A menudo referenciados como una de las bandas más influyentes de los noventa desde el momento de su aparición, Helmet ha sido considerada una de las piedras angulares de lo que se ha conocido como metal alternativo, sintetizando los códigos del metal y el hardcore punk con una poderosa y distintiva sonoridad de guitarras pesadas y rítmicas, dando forma a un sonido macizo y estridente marcado por tempos y arreglos que convirtieron a su sonido, en el principio de uno, y en una escuela para la música pesada de la década.

Surgidos a finales de los ochenta en una ecléctica escena de rock neoyorquina, la banda se caracterizó desde sus comienzos por escapar de los estereotipos del hardcore y el heavy rock, especialmente en lo que refería a la imagen. Mientras que musicalmente se dedicaron a desarrollar un sonido en base a una importante cantidad de riffs predominantemente rítmicos que se desencadenados con tempos poco usados y poco reconocibles para el estilo tradicionales del metal.

Tres fueron las piezas discográficas que plasmaron el auge de Helmet como los inventores del metal alternativo si es que buscamos una etiqueta que logre resumir y representar el sonido de la banda de Hamilton. Pero quizás lo más acertado sea señalar que el sonido de la banda terminó por constituirse como un género en sí mismo, convirtiéndolos en los creadores y referentes del metal mas allá del metal y más acá del rock. Meantime» (1992), «Betty» (1994) y «Aftertaste» (1997),  componen la trilogía de discos en los cuales la banda fue amasando el subgénero que definió a toda una década, y a toda una camada de bandas. Ubicados en un limbo entre el underground y el mainstream, el lugar de Helmet termino siendo el de la gran banda de culto, cuya valoración pasó por fuera de las listas de éxitos y sobreexposición.

Tras un largo silencio, mientras la escena musical global se transformaba y el rock volvía a los subterráneos, en 2004 Hamilton decidió reactivar la banda de su vida, que era citada como influencia hasta la extenuación por las bandas de nueva generación. Con ello Hamilton decidió responder al llamado retomando actividad con la banda y editando Size Matters (2004) con una nueva formación. Desde entonces, Hamilton y Helmet han seguido agrandando su leyenda con nuevos trabajos e interminables giras, mientras que el octavo disco de la banda, titulado proféticamente Dead to the World (2016), fue editado con un bajo perfil que les permitió reforzar su sitial de eximia banda anti mainstream.

No cabe duda que para muchos, Hamilton y Helmet hicieron por el género, en una década de grandes estrellatos y explosiones de metal y rock, mucho más de lo que el mundo jamás les reconocerá.