafne.


LA CURATORÍA


Uno de los procesos vitales de toda programación musical y artística, es la curatoría, y la forma en que ésta se lleva a cabo, de acuerdo a lo que se quiera proponer y mostrar. Observar, escuchar y leer son siempre parte del proceso.  Y en el caso de la música, poder presenciar a las bandas en vivo como también escuchar detenidamente su material grabado resulta fundamental y básico. “Usualmente lo que hago es ir a ver a las bandas en vivo y revisar detalladamente las redes sociales en busca de bandas que puedan estar haciendo algo relacionado a lo que estamos mostrando. Siempre estoy mirando perfiles, buscando afiches y material para escuchar, aunque no esté grabado en la mejor calidad pero que haya algo para oír, aunque sean dos canciones grabadas. En esta ocasión toda la selección de bandas pasó por mí. Algunas de ellas ya estaban contempladas y ya conocía su trabajo como La Experiencia del Espíritu Cósmico, a ellos los conocimos por Ruido Blanko también del litoral, que han estado dos veces en los primeros placita. Fuimos a verlos, conversamos, y quedamos. Para mí fue interesante verlos con un rock psicodélico más prendido, muy al estilo del boom de psicodelia australiana que hoy es conocida como King Gizzard & The Lizard Wizard. Me gustó mucho lo que vi, creo que en 2019 no había otra banda que sonara así».

“Otra banda que descubrimos para esta edición fue a Trakum, ellos son de Concepción y los descubrí por redes sociales, ellos son bien interesantes, tienen su propio sonido y son unos cabros super mateos en la música y para tocar, están haciendo algo muy interesante no se si pueden comparar con algo. Tuve la oportunidad de verlos en vivo con Agudos Gritos Tape aquí en Santiago. En el caso de Dinastía Moon tuve la oportunidad de verlos en vivo en Klama, con dos baterías y el Citar. Dominios perdidos son de Santiago y era una de las bandas que iban a estar en la edición que no pudimos hacer. Oscar Hidalgo es muy virtuoso en guitarra, fue otra banda que me sorprendió harto al verla, y que creo que sobre sale bastante. Red Valley de Rancagua con su stoner instrumental, se acercaron a nosotros y luego con el ajuste del line up pudimos sumarlos, aceptaron unirse y tocar. A Satanic Waves los descubrí en el festival SpaceTrip, luego llegué a escuchar el disco y me pareció muy bueno de principio a fin, no le sobra nada a ese disco, después de eso quise contactarlos pensando que podía ser complicado porque eran de Pucón pero si les ofrecía transporte podía resultar y resultó. Tomi Sombra marcó la diferencia, para mí fue una gran sorpresa conocer su música, en el estilo de Marc Demarco, solista folk relajado con una onda completamente distinta a las bandas del cartel. Eso me gustó. Su presencia refrescó el line up para no hacerlo tan cargado a una misma línea porque no tienen que ser todos iguales y tocar todos lo mismo”. Afirma la productora

Como es posible apreciar, Festival V dimensión llegó con un cartel marcado por una significativa descentralización, con solo dos exponentes santiaguinos y el resto, provenientes del litoral, la zona central, y el sur del país. Algo no menor, que le otorga valor agregado si hablamos en términos de impacto y expansión de un circuito ¿Qué posibilidades de desarrollo tiene un circuito musical sin intercambio? probablemente muy pocas. “Creo que el circuito está disperso y hay que hacer que se encuentre. No es solo uno, sino que cada región tiene el suyo, y estas bandas lo demuestran, creo que hay que juntarlos, mostrarlos y hacer lazos entre cada uno” recalca Avendaño.

En rigor, siete han sido los años de trabajo de Plazita Rock, desde aquel primer ensayo en 2016. Siete años en que Dafne como fundadora y productora a cargo, ha observado las debilidades y virtudes del circuito musical subterráneo sobre todo del circuito de música en vivo carente de espacios, condiciones, buenos tratos y financiamientos. Siete años en los que ella ha aprendido y aplicado la autogestión, empapándose de una escena que brota por todas partes con sonidos y propuestas en permanente renovación y elaboración. Creo que en general hay super buena música, buenas bandas haciendo cosas interesantes, quizás no todos son muy conocidos, ni pueden llegar a hacerlo, no me molesta esa idea, es casi como una selección natural, no todos pueden ser igual de conocidos o consagrados, el que sobresale más lo logra o el que tiene más suerte, no sé, muchas cosas influyen que no siempre tiene que ver con que la banda sea buena o mala. A lo mejor hay gente que necesita ser más visibilizada. Creo que hay una sobreoferta de bandas y producción musical, no creo que nadie conozca todo lo que hay. Y los espacios son reducidos siempre. Creo que ahí la medalla se la gana Woodstaco que ha logrado hacer un gran espacio para las bandas y ha hecho crecer algo que empezó sin recursos. Después de Woodstaco ha habido un cambio totalmente porque ahora hay gente se atreve a hacer nuevos festivales con camping al aire libre y no se han quedado pegados en la idea de que se necesitan grandes recursos para poder generar un espacio. En ese sentido es bacán lo que hicieron inspirando en términos de producción, de música y de gestión de nuevos espacios”.

Levantar instancias de música en vivo gratuitas y de corte no masivo en Chile, en condiciones de calidad y con parámetros profesionales, ha sido y es una cruzada en la que pocos sobreviven, sin embargo, el impulso persiste y no se extingue en un circuito subterráneo local que crece en los distintos territorios a lo largo del país, diversificándose, y otorgando espacio para cada propuesta y para cada modelo de colaboración y de sustentabilidad que se atreva a ir en busca de aquella fórmula que permita encender luces y mantenerlas encendidas.

“Mucha gente me pregunta sobre la posibilidad de llegar a cobrar entrada y dejar de hacerlo gratuito. La verdad es que en el estado actual es complejo porque hay mucha negociación con cada proveedor, aquí nadie cobra o nadie cobra lo que debería cobrar, sino que nos acomodamos, y eso se puede hacer porque es gratis, quizás no le hacemos un favor a cada servicio que nos apoya, pero el contexto aquí es underground, nadie gana dinero, se ganan otras cosas, y todas las bandas son under – under, esto no es Lollapalooza, y la idea es que siga siendo gratis».

«El rock y el under siguen siendo una tarea compleja para todos en Chile, en todo sentido, desde que una banda llegue a lograr notoriedad, o agotar entradas, aunque sea en un bar, o que se vendan todos sus discos, eso es algo que consiguen solo algunas bandas en casos muy puntuales. Y eso es porque hay una sobre oferta por eso el festival apunta a cierto tipo de bandas, desde mi punto de vista, no creo que un festival con una banda punk, de metal, de jazz, funcione tanto, es bueno y diverso, pero creo que no es efectivo para la banda que necesita ganar públicos que escuchen su música o lo que sea.  Lo que sirve es juntar a las bandas similares entre sí, es más productivo, lo haces crecer en público y compartirlo, creo que eso es lo que puede ayudar a crecer el rock. Juntemos a los similares, potenciémoslos, porque hay mucho. Aquí está el under y ese es mucho público, es una oportunidad para cada banda, sello, organización o medio que forma parte, todos ganamos público. En plaza somos un grano de arena más que forma parte de toda la gente que está haciendo cosas. Creo que es necesario enfocarse en nichos pequeños, nuestro objetivo es convocar y consolidar audiencias. Para allá vamos». Cierra Dafne Avendaño Productora General.


EQUIPO Y CRÉDITOS ■

▪︎ Idea original, investigación y edición : Rossana Montalbán 
▪︎ Entrevistas y textos: Rossana Montalbán
▪︎ Diseño gráfico: Mp4 Comunicaciones
▪︎ Fotografía: retratos originales realizados por Crónica Sonora
▪︎ Revisión y corrección : E. Mauricio M 


Fotos festival ediciones anteriores: Archivo Plazita Rock

Fotos bandas V Dimensión: Juan Manuel Aburto.


● UN PROYECTO DE CRÓNICA SONORA.CL QUE CUENTA CON EL APOYO DE CORE STGO GOB.REGIONAL METROPOLITANO – SECRETARIA GENERAL DE GOBIERNO DE CHILE● 

●FINANCIADO POR EL FONDO DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL 


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FRAN PENNACCHIOTTI BAJISTA DE EL GRAN TEMOR : ABRIENDO LA MISA NEGRA

FRAN PENNACCHIOTTI BAJISTA DE EL GRAN TEMOR : ABRIENDO LA MISA NEGRA

El Gran Temor es una de las dos bandas locales que esta noche compartirán escenario con los precursores del doom rock setentero Pentagram, abriendo una misa negra sin precedentes. El trío con base entre Temuco y Santiago, se prepara para un show breve pero retrospectivo y, sobre todo, de alto vuelo, nos cuenta su bajista Francesca Pennacchiotti, con quien conversamos sobre esta esperada noche.


Foto portada y otras : cortesía de Klama y banda


Integrante fundadora de El Gran Temor junto al guitarrista y cantante Jorge Paillao, iniciador del proyecto, Francesca Pennachiotti es pieza fundamental del sonido del power trio desde sus comienzos, ella y su bajo han evolucionado junto con la sonoridad de la banda marcada por su acento en la raíz setentera del proto doom y del doom pionero precisamente de bandas como Pentagram. Así desde sus primeros días El Gran Temor -completado hoy con Fernando Cares en batería- se situó en la poblada escena del heavy rock retro local evocando nombres como Blue Cheer o Grand Funk Railroad,- como bien reza su nombre y lo muestra la portada de su disco debut, entre otras cosas- y, desde luego, a los fundacionales Black Sabbath, referentes que sirvieron para dar forma a un sonido de antaño y con colores propios donde destacaron las influencias del blues y elementos de psicodelia puestos en un contexto doom rock cantado en español.

Con quince años en el camino, dos álbumes y una edición bajo el reconocido sello polaco Interestellar Smoke Records para su segundo larga duración Lagrimas de ácido, lanzado en 2019, la banda continúa trabajando al ritmo de su propio espacio temporal en las composiciones de su tercer disco, llevando una periódica agenda de tocatas post pandemia entre la capital y la zona sur, tras una reiterada recalendarización y una larga y, casi interminable espera de dos años, al fin, el trio se subirá al escenario de Centro de Eventos Blondie, esta noche de jueves para abrir el funeral eléctrico con la banda que definió el subgénero musical para las décadas posteriores.

A solo horas de la misa negra, conversamos con Francesca sobre el encuentro que se aproxima, los orígenes y el presente de la banda, y sobre su propia historia como música, bajista, y como una de las pocas mujeres ejecutantes en el circuito.

 

RM: ¿Cuéntame cómo empezaste a tocar bajo y cómo se convirtió en una ocupación central para ti?

FP: De niña siempre amé la música. Y siempre quise tocar un instrumento. Lo que más me llamaba la atención era el bajo ya que es un instrumento súper versátil, instintivamente rítmico, exquisitamente melódico además de ser el encargado de producir un esencial movimiento telúrico. El Sub-bajo. Empecé a tocar vieja, a eso de los 22 años. Dando jugo un par de años, intentando aprender, tuve la suerte de que un amigo me presentara a Jorge Paillao, fue el encargado de guiar mi camino, como un maestro hasta hoy en día. Se convirtió en una ocupación central para mí, con el paso del tiempo, te vas haciendo consciente que, el alimentarte de música, en una parte tan esencial para alimentar el espíritu dentro del caos del bucle cotidiano. Tienes que hacerte el tiempo sí o sí para la música.

RM:¿Qué sonidos te atraparon y formaron tu oído como bajista?

FP: En mi casa se escuchaba mucho rock clásico por parte de mi viejo y mi adolescencia estuvo marcada por todas esas bandas setenteras. En la época de la U me pegué con el jazz fusión y el rock progresivo. Después me entregué con todo al rock más moderno en casi todas sus aristas. No te voy a mencionar bandas por que son muchas!!! Pero sí a los papis, Black Sabbath, jajaja. Pero creo que la influencia principal son los amigos, son quienes te abren la puerta a nuevas bandas y a compartir música dentro del contexto de vida en el que estás.

RM ¿Cómo empezó tu historia con El Gran Temor y cómo ha sido la experiencia de mantener a la banda todos estos años?

FP: Ufff, bueno en esos años cuando conocí a Jorge Paillao creo que fue el 2004, hablábamos y compartíamos mucha música. Yo vivía en Santiago, nos juntábamos a ensayar algunas ideas que tenía en mente solo en cuerdas, para armar una banda que en ese entonces no tenía nombre y tampoco batero. Paralelamente estaba mi proceso de aprendizaje, Con el Temor hemos avanzado de manera paulatina, en todos estos años ha habido pausas importantes, considerando que he sido dos veces mamá y dediqué felizmente bastante tiempo solo a eso. También existe un gran esfuerzo por mantener a la banda activa, dentro de nuestras posibilidades considerando que vivimos en ciudades distintas con Jorge. Aún así estamos a full preparando un nuevo disco, que esperamos concretar pronto.

RM: ¿A través de que elementos se puede identificar el sonido de El gran Temor ?

FP: Sí, el sonido de nuestra banda es simple, al ser power trío es mucho más fácil definir tu sonido. Siempre con la influencia mas cálida y honesta intentando rescatar el legado de los 70s. Independiente de las influencias evidentes, buscamos tener un sonido propio que nos identifique. La evolución de la banda va de la mano con la madurez de cada uno, en la búsqueda de líneas rítmicas y melódicas que te lleven a un viaje subjetivo.

RM ¿De qué manera describirías tu evolución como bajista de un género tan especifico como el doom rock?.

FP Ha sido un largo viaje, todo empezó de forma muy fortuita, venía de escuchar música muy progresiva, con bastante información y algo pretenciosa a veces. Luego me acerqué a la simpleza y profundidad de Doom cuando me presentaron Dopesmoker de Sleep, como una especie de mantra, lenta, profunda, arrastrada, me marcó bastante. Pero creo que hay una mezcla de varias influencias ahí, las líneas de bajo vienen bastante del rock clásico, del blues, y la psicodelia, además del doom.

RM: Eres una de las pocas bajistas de doom rock en la escena local ¿Cómo ha sido para ti la experiencia desde tu existencia como mujer? ¿Tienes alguna postura al respecto?

FP : En realidad, nunca me cuestioné el hecho de decir soy mujer y toco rock, por que fue algo fortuito. Algo que creció conmigo dentro de un círculo mayoritariamente masculino, nunca tuve conflictos con eso. Disfruto tocar y compartir música con mi gente nada más. Independiente de lo anterior, hoy en día desde el contexto social siempre llevo el puño en alto por el respeto y admiración eterna a la mujer y la no violencia en cualquiera de sus formas.

FP: Está lleno de machismo, desde la música que escuchamos, a veces casi normalizando inconscientemente algunas letras dentro del rock y de varios estilos musicales En lo personal, he tenido la suerte de no sentirme atacada o discriminada, el círculo y la escena ha sido bastante respetuosa conmigo.

En los últimos años las visitas de notables bandas inclinadas hacia el heavy rock, stoner, sludge y doom se han vuelto cada vez más frecuentes de la mano de Red House Blues, que en plena sintonía con una vigorosa escena subterránea existente desde finales de los noventas en Chile, ha sabido recoger las ansias por ver a reconocidas bandas del género, provenientes de otras latitudes. Con ese espíritu, se concretó y anunció en febrero de 2020, antes que la pandemia se instalara, la histórica visita de Pentagram, momento en que el nombre de El Gran Temor sonó como uno de los actos de apertura más apropiados para la ocasión, sin perder de vista la larga lista de nombres herederos del santo grial de Bobby Leibling, existentes en el circuito local.

De esta forma, la única y primera presentación de los estadounidenses en Chile, se confirmó con dos bandas locales, El Temor y los emblemas del doom metal chileno Poema Arcanus, en el marco de la gira conmemorativa por los cincuenta años de una banda y un sonido fundamental para la evolución del rock pesado que dio vida a una serie de ramificaciones estilísticas provenientes de lo que por décadas hemos conocido como el blues funerario.

RM: Este jueves serán parte del show de apertura de una de las fechas más esperadas de la historia del doom con los estadounidenses Pentagram visitando por primera vez este territorio ¿Cómo surgió la posibilidad de abrir el show y cuál es tu relación con la música de la banda?

PF : Si!, es un honor para nosotros, ser parte de este momento tan importante ya que Pentagram es una banda que nos gusta mucho y nos ha influenciado bastante. La productora nos ofreció ser parte del show y obviamente dijimos que sí.

RM ¿Cuál crees que es la relevancia de Pentagram para el género y su sonido?

FP: Son unos de los precursores del doom y heavy metal, sentó las bases del sonido más denso, pesado y oscuro dentro de estos estilos. Imagina que su primer single es del año 72!.

RM: ¿Cómo será el show de El gran temor y que esperas de esta fecha?

Esperamos dar lo mejor de nosotros, será un show cortito, de 35 minutos. Abrimos a las 19 hrs en punto. Y ojalá tener la oportunidad de compartir con el mítico Bobby Liebling y su banda. Aprender e impregnarnos más de ellos por supuesto.

PASO A PASO, RIFF A RIFF : DIXIE GOAT CELEBRA UNA DÉCADA DE MÚSICA PESADA

PASO A PASO, RIFF A RIFF : DIXIE GOAT CELEBRA UNA DÉCADA DE MÚSICA PESADA

 

Dixie Goat pertenece a una de las últimas camadas del rock pesado surgido en el under local. Formados oficialmente en 2012, la banda hoy cumple una década, trayecto en el que han logrado ser fichados por el sello italiano Electric Valley Records, rankear en los charts especializados y contar con la participación de Jack Endino a cargo de la masterización de su último disco There’s no light without darkness. El trío celebra su primer aniversario este sábado 6 de agosto en MiBar junto a Wild Parade.


Todo comenzó a finales del 2011 cuando la idea de formar nuevamente una banda, tras años lejos de tocar, rondaba insistentemente la cabeza de Nicolás Orcaistegui, guitarrista y cantante, cuyas primeras experiencias se remontaban a los noventa con la banda Mary Jane´s Lips. Poco a poco, la idea fue adquiriendo el impulso definitivo para convertirlo en un hecho constante y, sobre todo, sonante. Así comenzó a tomar forma lo que más tarde se convirtió en Dixie Goat, nombre inspirado en las referencias musicales de bandas como Black Sabbath y Lynyrd Skynyrd.

Inicialmente conformada por Orcaistegui junto a Sebastián Martínez en batería y Javiera Guzmán en bajo, la primera versión del trío se completó de forma fluida y sincronizada entre tres viejos amigos que nuevamente se encontraban en el lugar y el momento indicado para dar vida al proyecto que los devolvería a esa irresistible cruzada de hacer música. “ Todo se dio producto de un vacío existencia que comencé a sentir luego de años sin tocar en una banda, hasta que me dije «Algo tengo que hacer». Me puse en campaña y contacté a Sebastián con quien ya había tocado en Mary Jane´s Lips, y al momento de buscar bajista, pensamos en Javiera, quien había formado parte de una muy buena banda llamada Wendigo, a finales de los noventa, y con la cual también habíamos compartido escenario en esos días. Hablamos con ella y aceptó. Fue una buena etapa inicial donde nos pusimos a ensayar cada sábado y donde empezamos a preparar los temas que fueron parte de Black Sun Child. Ensayamos sin parar durante un año hasta que empezamos a tocar en 2012”, relata Nico Orcaistegui.

Los primeros años de Dixie Goat como naciente trío de hard rock de escuela sabática, resultaron alentadores como parte de una antigua escena de rock underground que continuaba renovándose y creciendo con nuevos nombres y más profesionalismo, donde las bandas de bagaje a cuestas como Hielo Negro, Devil Presley o posteriores como Icarus Gasoline, les echaron una mano para compartir fechas y mostrarse ante la audiencia adecuada a su propuesta “Las primeras dificultades fueron los tiempos de cada uno porque todos trabajábamos a tiempo completo y solo podíamos ensayar los sábados, aún así nos hicimos y ensayábamos todo el día sacando canciones, y las tocatas primeras generalmente solo eran días de la semana en que después de salir del trabajo teníamos que ir a tocar días jueves miércoles o martes  muchas veces en locales que no cumplían los requisitos necesarios para hacer un show pero en realidad igual lo hacíamos porque necesitábamos tocar, mostrar lo que estábamos haciendo y darnos a conocer. Por supuesto también ayudaron mucho que bandas amigas como Hielo Negro, Icarus, Devil presley y un montón de bandas más nos invitaran a tocar, considerando que eran bandas que ya llevaban años tocando y eso nos ayudaba a que mucha más gente nos conociera y les llegara nuestra propuesta”. 

Para 2015 la banda se reformuló tras el alejamiento de su bajista Javiera Guzmán embarazada de su primer hijo, para luego aceptar la partida de su baterista Sebastián Martínez por temas de salud. Tras varios reajustes y cambalaches, la formación se reconfiguró con Juan Pablo Cañoles en batería y Alexis Marín en bajo junto a Orcastegui dando inicio al Dixie Goat 2.0 y con ello, a la etapa que vio nacer su primer larga duración Black Sun Child, un disco debut que tras comenzar a circular en la red a través de la reconocida plataforma Bandcamp, un 31 de octubre del 2015, rápidamente comenzó a generar interés entre los usuarios del sitio y los seguidores del heavy rock sabático y del stoner doom global. Black Sun Child, cuyo arte es una cita a la carátula del tercer disco de Black Sabbath Masters of reality, logra armar una demoledora unión entre los elementos más distintivos del hard rock de los noventas y las inconfundibles raíces setenteras donde los riffs densos y aceitosos se terminan sumergiendo en una gruesa masa de fuzz. 

Con un primer disco bajo el brazo y un sonido que comenzó a distinguirlos en el circuito, la banda se dedicó a tocar en vivo y a difundir su música, afiatando lazos y proyectándose para nuevos registros como Even Demons Have Demons de 2016, el disco split de 2017 con la banda Huérfanos Salvajes, y el EP What’s Going On de 2019. Pero seis contundentes y acontecidos años han pasado desde que la banda dio a conocer aquel primer LP a través de internet, iniciando un viaje lleno de pequeños hitos y oportunidades que no hubieran sido posibles de no existir la libre tecnología y las herramientas digitales del presente, ante eso, la reflexión y experiencia de Orcaistegui es entusiasta y satisfactoria “Hasta hace unos veinte e incluso quince para hacerse conocido había que sonar en la radio, tener un sello, y esperar que apareciera el hombre del maletín que viniera y te hiciera famoso, no tenias chance de lograr cosas, hoy gracias a la tecnología y a las redes sociales, se puede. Desde que subimos el disco a Bandcamp, sí o sí la plataforma de streaming y venta más útil y efectiva, diría yo, en todo sentido, más que Spotify y otras, sin sospecharlo y sin saber cómo funcionaba exactamente la plataforma se nos abrieron las puertas de ser escuchados y descubiertos por usuarios en todo el mundo, de ser comentados, y que se hablara de nuestra música. Sin ir más lejos aparecemos en un libro publicado en Francia el año pasado”, nos cuenta Nico.

Si su primer disco los colocó en el activo mapa del subgénero musical a través de reseñas en sitios webs especializados y en los oídos de miles de seguidores del rock pesado, su segundo larga duración There’s no light without darkness, con su batero original de regreso, estrenado en la plataforma en plena pandemia 2020, aumentó la resonancia adquiriendo una significativa llegada entre sellos y distribuidoras de doom rock internacionales interesadas en editar el disco de forma física y en cuidadas ediciones, hoy por hoy, una de las prácticas que priman y consolidan al under global. Pero antes de la buena acogida lograda, el disco ya contaba con su valor en sí mismo, destacando por su sonido analógico de cinta registrado en los estudios de BYM Records por Nes Rodríguez, y masterizado por el insigne Jack Endino, toda una jugada en términos del mastering “Comenzamos a trabajar en el disco antes de la pandemia, invirtiendo más en la grabación para grabar en cinta, en un buen estudio como el de BYM Records, con Ness donde sabíamos que podía sonar bien como los discos de Vorágine y The Polvos que nos habían gustado mucho cómo sonaban particularmente. También aprovechamos de hablar con Ness para poder contactar a Jack Endino que ya había trabajado con ellos y que para mi gusto, es un prócer de la música no solo de Seattle sino mundial, que grabó discos favoritos con Nirvana, Soundgarden, Mudhoney y Screaming Trees, por nombrar algunos, y eso era muy alucinante y gratificante. Sabíamos que Ness no masterizaba y quisimos ver si Endino se animaba, y accedió de inmediato. Lo hizo en un par de días, nos envió dos versiones y nos quedamos con una. Fue maravilloso! Todo eso ayudó a que le fuera bien al disco, salimos en el tercer puesto de doom chart entre un montón de bandas, y así se abrieron las puertas a que hubiera interesados en editarnos porque la verdad no teníamos pensado hacerlo sino que de manera digital porque ya habíamos invertido en la grabación”, señala el guitarrista.

Tras la circulación digital de There’s no light without darkness la nueva música de Dixie Goat llegó a los oídos del tejano Paul Huff y su distro The Cosmic Peddler quien fue el puente para conectarlos con el sello italiano Electric Valley Records, fichando a la banda con un contrato exclusivo por tres años para editar en vinilo el nuevo disco, convirtiéndolos en la primera y única banda chilena editada por el sello que viene tomándole el pulso al circuito mundial desde 2014. Desde entonces la puerta se ha mantenido abierta, y luego de Electric Valley, vino Olde Magick de Estados Unidos y la Ruidoteka de Buenos Aires  Argentina para las ediciones en cassette de ambos álbumes, y otros reconocimientos como la mencionada aparición en el libro francés The Stoner Anthology con más de cuatro mil bandas del género.

Calificado como un disco que perfecciona la propuesta sonora basada en riffs gruesos bien colocados en un cuadro de rock pesado hecho con certero groove, y escogido entre los destacados de la temporada, oficialmente lanzado en vivo en noviembre de 2021 There´s no light without darkness, de alguna forma sella la primera y floreciente década del trío que ha sido parte de un circuito musical que no ha dejado de crecer y renovarse constantemente, lejos de agotarse y sin encasillarse “A ninguno nos gustan mucho las etiquetas pero sabemos que son necesarias para  poder explicar como suena la banda. Tampoco me molesta pero prefiero hablar de hard rock es más amplio. Por otra parte creo el rock under va bien hace mucho tiempo, lleva gente, hay interesados en las bandas chilenas y hay muchas bandas ya en 2012 cuando empezamos eran muchas y ahora hay cada vez más profesionales, trabajando seriamente. Hay un ímpetu en hacer buenas grabaciones, en tratar de sonar bien y hacer buenas presentaciones, y eso me pone muy feliz”, afirma.

 

Actualmente con nuevo baterista, y encaminados a paso firme hacia su próximo material, no sin antes detenerse y mirar en retrospectiva estos diez vertiginosos años en que el ferviente deseo de hacer música se hizo una realidad y en que ese sueño del alma como lo llama Orcaistegui se hizo sonido “El balance es bueno, aunque la verdad podríamos haber hecho más discos en diez años,  uno cada dos años idealmente, pero se hace lo que se puede, y estamos bien contentos con eso, dos lps, dos eps, un split. Ahora estamos trabajando en lo nuevo, que esperamos tenerlo listo a fin de año y ojalá se puedan dar las mismas oportunidad que con los otros discos. Nos gustaría salir a tocar a otras regiones, y si se dan las cosas salir de gira por el continente a países como Argentina o Brasil. Nos gustaría dar el salto”, cierra Nico Orcaistegui, fundador, cantante y guitarrista de Dixie Goat.

ENTRADAS DISPONIBLES EN PASSLINE

                               Afiche por Marcelo Leyton
CHICAS ROCK : RIFFS PARA TOMAR EL PODER

CHICAS ROCK : RIFFS PARA TOMAR EL PODER

La colectiva de educación musical con enfoque de género Chicas Rock, dio inicio a un nuevo ciclo de talleres de formación continua, y próximamente anunciará una nueva edición del Campamento Rock para niñas, niñes y adolescentxs, una instancia autogestionada hasta ahora única en nuestro territorio.


 

¿De qué manera se puede disminuir, en términos concretos, la histórica brecha de género prevaleciente en el ámbito del quehacer musical? Una posible respuesta parece asomarse al observar el trabajo realizado desde 2018 por la colectiva Chicas Rock, gestada y enfocada a promover el empoderamiento y liderazgo de niñas, adolescentes mujeres e identidades disidentes, a través de la música, específicamente, desde el lenguaje del rock. El rock como expresión de poder, rebelión y, sobre todo, como vía de expresión para la conciencia de género y el feminismo.

Fomentar la participación de niñas y niñes en ámbitos profundamente masculinizados como la música y, en particular, en el rock como corriente musical, cultura e industria, implica visibilizar dicha problemática señalando sus sesgos, representaciones, y discursos predominantes, donde la contra respuesta es, precisamente, reforzar las identidades individuales no masculinas, no binarias, feminizadas, trans y disidentes existentes en la vida y en la música. Estas son algunas de las tantas cuestiones a las que se enfrentan quienes intentan abrir espacios para la música desde el enfoque feminista y de género en la cultura de rock patriarcal. La historia particular de Chicas Rock no es diferente.

Replicando las alentadoras experiencias de Girls Rock Camp gestadas alrededor del mundo, nació Chicas Rock, escuela de formación continua que busca promover el desarrollo, fortalecimiento y liderazgo de niñas, niñes y adolescentes a través del aprendizaje y cultivo de las artes musicales y sus áreas complementarias con énfasis en la creación y practica del rock. La iniciativa recogida y echada andar por la chileno-argentina Daniela Aravena, profesora de música y gestora cultural, es hasta ahora la primera en su tipo en nuestro país y por ella han pasado un estimado de 150 alumnxs, entre los 9 y los 17 años de edad. “Surgimos en 2018 inspiradas en proyectos similares realizados y existentes en Latinoamérica y alrededor del mundo, conocidos como los campamentos de rock para niñas.  Quisimos tomar esta iniciativa porque aquí no existía algo así y era importante para nosotrxs poder abrir un espacio de este tipo para la educación musical con enfoque de género. Era una idea que queríamos llevar a cabo hace mucho tiempo”, relata su gestora Daniela Aravena.

Concebido como un espacio seguro, heterogéneo y libre de prejuicios, desde entonces los encuentros y talleres impartidos por Chicas Rock, han itinerado por centros culturales y comunitarios, para más tarde experimentar la ya conocida virtualidad durante la pandemia. Entre sus contenidos han abarcado la creación y ejecución musical en guitarra, batería, piano e iniciación al canto como también talleres técnicos en sonido e iluminación, talleres teóricos de comunicación o elaboración de fanzines hasta talleres de salud menstrual, autocuidado y autodefensa, logrando establecer un programa educativo integral que brinde una base de conocimientos y experiencias formativas esenciales para su bienestar y participación desde sus individualidades y sobre todo desde la conciencia de género. “Este 2022 estamos volviendo nuevamente con los ciclos de cursos continuos y áreas complementarias que comenzaron en junio y que se van a extender durante todo el año. La idea es seguir ampliando los cursos, son pagados, con un valor sumamente accesible porque además queremos poder brindar un apoyo a nuestras compañeras, compañerxs y compañeros que imparten los talleres, ya que nuestras áreas artísticas fueron muy dañadas durante la pandemia. Entonces todo lo recaudado de las inscripciones va directamente a ellxs. Queremos ser un aporte para les trabajadores de la cultura y la música, mujeres y disidencias” nos cuenta Aravena.

Pero sin duda, el gran eje de Chicas Rock ha sido la instancia, hasta ese entonces inédita en nuestro territorio, los campamentos de rock para niñas y niñes, un encuentro de vital importancia para quienes participan en él, tanto como monitoras y alumnxs, dado su carácter vinculante, educativo extracurricular, en una etapa formativa y de desarrollo personal, donde se juegan las más profundas motivaciones e inspiraciones para la búsqueda de identidad, la individualidad y la relación con sus pares y con un otrx. Pero ¿De qué forma el rock como corriente musical y cultura puede ser una vía de empoderamiento para el feminismo y las cuestiones de género? Esa pregunta bien la podrían responder aquellas generaciones de mujeres músicas que rompieron esquemas en un universo reservado para los hombres. O sin ir más lejos, las mujeres punks de finales de los setentas quienes comenzaron la deconstrucción de los roles tradicionales de las mujeres en la música. Pero, por sobre todo, quienes más podrán ilustrarnos son las primeras riot girrrls de principio de los noventas que terminaron por afinar y establecer las bases de un movimiento eminentemente punk rock y decididamente feminista y activista, donde la guitarra y el micrófono fueron la forma más efectiva y disruptiva de alterar el orden del rock patriarcal. Para nadie es un misterio que ahí se encuentra la esencia de una instancia como esta, que alrededor del mundo se fue multiplicando desde los noventa, precisamente para dar nuevas perspectivas a las niñas y niñes de las siguientes generaciones.

Probablemente, una de las imágenes más vívidas y recientes de esa idea, fue el registro del cuarteto de adolescentes The Lindas, interpretando su canción «Racist, sexist boy», en la biblioteca pública de Los Ángeles, California, masificado por redes sociales durante 2021 en plena pandemia, en medio de los recurrentes e históricos conflictos raciales de la sociedad norteamericana. La banda de quinceañeras compuesta por Bella Salazar, Eloise Wong, Lucía y Mila de la Garza, todas niñas mestizas, no blancas, causaron tal impacto con su enérgico mensaje antirracistas y anti machista que rápidamente fueron incorporadas al legendario sello de punk californiano Epithaph Records. Pero nada de eso fue de un día para otro. Las adolescentes feministas e interraciales, ya venían tocando en el circuito de bandas colegiales y participando de los campamentos de rock para niñas existentes en su ciudad, siguiendo una alentadora actividad apoyada por su circulo familiar y educativo que proporcionó instancias y acompañamiento. Así, dos años antes, la banda de chicas logró su primer sueño, ser invitadas a abrir el show de las madres del riot grrrl Bikni Kill, en su gira de 2019.

La experiencia replicada por primera vez en 2019 por Chicas Rock bajo la autogestión y el espíritu del hazlo tu misma, creando redes de colaboración y utilizando los recursos humanos y materiales disponibles, fue el inicio de un espacio pionero que se proyecta en el tiempo, llevado a cabo en distintas comunas de la capital como la Casona Dubois en Quinta Normal, un escuela pública en Recoleta, y en el centro Hub de Providencia, y ha contado con la participación de distintas talleristas y músicas del circuito underground feminista como Horregias, Sin Lencería, Amapola Malahierba, Manul Nube ex integrante de Amanitas, entre otras. “Realizar el campamento de rock para niñas, niñes y adolescentes fue un desafío y también una satisfacción para nuestra forma de ver y sentir la música y el feminismo. Ha sido un largo camino en estos cinco años de trabajo autogestionado. En Chicas Rock nos hemos sostenido principalmente gracias a ello, y a algunos fondos como el Fondo Alquimia. En 2020 con la pandemia realizamos todo on line, y a pesar de que no pudimos realizar el campamento de manera presencial que es lo principal de esa instancia, lo virtual tuvo muy buena acogida. Este 2022 estamos definiendo la posibilidad de una nueva edición del campamento para este segundo semestre, evaluando nuevos financiamientos y abriéndonos a otras posibilidades de fondos concursables o colaboraciones, pero por ahora dependemos de eso, estamos sujetas al financiamiento para poder continuar con el campamento”, nos señala su gestora y productora Daniela Aravena.

Tras cinco años de existencia, Chicas Rock ha tomado el pulso del actual contexto feminista desde la educación musical y la instancia ha sido punto de encuentro y testigo para los primeros cambios que el movimiento por los derechos de las mujeres y las niñas han ido causando en la mentalidad patriarcal y sus acciones naturalizadas “Los preconceptos y los estereotipos con los que nos encontramos al inicio de esta labor, cinco años atrás, fueron los estereotipos de género y sobre todo los roles de género en la música en general, no solo en el rock, porque históricamente el rock y la música ha sido un espacio donde está muy marcado quién puede participar y quien tiene el protagonismo, y quién queda fuera de eso, y siempre las mujeres y las disidencias hemos quedado al margen de ese protagonismo. Son estereotipos y prejuicios muy naturalizados en las niñas aunque ahora, en los últimos 5 años, esto ha ido cambiando bastante en Chile. Parece que ahora hay más apertura, pero cinco años atrás era mucho más fuerte y se notaba más esa naturalización de los roles y estereotipos. Era común  tener vergüenza al tocar, no querer tocar fuerte o el miedo a equivocarse”.

Chicas Rock continúa su labor formativa con enfoque feminista y de género para les y las más jóvenes, con un manifiesto claro y concreto que brinda la oportunidad a esas niñas que hoy alucinan con formar su propia banda y ser una Donita Sparks, una Kathleen Hanna, o simplemente ser ellas y ellxs mismxs. “Nosotras utilizamos el rock como herramienta de empoderamiento porque es un estilo musical y un sonido muy potente como mucha fuerza y energía y queremos utilizar esa energía y esa potencia para que las niñas y niñes saquen y potencien sus propias voces y, a su vez, también buscamos generar la experiencia de formar parte de una banda  de rock, que significa muchas cosas, compartir con otras personas, con personas diferentes a ti, pararte sobre un escenario, tocar un instrumento a todo volumen, frente a otras personas y frente a un público intimidante, y todo eso ayuda a fortalecer la seguridad de les niñes y niñas en sí mismas, su autopercepción y autoestima. Creemos que el rock es una vía muy poderosa para el desarrollo personal” cierra Aravena.

A continuación conoce el detalle de los talleres de formación continua que Chicas Rock estará realizando durante todo el año.

CURSOS CONTINUOS DE FORMACIÓN MUSICAL Y ÁREAS COMPLEMENTARIAS : GUITARRA, TECLADO/PIANO, CANTO POPULAR Y GUITARRA ROCK, SOUL Y TÉCNICA DE BLUES.

Dirigidos a niñas, adolescentes, mujeres e identidades disidentes desde los 10 años en adelante y sin límite de edad, se darán en modalidad ON LINE y se impartirán durante todo el año. INSCRIPCIONES AQUÍ

TECLADO / PIANO (Inicial/Intermedio)

El curso propone un espacio de aprendizaje activo y lúdico en torno al piano, en un ambiente amigable que permita abordar sus principales técnicas de ejecución y desarrollar habilidades musicales.

El objetivo de las clases es lograr un manejo del instrumento que nos posibilite tocar diversas canciones y piezas instrumentales, acompañarnos al momento de cantar y conectarnos con nuestra propia sensibilidad musical a través de la improvisación y la creación musical. Se abordará la lectura de partituras como un eje transversal en el aprendizaje del instrumento.

Contenidos:

Ejercicios de técnica para coordinación de mano derecha y mano izquierda

Juegos de exploración e improvisación musical

Desarrollo de habilidades en torno a la creación musical

Práctica de repertorio, canciones y piezas instrumentales

Aprendizaje de teoría musical básica necesaria para la lectura de partituras de piano

Dirigido a: Niñas, adolescentes, mujeres e identidades disidentes, desde los 10 años en adelante y SIN LÍMITE DE EDAD

Horarios disponibles: Lunes entre las 16:00 y las 19:00 Hrs.

Retribución: $25.000 mensual. Modalidad grupal, 1 hora semanal.

Modalidad: ONLINE

GUITARRA ROCK, SOUL Y TÉCNICA DE BLUES

El curso de guitarra rock, soul y técnica de blues busca adentrarse en estos géneros haciendo principalmente una escucha activa sobre distintxs artistas influyentes de la época, entendiendo las raíces de estos géneros, es decir de donde viene, su contexto social y político. Se estudiará la técnica de blues tanto acústico como eléctrico. La práctica será fundamental para entender los estilos.

Siendo el blues un género que surgió anterior al rock y al soul, se buscará también incorporar esos otros dos estilos y sus técnicas, además, el taller será un espacio de retroalimentación de aprendizaje para aprovechar los conocimientos, inquietudes y objetivos que traigan les participantes.

Contenidos:

Coordinación motriz y ejercicios de técnica para mano derecha e izquierda.

Aprendizaje de los acordes principales del estilo en diferentes posiciones con sus extensiones e inversiones.

Riffs y bases de acompañamiento.

Estructura de canciones y material auditivo para practicar.

Lectura de tablaturas para guitarra y solos de guitarra.

Técnica de Slide.

Afinación abierta.

Repertorio (canciones).

Dirigido a: Niñas, adolescentes, mujeres e identidades disidentes, desde los 10 años en adelante y SIN LÍMITE DE EDAD.

Horarios disponibles: Miércoles/Jueves a partir de las 17:00 hrs.

Retribución:

– $25.000 mensual. Modalidad grupal,1 hora semanal.

Modalidad: ONLINE

 

CANTO POPULAR 

El curso se enfoca en entregar los conocimientos de técnica vocal que te llevarán a desarrollar tu voz! Iremos a tu ritmo y según tus necesidades, sin importar si aprendes de cero o si ya llevas algún tiempo.  Tendremos como objetivo principal la transferencia de conocimientos de técnica e higiene vocal que permitan abordar cualquier género que desees de manera sana y logrando un resultado artístico cada vez mejor, mejorando cada día más tu afinación, entrenamiento auditivo, postura, emisión y proyección del sonido.

Contenidos:

Ejercicios de step-out para desconectar del stress del día.

Ejercicios de respiración y vocalización.

Ejercicios de tracto vocal semi-ocluido (ETVSO).

Técnica vocal aplicada al repertorio

Dirigido a: Niñas, adolescentes, mujeres e identidades disidentes, desde los 10 años en adelante y SIN LÍMITE DE EDAD

Horarios disponibles: Sábado entre las 10:00 y las 15:00 Hrs.

Retribución: $25.000 mensual. Modalidad grupal, 1 hora semanal.

 

LIGHT: EL VIAJE SONORO DE TESSIE SPOLJARIC

LIGHT: EL VIAJE SONORO DE TESSIE SPOLJARIC

Tessie Spoljaric presenta Light, EP de cinco tracks, editado por Beast Discos. Trabajo que se configura como un personal viaje sonoro a los recovecos del ambient y al universo de Tessie a secas, en el presente, dando a luz nuevos sonidos.

Fotos por Ricardo Salamanca


Una adolescencia en el viejo continente marcada por el punk y el post punk, y una pronunciada inclinación por la literatura y la escritura, son quizás, algunas de las claves en la personalidad de la  compositora, bajista, tecladista, cantante, y también traductora anglo-croata Tessie Spoljaric Woodgate, radicada en Chile desde 2003, al frente de Intimate Stranger, banda con la que ha desarrollado una destacada trayectoria en el indie rock local, que ahora continúa de forma individual, a su propio ritmo y en su propia luz, en un viaje sonoro donde se funden lo programado con lo análogo como resultado de un desplazamiento meramente intuitivo y expresivo de su momento y estado.

Fue en los primeros años del nuevo milenio, cuando Tessie comenzó a darle forma a su trabajo musical, conformando Intimate Stranger junto a Lautaro Vera, ex miembro de Disturbio Menor y Don Fango, dando vida a una de las bandas que supo acuñar el sonido post punk e indie en el circuito chileno, en buena parte, gracias al sello genuino aportado por la música anglo-croata, cuya sintonía con el género musical resultaba evidente y consistente en su forma de cantar, tocar, y actitud sobre el escenario, otorgando a Intimate Stranger un logrado y distintivo ADN, que los hizo una banda sobresaliente dentro de la movida de los últimos quince años.

El periplo de Tessie como vocalista, bajista, compositora en Intimate Stranger continúo hasta hace un par de años cuando editaron Not waiting for anything (2020), completando con la banda una discografía de seis títulos Life Jacket (2008), Under (2010), White Streets Dark Fields (2012) Conversación Imaginaria (2014), Just (2016).  Pero antes de esa última entrega, en 2019 ya era posible verla tocar con la banda ANMLS, incluso en medio de la revuelta en plena Plaza Dignidad. Tessie seguía su rumbo.

Con el correr de los meses y la llegada de la pandemia, vino la inquietud por desplazarse de la música hacia el resto de sus intereses, la escritura, la lengua, la traducción, mientras esperaba que la compulsión por volver a tocar y componer regresara de manera natural, y así fue. “Durante 2020 aproveché el contexto de la pandemia para tomar una pausa de la música y enfocarme en otras cosas. Igual tocaba piano, por ejemplo, pero no estaba activamente componiendo canciones o proyectándome hacia algo específico musicalmente, o no lo sabía. Si, sabía que quería volver a tocar y crear música – sola o en colaboración con alguien- en algún momento, y me dejé guiar por la intuición, a ver que pasaba, sin forzar nada” relata la artista.

Tras la pausa y el esparcimiento, todo vino de forma natural, la necesidad creativa y su proceso comenzaron a nacer, y con ello una  nueva etapa artística, musical y personal que hoy ha quedado plasmada en su primer EP titulado Light, editado bajo el sello Beast Discos, y coproducido por Ismael Palma, viejo amigo y reconocido e inquieto músico y productor del circuito indie, la persona indicada para secundar a Tessie en este personalísimo viaje sonoro que captura en totalidad el actual momento de la compositora, en cada uno de sus niveles, permitiendo revelar aquellas zonas que aguardaban para ser reveladas. 

Abriendo un universo paralelo al post punk ya conocido por la música, las composiciones que dieron forma a este EP brotaron de las teclas de su otro copiloto, el sintetizador Ensoniq que la acompaña hace años, y que esta vez se volvió primordial para expresar esas primeras bocanadas de sonido provenientes de su interior. “En 2021 empecé, o más bien, volví a tocar el Ensoniq, un sintetizador que usábamos para hacer los teclados para las canciones de Intimate Stranger, Grabé un demo en casa que después terminó siendo la primera canción («Light») del EP. A mediados de 2021 me sentí lista para empezar algo nuevo y pensé en alguien que me podría ayudar a producir algo con elementos más ambient y electrónicos. Llamé a Ismael Palma, productor y amigo de hace muchos años, y le propuse mi idea de grabar cinco canciones. Le mostré el demo de la canción que tenía, le parecía interesante, y en septiembre 2021 empezamos a producir el EP en su Inmontauk Estudio”. Relata la música.

Grabado entre octubre de 2021 y marzo de 2022, el sonido sintético, sintetizado, evaporado y etéreo marcan la sonoridad de Light, que se asoma como una caricia de brisa fresca después de la lluvia, un baño de agua purificada, o un rayo tibio sol en el frío. Tessie cambia el bajo y su canto desenfadado por una mesa de teclados y una voz que invita a la calma y a los sentidos. “Sabía que los elementos claves iban a ser los sintetizadores, la voz y el piano y sabía que quería que fuera un sonido luminoso, con eco, con repetición o mantras y sin necesariamente estructuras convencionales de canciones. Y quería ver dónde me llevaba el proceso sin muchos prejuicios del resultado final. Quería que fuera rico e interesante para escuchar. Con esa visión siempre lo iba a conseguir porque la propuesta era no tener una idea exacta de lo que iba conseguir. Estaba más enfocado en mi experiencia y lo que pasaba en el momento en el estudio. La mayoría de la composición se hizo en el estudio”, señala Tessie.

Los cinco tracks que componen Light dejan en evidencia la inclinación hacia la música ambient que Sporjalic abraza por estos días, dejando espacio para la inclusión de un solo bajo y una batería análoga a cargo de Pipa Ugarte, en todo el disco para el track número 4 “Trust”, una decisión consciente e inconsciente que procuró sobre todo plasmar la fijación sonora del momento como también el sentimiento y las ideas que venían a ella en medio del proceso. “Últimamente escucho menos música que antes y me atrae el ambient porque es placentero escucharlo. Una cosa que me guiaba en el proceso de composición era usar imágenes o conceptos para guiar el sonido. Por ejemplo, llegaba al estudio y le decía a Ismael, «la base de esta canción va a ser como un caballo galopando», y buscaba el sonido de un caballo galopando en Youtube y decidía que ese era el punto de inicio de esa canción. Todo se grabó en el orden que aparece en el EP durante un periodo de seis meses. Efectivamente hay solo un bajo grabado en todo el disco en la cuarta canción. El resto del disco se centra en los sintetizadores, uno sobre el otro. En capas, el Crumar Performer, el Roland SH5, y el piano, entre otros”. Explica Spoljaric.

Explorando sobre su propia necesidad creativa, como sujeta e individua, la música hoy se presenta simplemente como Tessie, nombre de pila que basta y sobra para contarle al mundo cómo suena la luz para ella, o cómo se da a luz un nuevo sonido venido exclusivamente de su experiencia única, propia e intransferible como también urgente de expresar.   “Originalmente yo le decía al proyecto «Process Project», porque para mi era eso – era importante el proceso y la experiencia de crear. Lo hicimos en colaboración con Ismael, pero era mi visión y mi historia en la que él me ayudó a realizar y reflejar el sonido.  Además, tengo historia tocando en la escena musical «underground» aquí entonces hay gente que igual me conoce por mi nombre, entonces se sentía cómodo, como «hola, soy yo y hice esto. La experiencia de expresar y crear algo propio fue muy enriquecedor y necesario para mi en el momento. Intimate Stranger tenía su estilo y dinámica definida en términos de sonido o el proceso de composición etc. Y este nuevo proyecto era más como una exploración solo para mí, y por otro lado era un desafío. El proceso se volvió mucho más personal, más simbólico, introspectivo y sanador también. El disco es un viaje interno y musical que refleja mi transformación en el momento que se hizo” afirma.

La vida de Light recién comienza, y durante la primavera será oficialmente presentado en vivo en algún lugar de Santiago. «El lanzamiento en vivo de Light se estima para la primavera de este 2022,  quiero tiempo para armar la experiencia en vivo.  Siento que la experiencia de tocarlo y cantarlo en vivo va a ser otro paso, otra etapa en el proceso. Conectar con la gente, compartirlo, vivirlo en el momento tiene su magia y poder también. Y de ahí armar una gira por Chile e Europa. Y también grabar otro disco cuando sea el momento hacerlo» cierra Tessie.

 

RAYÉN QUITRAL : UN CANTO DE FUEGO Y TIERRA

RAYÉN QUITRAL : UN CANTO DE FUEGO Y TIERRA

La historia de la primera soprano de origen Mapuche en Chile, Rayén Quitral, fue la historia de una prodigiosa y talentosa niña cuyo talento alcanzó el flujo de un caudaloso e incontenible río capaz de recorrer territorios completos, y también fue la historia de una nación mestiza y multicultural que padeció los obstáculos y prejuicios propios de un profundo e histórico conflicto étnico-cultural capaz de relegar y omitir todo un legado artístico.


 

«Hay en Rayén Quitral una gran cantante lírica en potencia, pues difícil es imaginar voz más fresca, de timbre más grato, de más fácil emisión y extensión igual todo lo que concurre a señalar en la joven artista de veinte años un cúmulo de cualidades naturales, de las que puede esperarse el máximo para el futuro«.

La Prensa, Buenos Aires, 14 de septiembre de 1937.

La historia de María Georgina Quitral parece no haber sido muy distinta a la de toda artista prodigiosa que emprendió el viaje hacia la consagración de su propio arte esquivando barreras sociales, raciales y musicales, cuyo paso por el extranjero junto a su excelencia musical no le garantizaron una página en la historia de las grandes artistas de este país. Un viaje que careció de laureles por parte de un entorno quizás poco generoso que no se quiso convencer de su talento, transmitiendo con ello, viejos y conocidos prejuicios. Esa es la historia de María Georgina Quitral Espinoza conocida como Rayén Quitral, la primera soprano de origen mapuche de la historia musical chilena, una historia poco visitada y escrita en retazos a pesar de su significativa trayectoria internacional y de una serie de hitos que silenciosamente instalaron un precedente.

https://youtu.be/WcHjwW_lnBI
 

Niña de voz prodigiosa, nacida en 1916 en Iloca, VII región, la pequeña Georgina comenzó a deslumbrar con su incipiente canto en aquellos entornos más inmediatos como las reuniones familiares, el colegio y la Iglesia. Fue en esos contextos amistosos en los que la joven Georgina fue apodada como la “Alondra Mágica” llamando la atención de un acomodado dentista quien se convirtió en el primer impulsor del perfeccionamiento musical de la joven. Así fue como Georgina y su madre emprendieron su viaje de Curicó a Santiago para iniciar su formación, primero con clases particulares, y luego, a partir de 1935, en el Conservatorio Nacional de Música donde dio forma y disciplina a su extraordinaria voz. Finalmente, tras dos años de intenso aprendizaje, María Georgina debutó formalmente como Rayén Quitral en el Teatro Central de Santiago en un concurrido acto junto al resto de sus compañeras y compañeros de generación. Con ese gesto, la joven soprano puso la herencia mapuche entregada por su padre como elemento distintivo de su canto y personalidad, primero con su nombre Rayén, “flor” en mapudungún, y luego con el uso de vestimentas y platería tradicionales del pueblo originario, todo esto en un periodo histórico en el que comenzó a producirse la gran emigración mapuche del campo a la ciudad en una sociedad sin la idea de plurinacionalidad y con la ausencia total de valoración hacia la cosmovisión del pueblo Mapuche. El gesto fue cuestionado en el ambiente musical chileno y por la prensa especializada calificándolo como mera estrategia publicitaria, según cuentan sus cercanos. Mientras que en un par de reseñas biográficas se señala al musicólogo Carlos Isamitt como el mentor de esa decisión.

Sin embargo, desde aquel debut la trayectoria musical de Rayén Quitral recogió grandes frutos y relevantes hitos como su presentación en la inauguración del Estadio Nacional en 1938, y actuaciones en los principales escenarios para ópera del país, principalmente el teatro Municipal en cuyo libro de conmemoración para sus 150 años de historia se le destaca como una de las grandes voces que se presentaron en el emblemático recinto. Ya reconocida como una soprano sobresaliente, Quitral fue invitada a presentarse en el Teatro Colón de Buenos Aires como la Reina de la noche en la célebre ópera La Flauta Mágica de Wolfgang Amadeus Mozart. Fue en esa ciudad donde la cantante desarrolló, quizás, el capítulo más importante de toda su trayectoria con frecuentes recitales como integrante de radio Belgrano, con la grabación de dos discos 78 RPM, y la buena recepción de la prensa que escribía textos como este: “Hay en Rayén Quitral una gran cantante lírica en potencia, pues difícil es imaginar voz más fresca, de timbre más grato, de más fácil emisión y extensión igual todo lo que concurre a señalar en la joven artista de veinte años un cúmulo de cualidades naturales, de las que puede esperarse el máximo para el futuro”. Buenos Aires fue también el lugar donde inició su colaboración con el director de orquesta alemán Erich Kleiber, instalado en Argentina tras escapar de la Segunda Guerra Mundial y de los nazis.

Lejos de Chile, el periplo internacional de la Alondra Mágica continuó por largos años con presentaciones en el resto de Latinoamérica, Norteamérica y Europa. Entre los escenarios que la vieron cantar se encuentran el Carnegie Hall de Nueva York, ciudad en la que fue acogida por Claudio Arrau como su maestro por un breve periodo. Entre 1950 y 1951 una gira por Europa la llevó a presentarse en el Covent Garden de Londres y en la Alla Pergola de Florencia, entre otros reputados escenarios. En 1954 en un breve regreso al país, recibió la distinción del ‘Caupolicán’, como la mejor cantante lírica de Chile, premio otorgado en aquel entonces por la Asociación de Cronistas de Cine, Teatro y Radio. De vuelta en Europa, la cantante se instaló en Hamburgo luego de ser becada por el Gobierno Alemán, y donde fue reconocida como la mejor intérprete de Wagner y Lieder.

Su regreso definitivo a Chile no fue sino hasta 1960, periodo del cual se relatan una serie de peripecias, inestabilidad económica y desencuentros con el círculo artístico y la prensa hasta su retiro de los escenarios 1967. Un desencuentro que parece continuar hasta el día de hoy cuando se le describe como “la primera artista que utilizó la etiqueta de cantante araucana”. O incluso cuando en 2016 se cumplieron 100 años de su nacimiento, un centenario sin bombos ni platillos.

https://www.youtube.com/watch?v=G23Hm8JH6yM
SÍNDROME CAMBOYA: TODOS POR EL POGO

SÍNDROME CAMBOYA: TODOS POR EL POGO

 

Este 18 de junio se llevará a cabo la gran jornada de música en vivo Solidarirock a beneficio del fundador de Los Peores de Chile, quien hoy atraviesa un delicado estado de salud. La fecha además de reunir a siete destacadas bandas del circuito punk, ska y rockabilly local, es una instancia colaborativa que busca retribuir una vida de música y apoyo mutuo practicada por El peor de Chile y su banda. 


Foto cabecera por Andrés Sáez

 

 

Todo comenzó un par de meses atrás cuando se conoció públicamente el delicado estado de salud de un oculto Mario Carneyro, mejor conocido por todos como Pogo, fundador de la impostergable banda de punk local, Los Peores de Chile.  La situación dada a conocer a través de las redes sociales de la banda, en un comunicado enviado a todos los medios de difusión, causó gran preocupación en todo el circuito musical, alertando sobre el deteriorado estado de salud del músico, escritor, fotógrafo e ilustrador, hoy afectado por el diagnóstico de una lesión pulmonar que lo mantiene alejado de toda actividad. La noticia colocó en punto suspensivo los planes de la banda integrada por Klein y Jando Guzmán en bajo y guitarra y Cristian Araya en batería, que tras el regreso a las pistas post encierro, acumuló una serie de novedades como la edición de su libro álbum con treinta años de historia, la reedición en vinilo y cd de su fundamental disco debut, la reciente edición de la autobiografía de su guitarrista, la permanente producción literaria de Pogo, y un próximo regreso a los escenarios.

Desde entonces, las muestras de afecto, respeto y solidaridad de músicos, músicas, colaboradores y colaboradoras se han manifestado incesantemente a través de mensajes de apoyo, agradecimiento y reconocimiento a un antihéroe del punk hecho en Chile. Justamente, ese sentimiento colectivo que ha generado la compleja enfermedad que atraviesa el músico, es lo que, de alguna forma, ha dado pie a la jornada de bandas en vivo de este sábado 18 de junio, en el recinto Arena Recoleta, bastión del punk, hardcore y metal desde hace más de una década. Una jornada que, si bien busca recaudar un determinado monto de dinero que pueda contribuir a financiar los gastos médicos para una recuperación, busca principalmente, retribuir, con lo valioso e invaluable, la música y la fraternidad, de una vida al son del punk rock blusero que ha retratado en cada una de sus letras las penurias de los porfiados y marginados de siempre, con versos de ácida y desencantada poesía salida del puño de un literato innato que en otros días supo darle atmósfera y trama a un inolvidable Melodías Subterráneas, en su rol como guionista del espacio radial conducido por Rolando Ramos a finales de los ochenta. Porque así partió ese joven pero experimentado Pogo recién llegado de la vieja Europa y empapado de la movida española, tan punk y callejero como conocedor del fotoperiodismo y el cómic, actividades que quedarían en pausa para convertirse en el inadvertido guitarrista, casi un Steve Jones, de una nueva promesa del punk llamada Fiskales Ad Hok.  Un idilio que solo duró algunos años, mientras la promesa se convertía en una de las bandas punta del circuito punk, pero Pogo nuevamente emigró y siguió su forajido camino hasta llegar a los noventa y fundar su propia banda, Los Peores de Chile. Lo que vino más tarde, instalada la década de los noventa, es más o menos conocido y recordado. La fama, los videoclips, los hit radiales, el sello discográfico major, el “síndrome Camboya” y “La chichiolina”, y con todo ello, la gran estafa, un contrato discográfico que se encargó de quitarle a la banda, a sus compositores, todos las ganancias percibidas por su obra.

Pero la banda y el mismo Pogo, tras las distancias necesarias (12 años), sobrevivieron a todo eso y más, y lo hicieron llevando consigo esa temprana hazaña de haber sido la banda que llevó el punk a las hambrientas masas de un Chile en La Transición, para luego seguir su propio trayecto, bajo su propia ley, la ley de una banda de punk, esa misma banda que surgió de la necesidad imperiosa de su mentor y alma mater por volcar el ingenio, la creatividad y la prosa de los olvidados, los abusados y los inadaptados, un mentor y compañero que nunca ha querido ser más que El Pogo, y que hoy sus camaradas de banda Jando, Cristian, y Klein, vocero y gestor en acción, se encargan de tributar en vida con una fecha que reúne a siete insignes bandas del circuito punk, rockabilly y ska como Los KK, Santiago Rebelde, Machuca, Los Revoltosos, Surfin Caramba, Durango y Genitales, todo esto en una maratónica jornada cuya meta es alcanzar las 500 entradas vendidas, y con ese objetivo, por estos días, a menos de una semana, cada músico con el empuje de Guzmán Klein, se vuelcan a las redes sociales para difundir con insistencia el evento en video-invitaciones y reiterados posts para que la vuelta de mano sea tal, de parte del público como de sus colegas, teniendo presente ese mismo espíritu de antaño que los llevó al inadaptado e inconformista punk, ese punk que hoy sigue estando en la pluma, voz, guitarra, y marca registrada de El peor de Chile y cada uno de sus compañeros.

 

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EUROSHIMA: «SOMOS HIJOS DE UN MOMENTO ARTÍSTICO ESPECIAL»

EUROSHIMA: «SOMOS HIJOS DE UN MOMENTO ARTÍSTICO ESPECIAL»

La banda pionera del dark wave argentino ha retomado su historia para seguir contándola. Esta vez configurados como trío junto a su nueva vocalista China Jade, Euroshima vuelve a brillar en la oscuridad del under porteño y latinoamericano.



De carrera fugaz y un solo gran disco titulado «Gala» (1987), que se encargó de convertirlos en piedra angular y en mito para toda una generación subterránea sedienta de sonido sombrío, la banda formada a mediados de los ochenta en Buenos Aires por Fabián Iribarne, Ricardo Parrabere, José Wyszogrod y la recordada y fallecida Silvia Rodríguez (Wanda),hoy configurada como trío, regresa a las andanzas con nueva voz y con nueva música en el horizonte, algo que describen como objetivo primordial. De esto conversamos con su bajista Ricardo, miembro fundador de la agrupación pionera del dark wave y post punk argentino, Euroshima.

“Rock depresivo de la era post Joy Division con sintetizadores y cajas” así describía, por esos días, la Revista Pelo N° 307 a unos enigmáticos debutantes recientemente fichados por Polygram, tras publicar su primer y único disco «Gala» de 1987, disco que operó, con el pasar de los años, como piedra angular para toda una movida a lo largo del conosur. Pero los inicios de Euroshima fueron los inicios de toda banda que desea hacer algo acorde a sus inquietudes e inspiraciones, en un Buenos Aires estimulante y soberbio, que ofrecía una poblada y asombrosamente rica escena musical de la cual casi todo el continente sabe. «En esos días Buenos Aires era simplemente maravilloso, con una oferta artística de todo calibre y una cantidad de bandas que tocaban viernes y sábado, muchas propuestas nuevas que, como nosotros soñaban con ser parte de ése universo sonoro. Soda Stereo, Sumo, Los Violadores, Los Fabulosos Cadillac, por nombrar a los consagrados, tocaban en pequeños reductos que, de a poco iban ganando prestigio» cuenta Ricardo Parrabere.

Surgidos de las cenizas de la banda Jay Jay, y tras la integración de su guitarrista Fabián Iribarne, nació Euroshima, nombre extraído del enrarecido y belicoso ambiente sociopolítico de los ochenta en el mundo, sumergido aún en una interminable guerra fría, y dividido por el muro de Berlín. «El muro todavía dividía Berlín y la posibilidad de un conflicto bélico que enfrentara a Oriente y Occidente convertía a Europa en un hipotético campo de batalla. El slogan de las marchas que protagonizaba el partido verde alemán por aquel entonces tenía una consigna: “NO EUROSHIMA”, juego de palabras que hacía alusión a la posibilidad de convertir a Europa en una nueva Hiroshima. Ya teníamos el nombre: Euroshima» recuerda Ricardo.

Señalado como el primer disco lanzado en Latinoamérica de corte gótico, coldwave o dark. «Gala», fue compuesto y registrado en medio de un torbellino creativo y un entorno inesperado para la debutante banda que abrazaba las bondades de una vida musical al alero de un gigante discográfico como Polygram, interesado, por ese entonces, en capitalizar las revelaciones del underground porteño, siguiendo el olfato que los había llevado a destapar a valiosos nuevos tesoros encontrados en ese floreciente circuito que, más tarde serían mina de oro y referente musical de generaciones y generaciones. «El proceso creativo de Gala fue vertiginoso. Éramos una banda apenas formada y de pronto un estudio de grabación de “verdad” para nosotros. Los temas se iban sumando y el sonido final llegó en el viejo y hoy desaparecido estudio Polygram. Nuestro sonidista, Claudio Crown, se puso al mando de la consola y la idea era plasmar el vivo en la cinta con la mayor fidelidad posible. Estamos hablando de un proceso totalmente analógico, cajas de ritmo que no sincronizaban, poca experiencia pero mucha convicción». Relata Parrabere

A la grabación del disco le siguió una alentadora promoción en medios especializados que fueron aplaudiendo a la novel banda con frases rimbombantes y generosas que auguraban un alentador futuro musical para la propuesta de Euroshima. Una propuesta que, ciertamente, resaltaba por su lograda lectura de todo el espectro dark y new wave de la década, que incluía a The Cure, Siouxsie & The Banshees, Depeche Mode, A Flock of Seagulls, Sisters of Mercy, The Missión, Cocteau Twins, Joy Division, y en sus propias palabras «todo lo que captaba nuestra atención sobre todo si sonaba a desolación». Pero además, la banda contaba con esa suerte de ecuación perfecta para le época con una mujer en la voz, guitarra, bajo, caja de ritmo y teclados casi sinfónicos. La voz de Wanda, Silvia Rodríguez, poseía ese tono contra alto difícil de encontrar entre la muchedumbre, curiosamente, el mismo tipo de registro vocal que la reina del género Siouxsie Sioux. Parecía que la banda lo tenía todo y que también lo lograría todo; «Imagínate con esa recepción, pensamos que lo habíamos logrado!!!». Señala Ricardo.

El inevitable juego entre expectativas y realidad hizo lo suyo al momento de seguir adelante con el contrato por tres discos que el cuarteto había firmado con Polygram. El periodo pos Gala no fue igualmente alentador para los músicos y su frontwoman, recibiendo notoriamente menos atención y menos apoyo del sello sin obtener mayores explicaciones. La burbuja explotaba, la temperatura bajaba, el efecto demoledor de ser parte de una discográfica hacía sus propios estragos entre los integrantes y su futuro en la música, abriendo espacio para dudas, cuestionamientos y crisis vocacionales. «Éramos una banda con apenas un puñado de actuaciones en vivo y ya estábamos en su foco de atención. Todo realmente prometedor, pero las dilaciones para la nueva grabación y la poca difusión del material, comenzó a sacudir las convicciones y los intereses, no en sentido económico, pero si en lo que concierne al rumbo a tomar dentro del grupo. José Wyszogrod nuestro tecladista, tenía otro futuro pensado para él fuera de la música y se fue a vivir a Japón donde hoy es un exitoso empresario. Su hermano Ivan, lo reemplazo y de a poco nos fuimos desilusionando y alejándonos del objetivo primario, que era estrictamente artístico. Wanda, prefirió seguir otros rumbos y Fabían y yo, nos quedamos solos, pero con nuestra música». Nos relata reflexivamente el bajista.

Tras su disolución, Euroshima dejó una valiosa referencia de dark wave, post punk y sonido gótico que resultó clave para una movida que comenzaba a poblarse en en ese entonces en su ciudad con bandas como Art Noveau, La sobrecarga Fricción, y al mismo tiempo, para toda una movida subterránea ubicada en distintos puntos del continente. Recordados desde entonces como la banda pionera del sonido en toda Latinoamericana y en su condición de banda oculta con canciones que quedaron en la memoria auditiva de sus descubridores como Sonrisas fabricadas, Silencio entre nosotros y Esfumados sueños, tras décadas de silencio, abruptamente a principios del siglo XXI la banda perdió a Wanda, Silvia Rodríguez, vocalista original que dio carácter e identidad al sonido de Euroshima con una poderosa y deslumbrante voz. Pero los años harían que una nueva reformulación tuviera lugar, con dos de sus fundadores junto a China Jade su nueva vocalista, quien hoy llena y supera el vacío de esa recordada voz con una impronta y luz propia, refrescando oportuna y acertadamente la performance de la banda y su rememorado repertorio. «Si te dijéramos que nos toma de sorpresa, que muchas bandas del género nos consideren influencia, seguramente no nos creerías. Si bien en nuestro corazón sentíamos que habíamos hecho una obra digna y sin ningún tipo de concesión, sospechábamos que quizás era simplemente una mirada teñida por nuestro aprecio a lo que habíamos hecho. Todos los aciertos y errores de Gala son absolutamente nuestra responsabilidad y quizás el tiempo se ocupó de darle una importancia mayor a nuestra pretensión liminar. La lealtad de algunos seguidores, que de a poco iban encontrando en Gala alguna palabra que sentían como propias o algún sonido que los llevaba a algún estado particular hicieron el resto, de a uno. Uno por aquí, otro por allá, se fueron sumando». Afirma

En Chile, justamente la prueba más próxima de esa referencia es la declarada fascinación del dúo Diavol Strain para con la música de los argentinos, demostrada hace un tiempo con su versión para el tema Sonrisas fabricadas. «De pronto, una banda chilena, nos solicitaba educadamente permiso para poder incluir Sonrisas Fabricadas en su futura grabación. Evidentemente, alguien había reparado en una canción nuestra grabada hace 30 años y la sintió propia. Por supuesto que escuchamos la versión “fabulosa” de Diavol Strain, visceral y furiosa y claro, nos llena de orgullo que nos tengan en su estima y como si fuera poco, la paseen por el mundo. No tenemos más que palabras de agradecimiento para Diavol Strain, a quienes vamos a tener el gusto de conocer en los próximos días». Nos cuenta

Con los pies en el presente el regreso de los señalados pioneros del dark wave se proyecta con nuevo material que ya comienza a ver la luz en sus redes sociales, y una agenda de fechas en vivo que no se detiene en Buenos Aires,y que también los llevará por capitales latinoamericanas. «El presente de Euroshima se construye cada día. Gala es nuestra carta de presentación y orgullosos de ella, pero por supuesto hay nuevos ruidos en nuestras cabezas y el tiempo que no se detiene, note permite el descanso. En lo inmediato, continuar tocando en Buenos Aires, en todos los espacios donde seamos recibidos. En septiembre próximo estaremos en Lima, con la intención de seguir hasta México y se manejan algunas otras opciones que esperamos se puedan concretar. Tenemos nuevo material esperando ver la luz. “Escapando” y “Flores de Muérdago” son dos de los temas que van a ser parte del set que vamos a tocar el sábado próximo en Santiago y algunos que no formaron parte de Gala. ¿Disco nuevo? si bien no tiene fecha concreta, es nuestro objetivo primordial», enfatiza el músico argentino.

Euroshima está de vuelta sin nada que reivindicar, simplemente para seguir contando esa historia sombría y vertiginosa que los convirtió en una bien guardada joya de su tiempo, más no subvalorada. Tal como responden a esa odiosa pregunta «No nos sentimos en lo absoluto subvalorados. Somos hijos de un momento artístico especial, donde los músicos poco virtuosos pero sensibles, sentían que podían tocar, que podía crear. Muchos mejores han tenido peor fortuna y otros tuvieron, con menos, mayor éxito, si es que podemos medirlo con un parámetro general. Por supuesto que nos hubiera gustado saber que hubiera sido de Euroshima en otras condiciones, pero así fue y hoy solo tenemos alegría por este presente», cierra el fundador de Euroshima, Ricardo Parrabere.

 

 

DIAMANDA GALÁS: UNA DISCOGRAFÍA RECUPERADA

DIAMANDA GALÁS: UNA DISCOGRAFÍA RECUPERADA

Dueña de una asombrosa e inclasificable obra musical, la compositora estadounidense de origen griego Diamanda Galás, continúa reeditando las primeras piezas de su catálogo, recuperando una discografía que por años estuvo fuera de circulación.

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Todo comenzó en 2019 al finalizar el contrato que la mantuvo unida durante décadas a Mute Records, una despedida que a su vez desencadenó en la búsqueda y recuperación de sus primeros discos editados por el sello de Henry Kaiser y Larry Ochs, Metalanguage. Fue entonces cuando la compositora estadounidense de origen griego, Diamanda Galás, inició su cruzada por reditar, distribuir y monetizar su extenso catálogo discográfico compuesto por más de quince discos de estudio, y al menos, dos discos en vivo, todo eso bajo su propia plataforma fonográfica Intravenal Sound Operations, trayendo de vuelta una discografía que por años estuvo desaparecida.

Tras recuperar el control total sobre su obra, la compositora inició el proceso de reeditar esos primeros trabajos hasta entonces descatalogados, varios de ellos convertidos en rebuscadas joyas del avant garde y la música experimental de nuestro tiempo. La primera de las reediciones sería su aplaudido debut como solista, publicado originalmente en 1982 por Y Records, “The Litanies Of Satan”, trabajo que la puso en el mapa de la música de vanguardia, con un disco señalado como pieza esencial y controversial donde se revelan sus desarrolladas contorsiones vocales y eximia interpretación de concertista en piano, atributos que destacaron con evidencia en el track “Women with Steak Knives”, y en la brillante e impredecible adaptación-musicalización del poema de Charles Baudelaire “Les Fleurs du Mal”, titulada como el disco.

Con estas referencias la esperada reedición llegó remasterizada a cargo de la destacada ingeniera en sonido de nacionalidad egipcia y especializada en remasterización Heba Kadry, reconocida por su labor con Bjork, Slowdive, y The Mars Volta entre otros, y cuyo trabajo fue realizado directamente sobre la grabación original, proporcionándole un segundo aliento sin perder las características obtenidas en ese histórico registro que para suerte nuestra ahora es posible encontrar en formato CD, LP, y digital.

​Pero el trabajo de reedición recién comenzaba, y la siguiente pieza por recuperar y devolver a circulación sería su segundo y homónimo álbum Diamanda Galás, editado en 1984 por Metalanguage, disco también conocido como Panoptikon gracias a la monumental y más que escalofriante composición que ocupa todo el lado A, inspirada en el asesino serial Jack Henry Abbott, y su libro autobiográfico de 1981 titulado «En el vientre de la bestia», donde narró su experiencia en la cárcel, la cual sirvió como material para la música y la interpretación de Galás, reforzando las perturbadoras e incómodas visiones que la compositora expone sobre la oscuridad humana representada a través de los elementos del el paganismo, el ocultismo, la muerte, la religión, o la locura. En su lado B, el viaje continúa por las tenebrosas y asfixiantes catacumbas de la violencia y el totalitarismo con el tema ‘Song from the blood of those murdered’, dedicada a los presos políticos torturados y ejecutados durante la junta militar griega de 196 y 1974.  Por largo tiempo, el disco se mantuvo descatalogado, y su tiraje de aquel entonces, con los años agotado, comenzó a convertirse en objeto de colección y reventa, prácticamente imposible de encontrar, dejando escondido momentos de valioso y significativo atavismo artístico para la obra completa de la compositora. El disco hoy reaparece siguiendo la fórmula ya aplicada junto a Kadry, y la restitución de la portada original descartada en su momento, que recupera la fotografía de TJ Eng en blanco y negro, haciendo realidad un viejo deseo de la artista, encargada de supervisar todo el trabajo de arte para la reedición.

Para este 2022 la recuperación del catálogo Galás continúa con la ya anunciada aparición, el próximo 10 de junio, de su tercer disco, el primero con Mute Records, “The Divine Punishment” de 1986, disco que abrió la inquietante y cruda trilogía de la sangre y la muerte “Masque Of The Red Death”, en alusión directa a la epidemia del SIDA que por esos días en medio del desconocimiento, el prejuicio y la discriminación, arrasaba millones de vidas, incluyendo la de su propio hermano, suceso doloroso vivido en carne propia que impulsó a la compositora a abordar la descarnada realidad de las personas infectadas por el virus, una vez más conceptualizando y representando los demonios y la tragedia griega de la que por ese entonces era vista como una enfermedad maldita.

SISTEMA CRIMINAL : DERRUMBANDO DEFENSAS PRESENTA NUEVO DISCO

SISTEMA CRIMINAL : DERRUMBANDO DEFENSAS PRESENTA NUEVO DISCO

 

 

El cuarteto temuquense acaba de liberar en las plataformas digitales su cuarto disco titulado «Sistema criminal», un nuevo manifiesto de furia y descontento subliminado bajo los códigos sonoros del hardcore metal. El disco será presentado el 9 de abril en Santiago y el 15 del mismo mes en Temuco.

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Corría el año 2019 cuando la revuelta social del 18 de octubre sacudió la vida de todo el territorio, impregnando de demandas sociales y anhelos de justicia el sentir popular y la realidad cotidiana.  Fue por esos días cuando comenzaron a brotar las primeras composiciones que formarían parte de Sistema Criminal, el cuarto disco de Derrumbando Defensas, quienes además se preparaban para celebrar sus diez años de trayectoria. Pero los acontecimientos cambiaron el rumbo de las cosas, suspendiendo fechas y grabaciones. Más tarde, la inesperada crisis sanitaria y la pandemia provocarían un nuevo vuelco en los planes de la banda. Así transcurrieron tres años para que su ansiado nuevo álbum finalmente estuviera listo.

Ya en 2022, el nuevo año se abrió con una reactivación total para el cuarteto, anunciando la salida de su ansiado trabajo y con él fechas en vivo en Temuco y Santiago. Así el pasado primero de abril, Sistema Criminal,  fue estrenado en todas las plataformas digitales y próximamente en formato vinilo.

Adelantado por el single «Latinoamérica», estrenado a finales de 2021 con la colaboración de Carlos Elio de la banda chilena Dezaztre Natural, la voz de July Salazar de la banda feminista peruana Tomar Control, Yesid González de la banda colombiana En contra de todo, Juan Francisco García de la banda Custodia de Ecuador, y el amigo de la banda Clayton Clemente de Brasil, el track advirtió el perfeccionamiento de los principales elementos que han caracterizado su hardcore metal feminista basado en la vieja escuela del género.  Compuesto por siete tracks de alto calibre donde es posible apreciar mayor elaboración en solos de guitarras y líneas de bajo e inserción de sintetizadores acertadamente puestos en función de la pesadez y la estridencia, paralelamente la impronta contestataria, el discurso antiespecista continúan estando presentes como en la estremecedora «87 disparos» o «Industria asesina», la violencia machista en «Alza tu voz», o la debacle ambiental en «Devastación», como los grandes temas y mensajes de su lirica, de la cual se desprende la atmósfera apocalíptica que atraviesa todo el disco como su mismo nombre que no da espacio a especulaciones y que ha quedado perfectamente graficado por la ilustradora colombiana Luisa Agudelo, autora de la portada y todo el arte del disco.

Con Sistema Criminal la banda inicia un auspicioso ciclo de nueva música regresando a la actividad en vivo, esperando pronto salir de gira por el continente donde su sonido es cada vez más valorado. Mientras tanto, el flamante y poderoso nuevo disco será presentado este 9 de abril en Santiago, junto a las bandas Gordom, en la comuna de Maipú. Y el próximo 15 de abril, en una jornada sold out, en su original Temuco junto a la banda Antorcha.