La banda nacida en la década de los ochenta en Carolina del Norte, Estados Unidos, es considerada una de las más influyentes en el surgimiento de una nueva variante de metal enraizado en el heavy rock de Sabbath y cruzado por la densidad y crudeza disruptiva del hardcore punk.

Los norteamericanos regresan por tercera vez a Santiago para presentars el próximo 23 de septiembre en Sala Metrónomo.

Por redacción Crónica Sonora / Fuente : Prensa Transistor

Llamada cariñosamente por sus fans como «C.O.C.», comenzaron originalmente en 1982 como una banda de hardcore punk antes de adentrarse en los sonidos del metal más tradicionales y, finalmente, en lo que podría describirse como doom, sludge o stoner rock. La música de COC ofrece una combinación única de riffs pesados ​​con una melodía de rock sureño, algo marcado en la reciente etapa de la banda.

Los inicios de C.O.C estuvieron marcados por su inclinación por el hardcore, duro, puro y agresivo, en los álbumes Eye For An Eye, Animosity y Technocracy, posteriormente desplazándose hacia particulares tintes metaleros en Blind, dando forma a una renovadora y adelantada forma de metal, rock y hardcore, sucio y demoledor, que hizo escuela de ahí en adelante, entregando importantes direcciones para subgéneros como el stoner, el sludge o el metal alternativo. Un sonido que se consagró en los reconocidos albumes Deliverance, Wiseblood, America’s Volume Dealer, In the Arms of God, un LP homónimo, IX, hasta el épico No Cross No Crown de 2018.

Con sus articuladores definitivos,Woody Weatherman y Pepper Keenan, la banda regresa después de su segunda visita a Chile en 2018, esta vez, para echar abajo Sala Metrónomo, donde no sólo escucharemos cortes seleccionados, sino que también algo del nuevo material de estudio que la banda prepara para estos próximos meses.

Entradas ya disponibles a través de Passline.

Produce Transistor