ADIÓS CHARLIE WATTS

CHARLIE WATTS: REST IN BEAT

CHARLIE WATTS: REST IN BEAT

Justo cuando nos preparábamos para celebrar los cuarenta años del disco Tattoo You, con una anunciada reedición que revela un set de tracks inéditos, la muerte de un Rolling Stone nos sorprende desprevenidas justo cuando creíamos que serían eternos, pero el tiempo no espera a nadie, y a sus 80 años Charlie Watts ya lo había entendido cuando hace solo unas semanas atrás había anunciado su retiro y bajada de la nueva gira de The Rolling Stones.
Músico, compositor y productor discográfico. Autor de los discos, «Tribute to Charlie Parker with Strings» (1992), «Warm & Tender» (1993), «Watts at Scott’s» (2004). Miembro histórico e inamovible de la leyenda viviente The Rolling Stones. Su formación en Artes Gráficas, le permitió involucrarse en diversos de procesos creativos de la banda, no solo en lo referente a su obra musical, sino también en decisiones estéticas para la puesta en escena de las giras de la banda y en el diseño del arte de discos como Between the bottons, entre otros.
Baterista hábil y ferozmente discreto. Ni muy lento, ni muy rápido, justo a medio tiempo,  dueño del groove y del compás austero y exacto. Su forma de tocar definió la base del inigualable medio tiempo de The Rolling Stones. Su conocimiento y conexión con los códigos del R&B, y especialmente del jazz, hicieron de su sonido una escuela admirada pero poco imitada, cuya máxima virtud, la sutileza del golpe que no pierde fuerza, fue y sigue siendo un estado difícil de alcanzar. Hasta siempre Charlie Watts, hasta siempre!!
EL ROCK AND ROLL LLORA: MUERE CHARLIE WATTS.

EL ROCK AND ROLL LLORA: MUERE CHARLIE WATTS.

Tan solo semanas después de haber anunciado su retirada de la nueva gira de The Rolling Stones, y tras haber sido operado en Londes, muere a sus 80 años, el histórico baterista Charlie Watts.

_____________________________________________________________________________

Este martes 24 de agosto, a las 14 hrs, hemisferio sur, fue confirmada públicamente, a través de las redes sociales de la banda, la muerte del histórico miembro y baterista de The Rolling Stones, Charlie Watts : «Con inmensa tristeza anunciamos la muerte de nuestro amado Charlie Watts«, se lee en el comunicado divulgado a los medios por su representante. «Falleció hoy pacíficamente en un hospital de Londres, rodeado de su familia», añade.

Semanas después de haber anunciado su retiro de la nueva gira de los Stones, y a días de haber anunciado la edición aniversario del disco Tattoo You, el mundo entero recibió atónito la noticia de la muerte del baterista de ochenta años, tras haber informado un delicado estado de salud y haberse sometido a una intervención quirúrgica en Londres.

La noticia publicada a través de las plataformas digitales de la legendaria banda, no tardó en remecer al mundo de la música, el cual rapidamente comenzó a expresar la desazón de la pérdida y a destacar el enorme e invaluable legado de Watts como un baterista ineludible y arquitecto del rock and roll.  Miembros de la banda, colaboradores históricos, compañeros de generación en la historia de la música popular, y aquellos músicos que les siguieron manifestaron el profundo pesar y sorpresa de ver morir a un Rolling Stone.

Tras sesentas años de actividad musical imparable, The Rolling Stones despide a su baterista, a solo semanas de iniciar una nueva gira, en plena era pandémica, una gira que será un homenaje al querido Charlie Watts.

VÍDEOTECA: EN CASA CON LOS STONES

VÍDEOTECA: EN CASA CON LOS STONES

Una de las postales musicales que deja la pandemia Covid-19 es la presentación de The Rolling Stones en transmisión mundial vía streaming en el marco del festival virtual «One world, together at home», iniciativa organizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la ONG Global Citzen para la recaudación de fondos destinados al personal médico, llevada a cabo la jornada de este sábado 18 de abril.

Con «You can’t always get what you want» en formato electroacústico, los Stones nuevamente dejan su firma en un momento clave para la industria musical y sus formatos, y de paso, más de medio siglo después, siguen escribiendo una historia como pocas en las páginas del rock and roll.

La banda compartió el vídeo de la memorable presentación en sus redes sociales y fue retransmitida por la BBC de Londres.

 

THE ROLLING STONES EN CHILE: CUANDO LAS PIEDRAS SIGUEN RODANDO

THE ROLLING STONES EN CHILE: CUANDO LAS PIEDRAS SIGUEN RODANDO

 

 

 

Reseña publicada originalmente en marzo de 2016 en Revista La Noche,

especial The Rolling Stones en Chile.

Fotos por Cristián Soto L.

 

El reloj marca las 21: hrs y 10 minutos cuando en las gigantescas pantallas comenzaron a proyectarse el viaje de cincuenta y cuatro años, en psicodélicas ilustraciones que relataban en secuencia la historia de la banda que estábamos a punto ver aparecer.

Los gritos, las ovaciones, y en cuestión de segundos, “Ladies and gentlemen : The Rolling Stones”. Keith Richards en escena con su clásica Telecaster y ese movimiento técnico en el que encoge y estira su muñeca, como un elástico, para soltar ese riff que tiene vida propia hace décadas: “Start me up”. Fuegos artificiales, explosión y estruendo. El inicio es tan espectacular como imaginábamos. Todo es fiesta, y sólo puedes estar muerto o ser un zombie para no moverte con Jagger cantando ante ti: “If you start me up”/ “Never, never, never, never stop”/ “You make a old men cry”. Los 21 años de espera comenzaban a saldarse desde el minuto 01.

 

Rápidamente suena el acorde de “It’s only rock n roll” en la Black Falcon de Keith, la del sonido de viejo cuño, ese que aprendió de Chuck Berry. Jagger cantando el himno que tiene una de las frases más definitivas del cancionero popular “Es solo rock and roll, pero me gusta”.  Richards, su cintillo, camisa fucsia y chaqueta de palmeras, adelante en el solo de guitarra, mientras Mick hace los movimientos que lo inmortalizan, dejando su tricolor chaqueta de lentejuelas, y claro, nos cierra el ojo y agrega algo de español : “Gusto, gusto, si, si ,si/ i like it” .

“Hola Chile, hola Santiago, hola cabros», saluda Sir Jagger en un perfecto español, muy bien aprendido. Lo saludamos de vuelta y aplaudimos su encanto. Pero todo esto es una completa locura cuando suena la inconfundible batería de Charlie Watts, redoble de rock and roll cadencioso, llevando el ritmo juguetón de “Let´s spend the night together”, la escandalosa y tentadora invitación que los Stones echaron a correr en 1967. Sí, estábamos pasando la noche con los Stones, era cierto. El estadio vibra, grita y salta, la otra mitad levanta celulares y cámaras, ¿hay onda?, sí, la hay, los Stones están dando un concierto de grandes éxitos, es a prueba de tontos, y de no fans, y sobre todo, un concierto de grandes canciones, las más grandes de su extenso repertorio.

Le sigue la maravillosísima “Tumbling dice” de Exile on main street, gloriosa, blusera, el periodo más brillante de los Stones, y quizás el periodo que más se acomoda a lo que es la banda en vivo, y a ese sonido crudo y reposado, el sonido de una banda de Rythm and Blues. La intervención de Jagger no se hace esperar, se comunica con nosotros y no lo hace a medias. Ha estudiado y se nota. Nos cuenta que ha paseado por la ciudad, lo sabemos, le hemos visto, «No hemos estado en 21 años. Veo que hay muchos edificios fálicos ahora» agrega. Sabemos que le gustan los paseos nocturnos, y por eso canta la misteriosa y cadente “Out of control”, una joyita del “Bridges to Babylon de 1997. El estadio completo acompaña con palmas y se rinde en los cambios de intensidad que Jagger protagoniza, como cuando toma la armónica y nos eriza la piel.

Los 60´s, 70´s , 80´s y 90´s en solo cinco canciones. Los rosarinos a mi lado, no lo pueden creer, es que es para no creerlo. A eso le seguiría la canción ganadora del Live by request, “She´s a rainbow”, una canción que no tocaban hace más de 18 años. Me pregunto si acaso el público chileno tenía en cuenta este detalle, o si simplemente recordaba la canción gracias a Apple y sus computadoras de colores en 1997.  Jagger continúa con su rutina  “Tratamos de aprender ‘El guatón Loyola’, pero era muy difícil»  Escuchamos el piano del gran Chuck Leavell, el ex Allman Brothers Band, Ronnie Wood en el Lap Steel slide y Jagger colgándose la guitarra acústica.  Es un lindo momento, no podemos más de emoción.

“Nos vamos a poner románticos” dice Jagger para presentar “Wild horses”, balada desgarradora, madre de tantas otras, con Keith regresando a la Telecaster gastada en los bordes, podemos imaginar cuánta historia hay ahí. Jagger canta con su voz en total forma. No queda más que corear junto al mismismo Keith: “Wild horses couldn’t drag me away”. El siguiente acorde es inconfundible: “Paint it Black», con estadio completo saltando y coreando un himno sesentero. Todo es euforia.

Estamos en la mitad cuando Jagger nos comenta: «Hemos visto muchos sitios culturales, fuimos a la casa de Pablo Neruda, a un café con piernas y adoptamos cuatro perros quiltros», esta es su forma de iniciar la presentación de la banda -, comenzando por Ronnie Wood, a quien llama «El modelo original del Pilucho”. Uno por uno, los Stones, ovacionados y aplaudidos. No podemos hacer otra cosa más que gritarles cuanto se les admira, lo saben, están felices, ríen y agradecen emocionados, tocando su pecho. No hay amor más grande.

Es el turno de Richards y Wood en el set acústico. Qué regalo es escucharlos tocar y cantar “You got the silver”, otra vez el alma de los Stones al desnudo, un blues añejo y guitarra de palo, la voz aguardentosa de Keith pasa la prueba del tiempo, como los mejores. Le sigue «Happy», Richards al micrófono y Ronnie en el Lap steel. Ronnie Wood, es historia aparte. El bueno de Ron, es mucho más que la segunda guitarra, sus intervenciones dan cuerpo y sostienen el sonido rythm and blues de la banda. Un guitarrista entrañable y carismático que supo calzar el traje Stone, y sobre todo, congeniar con el jefe Richards.

Es un show tan sencillo y tan grande, alimentado sólo de música y bagaje. Jagger, Richards, Wood, Watts, hacen lo de siempre, tocan, se mueven, caminan de un lado a otro, ríen y sonríen, es evidente, disfrutan. Ver tocar a Charlie Watts, llevando el pulso de los Stones con un golpe exacto de sutileza sin perder un gramo de fuerza, es en esta noche un deleite para el odio y para los ojos. El hit y el hat, sosteniendo los juegos de sus compañeros de banda. Desde atrás, Watts lleva el groove inigualable de la que sabemos es la banda más grande R&B que haya existido.

«Miss You», neurálgica y bailable, nos hace mover cada centímetro del cuerpo con el groove inmortal de los Stones y ese pegajoso “Oooh oooh oooh oooh oooh oooh oooh / Oooh oooh oooh oooh”, que Jagger hace cantar al estadio completo. Pero es ese exquisito puente en el que Jagger habla “I’ve been walking Central Park /Singing after dark / People think I’m crazy”, el que nos lleva más arriba, mientras recorre como gato enjaulado la pasarela, en medio del grandísimo solo de Saxofón, mientras Richards y Wood hacen lo suyo acercándose también. La hubiésemos bailado toda la noche.

Mick Jagger es el frontman por antonomasia. La primera gran figura al frente de una banda, el rostro, la voz, los gestos, el baile, la actitud. Todos fueron a esta escuela, no existe frontman en la historia de la música, desde 1962, que no recoja al menos, uno solo de sus gestos y movimientos.

Llegamos a uno de lo momentos más gigantes de la noche. «Gimme Shelter», con Sasha Allen, la corista estrella de esta gira, que reemplaza a la inolvidable Lisa Fisher. Allen es otra grande, elegida para acompañar a Jagger en lo que es una las canciones más soberbias del cancionero Stones, de esas que te ponen la piel de gallina y te sacan hasta el último grito pidiendo un poco de refugio.

 

De un momento a otro, todo se ha vuelto color rojo, sabemos que es el momento de la macumba psicodélica que los Stones llamaron «Sympathy for the Devil». El estadio completo canta: Woo woo, who who”. Jagger se aparece ante nosotros personificando el gran mito que ha alimentado buena parte del imaginario del rock and roll, vistiendo un largo abrigo de frondosa piel roja, amo y señor como el mismísimo cola de flecha. A lo que Richards agrega el solo de guitarra más inflamable de la noche. Un show en sí mismo y de esos momentos visuales que se te quedarán en la retina para siempre.

La alta fidelidad de los Stones impresiona y satisface. Impresiona a los descreídos, a los desconocedores, y satisface a quienes los han amado una vida entera. Alta fidelidad en todas las dimensiones, desde la presencia sobre el escenario, su puesta en escena, la ejecución, agilidad y comodidad con que se les ve. No hay nada forzado en esto, es cuestión de mirarlos, he ahí tal asombro para el que sintoniza con ellos por primera vez. Sus figuras, su impronta y cómo son capaces de transmitirla. Ellos son el espectáculo.

Y como si nada, suena la grandiosa y fiestera Brown Sugar, el boogie que suena y sabe tan bien, con el gran saxo protagonizando el baile más intenso de la noche, entre Jagger, los coristas, Richards y Wood. Que hermosa fiesta armaron Los Stones con esta interminable y encendida versión. El encore de la noche era sorpresa absoluta, los Stones la habían guardado bajo siete llaves. Los integrantes del Estudio Coral, eran los encargados de interpretar esa grandiosa introducción de You can’t always get what you want”, para impresión y regocijo de todos. Los Stones querían dejarnos algo más que sólo rock n roll con esta sabia canción sobre las máximas de la vida, acompañada de arreglos de trombón y voces que conmovieron nuestros oídos.

El riff lo dice todo, «(I Can’t Get no) Satisfaction», con Richards recorriendo la pasarela. El estadio explota y nosotros también, con un coro que solo puede cantarse, junto a Jagger, como si fuera el último canto de tu vida y como el incombustible himno de la música popular que es. La última gran canción de la noche desbordante de historia y vida, solo como The Rolling Stones puede hacerlo.

Como un amor bien correspondido, no hay forma de decepcionarse de la banda que solo ha querido mantener viva la magia, la fuerza, desafiando al tiempo, alimentando el mito y cuidándolo como se cuidan los grandes tesoros, tesoros escasos en un tiempo donde la novedad y la juventud son aterradoramente sobre valoradas. En la vida hay grandes recitales, mega eventos y los recitales de los Stones. Las piedras siguen rodando, que nada, ni nadie las detenga.

 

ARTÍCULO PUBLICADO EN MARZO DE 2016 EN LA REVISTA IMPRESA LA NOCHE

POR ROSSANA MONTALBÁN

FOTOS: CRISTIAN SOTO. L

THE ROLLING STONES, TATTOO YOU: EN LA CRISIS DE LA MEDIANA EDAD.

THE ROLLING STONES, TATTOO YOU: EN LA CRISIS DE LA MEDIANA EDAD.

Elegir un disco de The Rolling Stones para revisar resulta, personalmente hablando, una tarea difícil per se. Pues bien, en medio de la indecisión lógica que acarrean tamaños discos como AftermathBeggars BanquetSticky fingersExile on main street, y varios más que, quizá ni siquiera sean tan grandes, pero que siempre guardan más de alguna joya, me decidí a ir por periodo y simbolismo. Dejando atrás los primeros días de blues y psicodelia con la firma de Brian Jones; pasar de largo por la brillante y prolífica era Mick Taylor; y dirigirme al ciclo de Ronnie Wood y el término de los agitados setentas. Así llegamos a los ochentas, pues los Stones se venían preparando para su tercera década dos discos atrás; Some Girls 1978 y Emotional Rescue 1980, ambos con momentos neurálgicos en “Miss you”, el homónimo “Emotional Rescue” o “She so cold”. Sin embargo, no fue sino hasta 1981 con Tattoo You, que la década se abrió avasalladora para sus majestades satánicas en plena era posmoderna, post punk y new wave.

1c1712d10bc8d301f79ca79816630a35

Siempre inamovible, la institución Rolling Stones pasaba por sus propios cambios. Algo resentidos después de los turbulentos y excedidos setentas, de vuelta del “sexo, drogas y rock and roll”, el espectro de la banda parecía algo agotado. Los Stones debían aprender a calzar su estatus de señores del rock & roll, pues ya no eran novedad y tampoco eran esos chiquillos que los padres prohibirían a sus hijas. Esta suerte de crisis, entre la eterna juventud y el inevitable paso del tiempo, a nivel musical venía percibiéndose entre Some Girls y Emotional Rescue; algo no cuajaba completamente en el sonido de ambos discos. A pesar de contar con grandes momentos, la energía vital de la banda no alcanzaba, efecto lógico, ya que nunca habían parado entre una década y otra; aún así, tampoco lo harían ahora, pero quizá, ya era momento de soltar esa necesidad imperiosa de ser siempre los Rolling Stones.

maxresdefault (3)

START ME UP: Un riff que tiene vida propia hace décadas, la carga sexual explícita, la mujer objeto, y ahí ante nosotros la primera confesión de los Stones en la crisis de la “madurez”, rogando por un segundo aliento: If you start me up, If you start me up I’ll never stop”-  “You make a grown man cry / Spread out the oil, the gasoline / I walk smooth, ride in a mean, mean machine / Start it up”. “Ride like the wind at double speeden / You, you, you make a grown man cry / You, you make a dead man come”. Más allá de su natural resonancia como single oficial y súper hit,“Start me up” es una rola de las más grandes en el cancionero de la banda, de esas que te devuelven el alma al cuerpo, transmitiendo energía sexual por los poros. Dos décadas a cuestas, y nuevamente los Stones entregaban una canción icónica en sonido y en imagen. En su video, Jagger, sus muecas, sus movimientos, ropa deportiva, malla elástica y cinco figuras esqueléticas, resistiéndose a ese inevitable paso de la edad. Un comienzo sin medias tintas los Rolling Stones poniendo la firma en la década de los ochentas.

rolling-stones-tattoo-you-us-inner-hoof

HANG FIRE: Sigue la lógica que ya nos anunciaba “Start me up”, la banda rebosante de energía, siempre con un tono lúdico, nos viene a decir que los Stones estaban de vuelta y estaban en llamas, con desparpajo, carácter y esa elasticidad rítmica del rock and roll crudo y oreja bajo la firma rolinga. Penurias y premisas holgazanas: “In the sweet old country where I come from /Nobody ever Works”/ “You know marrying money is a full time job, I don’t need the aggravation  / I’m a lazy slob  / I hang fire, I hang fire”, una especie de declaración de rebeldía en medio de esta supuesta madurez que más adelante empezamos a oler.

SLAVE: Sacando las credenciales del blues rock, escuchamos a los Stones siendo los Stones; un riff aceitoso, un órgano, R&B, cencerro y ese medio tiempo que tan bien manejan. “Don´t wanna be your slave” / Twenty four hours a day ,hey, why don’t you go down to the supermarket” canta Jagger entre falsetes y fraseos. Como ocurre con varias de las canciones que forman Tattoo You, aquí, la banda recupera una composición de la era Mick Taylor, algo que se huele a kilómetros y nos lleva de inmediato al Goat´s Head Soup o al Black and Blue. Grabada en forma de Jam como casi todo en esa gloriosa época y recuperada para las sesiones de Tattoo You. ¿En qué pensaban los Stones y su productor cuando decidieron dejar afuera a Pete Townshend en coros, Billy Preston en el órgano y al grandioso Sonny Rollins en saxo? Una canción así merecía mucho más.

Rolling+Stones+Tattoo+You+568712b

LITTLE T & A: Dos acordes y un ritmo infeccioso que te pueden sacar de inmediato a la pista de baile. Cruda, simple y directa, los códigos del sonido rolinga, sin pretensiones, siguiendo la línea de sus maestros, Chuck Berry o Buddy Holly. Escuchamos a Richards manejando como nadie ese tono callejero: She’s my little rock ‘n’ roll / The heat’s raiding, the tracks is fading / Joints rocking could be anytime at all/ But the bitch keeps bitching / Snitcher keeps snitching”/ “She’s my little rock ‘n’ roll/ My tits and ass with soul baby / You got to shock them, show them / She got a feeling to know, baby”. El rock and roll de viejo cuño al modo de los Stones.

BLACK LIMOUSINE: Olor a bourbon y aires sureños. Inspirada en Hope Wilson, una de las pocas canciones compuestas por Ronnie Wood a partir de un riff de slide como puede escucharse a lo largo de todo el tema. Cantando sobre viejas glorias y volviendo a sus raíces. “We used to shine, shine, shine, shine  / Say what a pair, say what a team / We used to ride, ride, ride, ride /In a long black limousine / Those dreams are gone baby”.

screen-shot-2015-05-04-at-7-28-46-am

NEIGHBOURS: Así como “Hang Fire” o “Start Me Up”representa el sonido de los Stones en los ochentas, el riff elástico, la batería cruda y la estructura básica y oreja. También en tono lúdico, “Neighbours” riéndose de ellos mismos y sus pares de generación “los vecinos molestos”, las estrellas de rock en tranquilos barrios residenciales: “Ladies, have i got crazies? / screaming young babies / no piece and no quiet / i got t.v.’s, saxophone playing / groaning and straining / with the trouble and strife” / Neighbours, do yourself a favour, Don’t you mess with my baby when I’m working all night, You know that neighbours steal off of my table, Steal off of my table, ain’t doing all right. Bien sabe Richards sobre vecinos enemigos y denuncias por tocar guitarra en su departamento de Nueva York. La primera de las dos canciones compuestas para el disco.

WORRIED ABOUT YOU: Extraída de las sesiones de Black and Blue, su sonido nos devuelve a 1975. Los Stones mostrando ese lado soul que tan bien les queda, sobre todo cuando Jagger nos atrapa con su falsete preguntándose: Sometimes I wonder,  why you do these things to me / Sometimes I worry girl that you ain’t in love with me / Sometime I stay out late, yeah I’m having fun / Yes, I guess you know by now you ain’t the only one / Baby, sweet things that you promised me babe”. Hemos entrado en tierra derecha, pues vamos sintiendo cómo lentamente los stones se van poniendo más íntimos, menos juguetones, más reflexivos, en sus términos, sobre amores y vínculos. Un glorioso solo de guitarra como puente para continuar con Jagger de lleno y con voz plena: “Yeah, I’m a hard working man , When did I ever do you wrong?, Yeah, I get all my money baby ,Bring it, bring it all home ,Yeah, I’m telling the truth”/ “Till then I’m worried Lord, I just can’t seem to find my way”. Nuevamente Preston al órgano marcando la intensidad de una verdadera pieza soul. Aunque es un tema que iba a ser parte de “Emotional Rescue”, finalmente quedó afuera, y quizá, ésta es una de las razones por las que dicho disco no llegó a ser tan grande.

Y claro, estamos en la última parte que hace de Tattoo You la gran obra rolinga de la década; porque ocurre precisamente lo opuesto a “Some girls” o “Emotional rescue”, que tienden a desinflarse a medida que vamos a llegando a los últimos temas; por el contrario, aquí vamos cada vez mejor.

 

 

Tops: Otra clara muestra de la gran impronta Rolling Stones, un blues de medio tiempo, R&B y la guitarra de Mick Taylor, suave y pavoneando. Hey baby, every man is the same come on, I’ll make you a star / I’ll take you a million miles from all this / Put you on a pedestal/ Come on, come on” / “Have you ever heard those opening lines? / You should leave this small town way behind / I’ll be your partner, show you the steps / With me behind your tasting of the sweet wine of success”.

Heaven: Volver a escuchar esta canción me recuerda el primer encuentro con ella. Oda al amor físico y a las sensaciones, revelación que te confirma y te recuerda por qué Tattoo You es un disco esencial en la discografía de los Stones y quizás su último gran trabajo. “Heaven” ensalza la ternura y la intimidad, lejos del sudor y del exceso: “Smell of you baby, my senses/ My senses be praised / Smell of you baby, my senses / My senses be praised / Kissing and runnin’, Kissing and runnin’ away, Kissing and runnin’, Kissing and runnin’ away”. Hipnótica como lo sería el talismán de un amante que promete protección:  “Nothing will harm you / Nothing will stand in your way / Nothing, nothing / Nothing will stop you / And nothing will stand In your way”Toda una pieza única en el cancionero de la banda, Bill Wyman al sintetizador, la sutil batería de Watts Jagger en el falsete y la guitarra, marcando el tono afiebrado de visiones dulces y placenteras. La prueba fehaciente de esta suerte de adultez, pues es el otro de los dos temas hechos para el disco, donde se encuentra captado el momento de la banda. Que no quepa duda que Heaven es una de las grandes canciones que los Stones hicieron en esa década.

Llegamos a los últimos dos tracks. “No Use in Crying”, de alma bluesera y melancólica, el coro y las voces marcan la pauta, particularmente en el pase de Jagger, de falsete a voz plena: “Standing in the kitchen/ Looking way out cross the fields / You see a face in the window / It not real, it not real/ Ain’t no use in crying /  Stay away from me”.  Con la mano de Ronnie Wood en la composición, es otro de los grandes y logrados momentos del disco.“Waiting On Friend”finalmente reúne todas las ideas sobre pérdida, aceptación, y claro está, madurez:“making love and breaking hearts / it is a game for youth /but i’m not waiting on a lady / i’m just waiting on a friend”. Quién lo diría; aquellos que han acuñado buena parte de los clichés del rock and roll, se toman la licencia para confesar un poco más: “i need someone i can cry to / i need someone to protect”; amistad, dependencia, un poco de cinismo – quién sabe-, Waiting on a friend es una canción colorida y cálida, con aires reggae y el saxo del grandísimo Sonny Rollins en el final, melódico, infinito y trascendental como si llegase ese esperado ser querido. Por sobre todo un homenaje a la amistad.

filming-video-waiting-friend-1981

Tattoo You fue el resultado del rescate de material dejado en las sesiones hechas para “Black and Blue”, “Some Girls” y el mismo “Emotional Rescue”, precisamente en la transición de 70´s a 80´s, donde las dos únicas canciones compuestas para el álbum fueron Neighbours Heaven.

En términos concretos, parecía un disco hecho de sobras en un momento que la banda deseaba salir de gira y contar con material promocional. Sin embargo, tenemos claro que es muchísimo más que eso, pues fue el resultado de cierta soltura, espontaneidad y olfato al retomar material de primera línea que había quedado de lado, quizá por temor a arriesgarse o a la mínima posibilidad de sonar “aburridos”. Lo cierto, es que el momento para mostrar lo que habían guardado sigilosamente y desatar esa nueva energía retenida, había llegado.

Desde luego, el momento de la banda quedó explícito; Tattoo You simbolizó la adultez y la reivindicación total consigo mismos, logrando un trabajo increíblemente fresco, aún siendo tan reposado en términos de composición y producción. Finalmente, Tattoo You es hasta hoy, uno de los momentos más vitales e icónicos de sus majestades satánicas.