MEMORIA

MÚSICA ENTRE RUINAS: A 1 AÑO DEL 27/12

MÚSICA ENTRE RUINAS: A 1 AÑO DEL 27/12

Este 27 de diciembre se cumplió un año desde el incendio que consumió a uno de los lugares más importantes para el desarrollo de la cultura y la contracultura en la capital, el Centro Arte Alameda. Con una conmemoración simbólica musicalizada por Dadalú, la DJ Andrea Paz, la Thereminista Agnes Paz y la intervención lumínica del colectivo Trimex en las ruinas del recinto que albergó por tres décadas al emblemático centro cultural, la actividad fue transmitida por redes sociales en vivo y en directo a las 18:50 de este domingo, hora exacta en que se inició el fuego aquella tarde del viernes 27 de diciembre del 2019 mientras todo Chile marchaba.

Por Rossana Montalbán
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Este 27 de diciembre se cumplió un año desde que el centro cultural más importante de la capital fuera incendiado en medio de la represión policial en una de las tantas y multitudinarias marchas realizadas durante los días álgidos de la revuelta social de 2019. Resistiendo al olvido y al vértigo de un año impredecible y pandémico, la memoria de lo ocurrido doce meses atrás persiste intacta como los escombros que hoy habitan esa transitada cuadra de la Alameda. Cuadra que una vez fue epicentro cotidiano de cine, arte y música en vivo, atravesando el tiempo y las transformaciones de un enclave urbano ubicado en el corazón de la ciudad que hoy parece vivir entre ruinas, toque de queda y carros policiales.

Pero las ruinas hablan y gritan que allí hubo vida, contienen la historia de todo lo que ahí se forjó, el pasado vigoroso y el silencio sepulcral.  Escombro sobre escombro, piedra sobre piedra, ceniza más ceniza, a día de hoy el querido Centro Arte Alameda, sus salas de cines, su hall central, su escenario del segundo piso destruidos y sepultados permanecen así para contar y para recordar lo que ahí ocurrió durante 30 años y para no olvidar su final un 27 de diciembre de 2019, simbolizando un poco también la ruina de un país, la ruina económica, la ruina urbana patrimonial, la ruina de eso que llamamos cultura.

Probablemente no haya nada más significante que las ruinas de algo que existió, y de alguna forma las ruinas del Centro Arte Alameda, luego de la pérdida parecen reformularse al menos por unas horas como una especie de monumento a la memoria de la cultura en Chile “Cuando recibí la invitación me emocioné mucho y se me revolvió la guata por todo lo que significa el Centro Arte Alameda y por entrar en los escombros, en la ruina. Y eso fue también lo primero que sentí cuando entré ahí. Creo que inconscientemente después del incendio, evitaba pasar por esa vereda porque me generaba dolor y rabia. Porque era o mejor dicho es un espacio muy importante y significativo. Pero una vez adentro, fue un sentimiento de fuerza y de esperanza, de saber que podemos seguir creando incluso desde las ruinas y en medio de una pandemia. Que seguimos teniendo las ganas, la fuerza y la resistencia. Tocando incluso desde ese espacio quemado, con los escombros y los plásticos derretidos, seguimos ahí, de pie. Colaborando y apoyándonos” nos relata la thereminista Agnes Paz.

Y qué es una ruina sino un escenario. Quizás eso sea Chile hoy, cerrando este 2020. Quizás Daniela Saldías mejor conocida como Dadalú lo sabe y por eso canta y grita en medio de paredes teñidas de humo y cenizas “Todo es plata” o “Chile es mentira”, rodeada de máquinas y tras su máscara presentando las canciones de su recién estrenado disco “El mapa de los días”. Regresando a ese lugar que la cobijó tantas veces para mostrar su trabajo musical rupturista e instigador y que entre los escombros parece devolverle la vida dedicándole un setlist cargado de cuestionamientos e interpelaciones como “¿por qué hay que ser sexi?”, “¿cómo puede ser que siga el legado de Pinochet?” “¿tú crees que es normal preocuparme si mi ex novio me va a matar?” exclama Dadalú en su rapeo mientras desde la vieja pasarela del segundo piso cuelga la arpillera oda a la menstruación hecha por ella. Mirar a Dadalú tocar en lo que fue una vez el hall del Centro Arte es recordar cada una de esas noches de música en vivo, funciones de cine o feria de discos que ese espacio albergó por años y años “Fue emocionante e impactante estar ahí porque toqué muchas veces ahí en su segundo piso y abajo como Dadalú y con mi banda Colectivo Etéreo. Es un lugar tan especial y ahora ya no existe. Estoy muy impactada” comenta Dadalú

Pero todo acto de conmemoración es también un acto de sublimación, así lo plasmó en su set la dj Andrea Paz que entre loops atmosféricos y pistas vertiginosas construyó un relato sonoro a partir de los sucesos de aquella tarde con elementos como el sonido de las brazas ardiendo, el sonido de un helicóptero sobrevolando y el golpe de los tambores en marcha dando forma a una continua remembranza plano a plano como si se tratara de música incidental, rodeada de proyectores y afiches cinematográficos quemados.

En el siguiente tramo de este acto conmemorativo la thereminista Agnes Paz culminó una ceremonia musical y desde luego, también emocional para sus organizadoras y organizadores, con una arrebatadora y liberadora performance de expansión sonora recogiendo y exorcizando la poderosa carga existente en lugar “Siempre que toco interactúo mucho con el espacio y la atmósfera, porque lo que hago tiene mucho de improvisación. Funcionó en cierta manera como una antena que se conecta con otras antenas. Ensayo, defino algunos sonidos y estructura, pero siempre el desarrollo varía y responde a lo que ocurre en ese momento y lugar. Lo que había ensayado, en cierta forma era algo más oscuro sonoramente porque también desde el imaginario solo podía conectar con la tragedia y siento que tocando aparecieron colores que eran más dulces y claros y creo que eso tuvo que ver con la esperanza y la energía que se generó ahí. En que este primer evento es un renacer. Fue hermoso y emocionante estar ahí y agradezco mucho haber sido parte” agrega Agnes Paz.

El Centro Arte Alameda ha sobrevivido a la peor pesadilla, ver consumir todo su patrimonio material y con ello el espacio y hogar de cientos y cientas de músicas, bandas, cineastas, artistas y trabajadorxs de las artes. Sin embargo, a pesar de la pérdida, el querido y emblemático centro cultural continúa reformulándose airosamente, tal como lo señala su fundadora y directora Roser Fort “preservando la memoria y mirando hacia el futuro”. Y ésta, su primera conmemoración, cruda y alentadora, sublimando la desgracia y la violencia a través de sonidos que despiertan y proyectan nuevos rumbos por explorar “Fue hermoso estar con Roser y con su equipo, con lxs chicxs de Espacio Sonido y tocar con Dadalú, Andrea Paz y Trimex. Porque sentí que de cierta forma al devolver los sonidos al lugar, lográbamos transformar la carga de la tragedia en una nueva etapa. De la misma manera como las plantitas que volvieron a brotar en el hall, creo que pudimos poner unas semillitas para que nuevamente reaparezca el arte en ese espacio” cierra la Thereminista.

 

REVISA LA CONMEMORACIÓN DE CENTRO ARTE ALAMEDA

AQUÍ PARTE 1

AQUÍ PARTE 2

HABLA Y CANTA, VÍCTOR JARA.

HABLA Y CANTA, VÍCTOR JARA.

Por Rossana Montalbán

«La nueva canción chilena es la nueva vida que hombres y mujeres chilenas y latinoamericanas anhelan.”

A 47 AÑOS DE LA DETENCIÓN Y ASESINATO DE VÍCTOR JARA.

El rescate, edición y reedición de la trascendental obra de Víctor Jara es una labor que ha proliferado con el paso del tiempo. Una labor como varias otras que resultaron urgentes para la reconstrucción de la memoria histórica en un Chile recién retornado a la Democracia por allá a inicios de la década de los 90s. Esta labor sigue siendo primordial todavía en esta segunda década del siglo XXI, siglo en el que la búsqueda de justicia y castigo para los asesinos del músico, al fin, 45 años después, en 2018 se hizo realidad, y cuando Joan Jara, su viuda, al fin, luego de 36 años, pudo dar entierro y despedir los restos del cantautor, en un emotivo funeral de tres días llevado a cabo en 2009. 

La reconstrucción de la memoria artística e histórica de Chile se fue configurando paso a paso con el surgimiento y desarrollo de diversos proyectos patrimoniales e investigativos que buscaron reivindicar el arte que la dictadura hizo desaparecer. En ese largo camino de terror y resistencia a desaparecer estaba el nombre de Víctor Lidio Jara Martínez, una de las figuras artísticas más relevantes del Chile utópico, cuyo discurso artístico y social fue determinante para el surgimiento de la Nueva Canción Chilena como para las próximas variaciones de la canción protesta.

La Fundación Víctor Jara, en actividad desde 1993, ha sido el principal centralizador y catalizador de esta extensa obra artística y vinculante que transformó el sentido de la canción popular chilena, la canción política y que sentó las bases de un movimiento musical comprometido con las demandas sociales de su tiempo y cuyas convicciones artísticas estuvieron al servicio de las convicciones revolucionarias de la época.  

La vasta producción musical y artística de Víctor Jara, reflejada en su trabajo fonográfico, en su trabajo como director teatral, como director musical, compositor, cantor, recopilador e investigador y músico militante comprometido. Discos, giras, presentaciones en vivo, montajes teatrales, entrevistas y más, han logrado ser articuladas a través de reediciones a su catálogo discográfico en distintos formatos como vinilos, cds y cassettes. Realizaciones documentales, y ediciones de libros cancioneros, libros fotográficos, crónicas periodísticas, y libros que han reunido entrevistas y memorias que dan cuenta de la sapiencia del compositor. 

Especialmente en el ámbito de la bibliografía en torno al músico chillanejo y su obra, resaltan la edición del libro “Obra Musical Completa” texto biográfico y de análisis musicológico, editado en 2017 por Fundación Víctor Jara, y en particular, la segunda edición del libro “Habla y canta. Víctor Jara”, originalmente editado en 1978 abriendo la serie Música de la colección «Nuestros países» del fondo editorial de La Casa de las Américas. Editado en 2015 por Ventana Abierta Editores, esta segunda edición de “Habla y canta. Víctor Jara”, resulta un documento fascinante y crucial para adentrarse en la figura del autor del “Derecho de vivir en paz”, y para comprender los alcances e impacto de su obra, no por ser un documento analítico sobre ésta, sino por mostrar en plenitud el vigor del pensamiento de uno de los autores más importantes de la música latinoamericana del siglo XX.

Gracias a la iniciativa de coedición con el Fondo Editorial de Casa de Las Américas de Cuba, Ventana Abierta Editores se aventuró a publicar un título hasta ese momento inédito en Chile. Un título que registra y reproduce en palabras del propio Víctor Jara el pulso de la época que enmarca su obra musical y sus postulados como artista multidisciplinar. Editado en colaboración con el Comité Chileno de Solidaridad Antifascista, el volumen relata en primera persona y en la voz de Jara los hitos de su biografía reuniendo citas aparecidas en distintas publicaciones especializadas de música y cultura tanto de Cuba como de Perú, junto a entrevistas publicadas en revistas y diarios chilenos como Ecrán, Puro Chile, El Siglo, Ramona, Onda y El Musiquero. Este hábil urdido de material fue mérito del poeta chileno Roberto Contreras Lobos, quién ejerció el rol de compilador del volumen en colaboración con el Departamento de Música de la Casa de las Américas.  En sus páginas también se recogen extractos de textos de programas de obras teatrales, y como pieza definitiva, incluye su magistral intervención en el marco del Encuentro de Música Latinoamericana realizado el 04 de marzo de 1972, en La casa de las Américas, La habana, Cuba. Actuación en vivo que décadas más tarde en 1996 sería editada en formato cassette, bajo el mismo título y por la misma Casa de las Américas como primer volumen de la serie “En vivo en Casa”.

Esta edición chilena a cargo de Ventana Abierta Editores, junto con aportar entrevistas internacionales y memorables intervenciones del músico en sus presentaciones, divulga el pensar y accionar de quien concibió el arte y la música como una herramienta para la creación de una sociedad más justa, abriendo una puerta hacia cada una de las dimensiones del artista revelando al lector sus reflexiones e inflexiones en torno al rol de la música, el teatro, la canción, la composición y el registro, en capítulos como “La canción: arma de lucha”, “De la guitarra al disco”, o “Al pueblo hay que ascender y no descender”, textos que capturan el espíritu crítico e intransable con que el cantautor abordaba los procesos creativos en torno al arte y a una nueva sociedad.

Mucho más que un libro autobiográfico, en este acotado pero contundente volumen, el arte, la música y el pensamiento de Víctor Jara se plasman en toda su sensibilidad y fuerza.  

“LA CANCIÓN : UN ARMA DE LUCHA”.  Extracto

“La canción nace junto al hombre y su necesidad de expresar una interioridad subjetiva y hacerla universal, mediante un acto de comunicación y participación. Es por eso que la canción no hace sino mostrar aquello que el humano es, y desde sus orígenes tiene una estrecha relación con la problemática del existir y el medio ambiente en que desarrolla es existencia. Así, por ejemplo, las manifestaciones musicales del hombre primitivo están ligadas a lo mágico-religioso, a lo mítico, demostrando que la canción nace como una necesidad y no como un mero entretenimiento, sino que por el contrario, lleva consigo ya en sus orígenes una finalidad que sirve a la aclaración de su conflicto de hombre vivo y libre sobre la tierra.  Hombres y mujeres cantaron, y hasta hoy este canto persiste en la tradición folclórica de los pueblos, para fortalecerlo frente al mal y las fuerzas contrarias que oprimen su vida”.

“En la actualidad la canción protesta surge con ímpetu poderoso, vitalizante de los valores esenciales del canto. Los pueblos oprimidos por países extranjeros, con su canto, se rebelan, combaten y denuncian a los culpables de su opresión. La canción efectúa una verdadera acción de limpieza del cáncer que han inoculado al pueblo los invasores. Les habla de su tierra y la necesidad de recuperar todo aquello que les ha sido robado”.

“La canción protesta es un hecho, una realidad y una necesidad de hombres y mujeres de nuestros días. Perseguida y censurada, va más allá de las barreras y se transforma en lenguaje común de la juventud del mundo”.

“Frente a la canción protesta, se alza la sociedad burguesa, con sus medios de información corrosivos y alienantes para el espíritu del pueblo. Diarios, revistas, radios y canales de televisión, dirigidos por un mismo amo, diariamente envenenan la conciencia de las masas, con sus falsos valores y sus ídolos falsos, para encauzar por esas equivocadas vías cualquier inquietud de libertad o expresión inherente al hombre. La publicidad, la propaganda y los cantantes “populares”, por otra parte, son jugosos incentivos que empujan al hombre a su evasión, actuando como drogas adormecedoras de la lógica rebeldía frente a la miseria”.

“No es casualidad  que los textos de nuestras canciones sean hoy más comprometidos que antes. El pueblo necesita que el artista le presente el espejo de la vida tal cual es. La nueva canción chilena es la nueva vida que hombres y mujeres chilenas y latinoamericanas anhelan. Siendo un canto comprometido con el pueblo, es algo más que la simple recreación de un estado de animo; constituye un arma esencial de aporte en su medida, al cambio revolucionario del que tanta hablamos».

“Fundamentalmente la canción protestas no es un hecho comercial, sino una especie de revelación artística que debe tocar el pueblo y quedarse en él, pero creo que no puede limitarse solo a la protesta. La canción nace de un hecho que hay que analizar y del cual sacar una conclusión, dándolo a conocer con una enseñanza de tal modo que sirva de guía. Protestar por protestar a través de una canción es como un ataque de histeria que nunca va a formar conciencia”.

«A diferencia de nosotros, los cazadores de dinero- autores de boleros, baladas, autores de rock and roll, protestadores yeyé,- nunca comprenderán que el canto es como el agua que purifica la piedra, el viento que purifica el fuego que se apaga y permanece aquí en el fondo de nosotros para mejorar. Para ellos cuenta solo el aroma fugaz de los aplausos, el fulgor de los flashes, la publicidad que anuncia el descubrimiento.»

“La canción sigue siendo un arma de lucha. La canción auténtica, la revolucionaria, tiene que cambiar al hombre para que este cambie al sistema”.

MÚSICA Y MEMORIA:»YO SOY RODRIGO ROJAS, CARNE Y MADERA»

MÚSICA Y MEMORIA:»YO SOY RODRIGO ROJAS, CARNE Y MADERA»

El 02 de julio de 1986 era una de las jornadas de protestas más multitudinarias y decisivas en oposición a la dictadura militar. El paro nacional convocado para esos días estaba concebido como unas de las acciones claves para derrocar a Pinochet. Fue ese 02 de julio de 1986 en que la estudiante Carmen Gloria Quintana de 18, y el joven fotógrafo de 19 años, Rodrigo Rojas, junto a un grupo de vecinos de la población Los Nogales de Estación Central, fueron interceptados y detenidos por una camioneta militar. En medio de la detención, el grupo se dispersó y escapó en diferentes direcciones, ella y Rodrigo se dirigieron por el mismo callejón, perseguidos por la patrulla no lograron escabullirse y finalmente fueron detenidos, maniatados y roceados con bencina para luego encenderles fuego y ser quemados vivos. Sus cuerpos inconscientes fueron lanzados al otro extremo de Santiago, en un sitio eriazo de Quilicura donde más tarde serían encontrados. Rodrigo murió y Carmen sobrevivió con el 64 % de su cuerpo quemado.

En 1989, Quelentaro, el dúo compuesto por los hermanos Eduardo y Gastón Guzmán, edita «Después de la tormenta», disco que contiene entre sus composiciones el tributo al joven fotógrafo Rodrigo Rojas de Negri.

Este trabajo de corte emblemático para la historia de la banda, con Eduardo aún en el exilio, y Chile aún bajo Pinochet, es a su vez, el último disco con la casa discográfica EMI. En él se encuentran las primeras incursiones en sonidos de sintetizadores y los arreglos musicales a cargo de Sergio Tilo González de la banda Congreso. Entre las composiciones destacan las variaciones para la tonada «El Martirio», melodía que cuenta con innumerables versiones y cuyo origen y propagación por el cancionero latinoamericano es desconocida. «Después de la tormenta» es un disco que trae consigo la marca del exilio, la marca de la tortura y la marca de Rodrigo y Carmen Gloria ardiendo en el callejón de Los Nogales, la marca de la memoria insurrecta, así lo describe Eduardo en la furiosa e imperecedera copla compuesta al fallecido Rojas de Negri:
«Y esa patria…
Que patria esa que nombras!!
La patria colectiva que me decías,
nací en la misma tierra que ahora es otra
por nacer prisionero, busco la puerta
Y eso del Pueblo Unido
y ese otro verso que decía sobre la vida
y aquella gente que se creía la gente nueva
fui a decir mi opinión con una piedra
y fui la barricada allá en La Legua
y fui la hoguera ingenua contra las fieras
y conocí el garrote, y las tinieblas.
Soy el tisón humano que no se quema!!
Yo, yo soy Rodrigo Rojas, carne y madera!!
vuelto incendio en la lucha
vuelvo a la vida
y alumbrar de esperanza la noche ciega
y soy Manuel Parada, el Degollado!!
vertiente pura…
estoy vivo en Lonquén
y ando en la marcha
voy en la lista negra
Soy el destierro
Estoy preso en Rodríguez… y soy la vida
soy los que van muriendo… y los que llegan…
soy el viejo y el niño
soy la parte de Chile que anda en la ausencia
soy el aro y abrazo que anda en la cueca.
y soy mucho más cosas…
soy, soy mi pueblo en la calle que no se entrega!!
Yo, yo soy Rodrigo Rojas, carne y madera!!
Si la mano enguantada quemó la espiga,
que las manos desnuda, plurarles, siembren la vida…
Yo, yo soy Rodrigo Rojas, carne y madera!!»

«Álbum de estudio publicado por el sello EMI Odeón en 1989. El último disco oficial que Quelentaro editó bajo esta casa discográfica, el cual sólo apareció en cassette. Como en trabajos anteriores, los arreglos y la dirección musical estuvieron a cargo de Sergio “Tilo” González, director del grupo Congreso. César Lucero acompañó a Gastón Guzmán en la guitarra,»

«Todas las canciones pertenecen en letra y música a Eduardo y Gastón Guzmán, excepto Sobre el martirio, que es una variación hecha por Eduardo Guzmán sobre un tema tomado del folklore». (Fuente: Perrerac.org)
UN CANTO QUE NO SE APAGA. ACTO DE DESAGRAVIO

UN CANTO QUE NO SE APAGA. ACTO DE DESAGRAVIO

“No hay mano” con esa frase amaneció la tumba del cantautor Víctor Jara, ubicada en el cementerio general, el pasado 18 de enero cuando se cumplían tres meses desde el estallido social y el inicio de las movilizaciones por la dignidad. Las fotos fueron difundidas desde una cuenta de Twitter asociada a un grupo de extrema derecha.

 

La agresión generó repudio en el círculo artístico y musical por lo que FUNDACIÓN VÍCTOR JARA, en colaboración con diversas agrupaciones de cantores y folcloristas, han convocado para este sábado 25 de enero, al ACTO DE DESAGRAVIO en respuesta al ataque. Una convocatoria que invita a todos los artistas y cantores populares a homenajear al cantautor y tributar su legado y memoria. Bajo el título de UN CANTO ETERNO, la actividad se llevará a cabo desde las 11 hrs en el Cementerio General de Santiago, en la comuna de Recoleta e incluirá la interpretación de un repertorio compuesto por las composiciones : Te recuerdo Amanda, Vientos del pueblo, El Aparecido, El derecho de vivir en Paz, Manifiesto, Plegaria a un labrador, Canto libre, Luchín, El arado, Deja la vida volar, Lo único que tengo, En el río Mapocho.

 

 

MÚSICA Y MEMORIA : FAM VÍCTOR JARA PROMUEVE PRECIOS POPULARES

MÚSICA Y MEMORIA : FAM VÍCTOR JARA PROMUEVE PRECIOS POPULARES

EL FESTIVAL DE ARTE Y MEMORIA, FAM VÍCTOR JARA, ORGANIZADO POR LA FUNDACIÓN QUE RESGUARDA LA MEMORIA Y LEGADO DE UNO DE LOS ARTISTAS MÁS IMPORTANTES DEL SIGLO XX EN CHILE, BUSCA FOMENTAR LA PARTICIPACIÓN DE ORGANIZACIONES CULTURALES Y SOCIALES GRACIAS A PRECIOS POPULARES EN SUS ENTRADAS.

DE ESTA FORMA LA GRAN PARRILLA QUE REÚNE UN AMPLIO ESPECTRO DE MÚSICOS, ESTILOS, SONIDOS Y PROPUESTAS, TIENE COMO PRINCIPAL FINALIDAD PERMITIR QUE LA MAYOR CANTIDAD DE PÚBLICO TENGA ACCESO A UNA JORNADA MUSICAL DE ESTAS CARACTERÍSTICAS POCO FRECUENTES EN LOS ESCENARIOS LOCALES.

 

 

 

1. Las entradas se podrán comprar a mitad de precio. Esto es: en caso de galería la entrada queda en $ 3.500 y en caso de cancha a $ 5.000.

2. Las entradas son válidas para los días 22, 23 y 24 de septiembre (ver programa en www.famvictorjara.cl).

3. Programa a los que se aplica el beneficio:

a. Día Domingo 22 de Septiembre: 1. OBRA DE TEATRO PATEANDO PIEDRAS 2. JORGE ALIS y 3. PASCUALA ILABACA. b. Día Lunes 23 de Septiembre: 1. Cantata Víctor Jara de HOSKEN 2. BANDA LOS CELESTINOS y 3. LOS JAIVAS. c. Día Martes 24 de Septiembre: 1. TRIO MEMORIAL. 2. BANDA CADIMA Y 3. MANUEL GARCIA Y SU BANDA d. Día Viernes 27 de septiembre: 1. FISCALES AD HOK. 2. LOS MISERABLES. 3. MAURICIO REDOLÉS. 4. FDE 5. HORREGIAS.

4. Las entradas solo se podrán comprar en nuestra casa fundación ubicada en Almirante Riveros 067 a pasos de Metro estación Santa Isabel, en los siguientes horarios: de Martes a Viernes de 11 a 20 hrs. y sábado de 10 a 14 hrs. Solo se pueden comprar con dinero en efectivo.

5. Se pueden adquirir un mínimo de 10 entradas por organización y un máximo de 40.

6. Los cupos de entradas son limitados.

7. Una vez enviado el formulario será contactado por la producción del Festival para concretar la adquisición de las entradas.

 

MAS INFORMACIÓN  WWW.FAMVICTORJARA.CL

MÚSICA Y MEMORIA: FAM VÍCTOR JARA 2019

MÚSICA Y MEMORIA: FAM VÍCTOR JARA 2019

El Festival Arte y Memoria Víctor Jara (FAM) dio a conocer el listado de artistas que se presentarán este año durante los siete días que durará el evento. Este año la celebración estará dedicada a la demanda principal de los territorios vulnerados, usurpados y envenenados: No + zonas de sacrificio.

 

 

Esta segunda versión del festival, que se realizará -al igual que la vez anterior- en el Estadio Víctor Jara entre los días 23 al 29 de septiembre, destaca que la cantidad de artistas se duplicó respecto al año pasado debido a un cambio de la programación, es decir, si el 2018 el público que adquirió una entrada podía entrar a solo un concierto, este año podrá acceder al día completo de actividades, donde podrá ver 3 o 4 agrupaciones.

Los artistas

 

Por primera vez el festival contará con la presentación de dos extranjeros en el escenario. El destacado cantautor argentino Pedro Aznar se presentará junto a Manuel García en la segunda noche. Asimismo la cantante mapuche nacida en Argentina Beatriz Pichi Malen tendrá una participación especial el día del homenaje a Víctor (28 septiembre).

Además, se presentarán Illapu, IntiIllimani, Los Vásquez, Inti + Quila, Cantata Rock Santa María de Iquique, Santa Feria, Santiago del Nuevo Extremo, Sol y Lluvia, Fiskales Ad-HoK, Los Miserables, Los Insobornables, Trio Memorial, Banda Conmoción, Horregias y Mauricio Redolés y su Banda. Así también se contará con la participación especial de Raúl Zurita junto a González y los Asistentes y el gran maestro Roberto Bravo al piano.

También habrá un espacio para excelentes bandas emergentes como Trikawe, FdeE y Cadima y Waikil, exponentes de la diversidad que muestra este Festival.

 

FESTIVAL

ARTE Y MEMORIA

VÍCTOR JARA

SE AGRANDA

Se suman: 

JORGE ALIS, TEATRO PATEANDO PIEDRAS Y PASCUALA ILABACA

Serán 8 días de conciertos con mas 30 artistas en escena

Una nueva jornada se suma a la semana de conciertos, teatro, cine y actividades culturales planificadas por la Fundación Víctor Jara para la última semana se septiembre. Ahora se desarrollará de domingo a domingo, desde el 22 al 29 de septiembre.

JORNADA INAUGURAL: Primer día del FESTIVAL ARTE Y MEMORIA.

El día inaugural será el domingo 22 de septiembre y tendrá como protagonistas a PATEANDO PIEDRAS, la obra de teatro de los hermanos VISNU Y GOPAL IBARRA que causó sensación hace semanas en su estreno. Se suma también a este FAM 2019 el comediante y actor JORGE ALIS, de un humor ácido e hilarante, que realizó un inolvidable show en el último Festival de Viña del Mar y que por primera vez participa en una actividad con la Fundación Víctor Jara. Y  por último PASCUALA ILABACA, artista de raíces folklóricas que le ha dado a su creación un vuelo internacional y que ya es una colaboradora permanente de la Fundación Víctor Jara. Junto a su banda FAUNA se presentará completando esta primera jornada de festival.

COMUNICADO OFICIAL FUNDACIÓN VÍCTOR JARA
MÚSICA Y MEMORIA: «YO SOY RODRIGO ROJAS, CARNE Y MADERA»

MÚSICA Y MEMORIA: «YO SOY RODRIGO ROJAS, CARNE Y MADERA»

El 02 de julio de 1986 era una de las jornadas de protestas más multitudinarias y decisivas en oposición a la dictadura militar. El paro nacional convocado para esos días estaba concebido como unas de las acciones claves para derrocar a Pinochet. Fue ese 02 de julio de 1986 en que la estudiante Carmen Gloria Quintana de 18, y el joven fotógrafo de 19 años, Rodrigo Rojas, junto a un grupo de vecinos de la población Los Nogales de Estación Central, fueron interceptados y detenidos por una camioneta militar. En medio de la detención, el grupo se dispersó y escapó en diferentes direcciones, ella y Rodrigo se dirigieron por el mismo callejón, perseguidos por la patrulla no lograron escabullirse y finalmente fueron detenidos, maniatados y roceados con bencina para luego encenderles fuego y ser quemados vivos.  Sus cuerpos inconscientes fueron lanzados al otro extremo de Santiago, en un sitio eriazo de Quilicura donde fueron encontrados. Rodrigo murió y Carmen sobrevivió con el 64 % de su cuerpo quemado.

En 1989, QUELENTARO, el dúo compuesto por los hermanos Eduardo y Gastón Guzmán, edita DESPUÉS DE LA TORMENTA, disco que contiene entre sus composiciones el tributo al joven fotógrafo Rodrigo Rojas de Negri.

 

 

 

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=dyOXEWuIeME]

Este trabajo de corte emblemático para la historia de la banda, con Eduardo aún en el exilio, y Chile aún bajo Pinochet, es a su vez, el último disco con la casa discográfica EMI. En él se encuentran las primeras incursiones en sonidos de sintetizadores y los arreglos musicales a cargo de Sergio Tilo González de la banda Congreso.  Entre las composiciones destacan las variaciones para la tonada El Martirio, melodía que cuenta con innumerables versiones y cuyo origen y propagación por el cancionero latinoamericano es desconocida.  DESPUÉS DE LA TORMENTA es un disco que trae consigo la marca del exilio, la marca de la tortura y la marca de Rodrigo y Carmen Gloria ardiendo en el callejón de Los Nogales, la marca de la memoria insurrecta, así lo describe Eduardo en la furiosa e imperecedera copla compuesta al asesinado joven Rojas de Negri:
 
Y esa patria…
Que patria esa que nombras!!
La patria colectiva que me decías,
nací en la misma tierra que ahora es otra
por nacer prisionero, busco la puerta Y eso del Pueblo Unido
y ese otro verso que decía sobre la vida
y  aquella gente que se creía la gente nueva
fui a decir mi opinión con una piedra
y fui la barricada allá en La Legua
y fui la hoguera ingenua contra las fieras
  y conocí el garrote, y las tinieblas. Soy el tisón humano que no se quema!!
 Yo, yo soy Rodrigo Rojas, carne y madera!!
vuelto incendio en la lucha
vuelvo a la vida
y alumbrar de esperanza la noche ciega soy Manuel Parada, el Degollado!!
vertiente pura…
estoy vivo en Lonquén
y ando en la marcha
voy en la lista negra
Soy el destierro Estoy preso en Rodríguez.. y soy la vida
soy los que van muriendo… y los que llegan…
soy el viejo y el niño
soy la parte de Chile que anda en la ausencia
soy el aro y abrazo que anda en la cueca.
y soy mucho más cosas…
soy, soy mi pueblo en la calle que no se entrega!!
Yo, yo soy Rodrigo Rojas, carne y madera!!Si la mano enguantada quemó la espiga,
que las manos desnuda, plurales, siembren la vida…
Yo, yo soy Rodrigo Rojas, carne y madera!!

 

«Álbum de estudio publicado por el sello EMI Odeón en 1989. El último disco oficial que Quelentaro editó bajo esta casa discográfica, el cual sólo apareció en cassette. Como en trabajos anteriores, los arreglos y la dirección musical estuvieron a cargo de Sergio “Tilo” González, director del grupo Congreso. César Lucero acompañó a Gastón Guzmán en la guitarra.

 
Todas las canciones pertenecen en letra y música a Eduardo y Gastón Guzmán, excepto Sobre el martirio, que es una variación hecha por Eduardo Guzmán sobre un tema tomado del folklore.» (Fuente: Perrerac.org)

Texto y recopilación: Rossana Montalbán