L7 DE GIRA: LA AVANZADA DEL HEAVY ROCK MATRIARCAL
L7 está de gira recorriendo parte de Sudamérica para repasar su poderoso repertorio, su imprescindible discografía y festejar tres décadas de existencia como la banda de heavy rock de avanzada matriarcal más importante de su generación. La banda inició una inédita y ansiada gira Sudamérica que las ha llevado a tocar en cinco ciudades de Brasil, y por primera vez las hará presentarse en Colombia, mientras este jueves llegan por segunda vez a Santiago para dar cátedra en Centro de Eventos Blondie.
Por Rossana Montalbán
Pobrablemente antes de ellas, ninguna otra banda supo y pudo impregnar de forma directa y consecuente una mirada crítica desde la identidad de género y llevar la praxis del pensamiento feminista al rock pesado omo lo hizo L7, en plena década de los noventa, en su calidad de agrupación de mujeres inmersas en el epicentro de la vida y la industria del rock y metal alternativo en Los Angeles, California.
Surgidas en el seno de la escena underground californiana a finales de los ochenta, la banda liderada por Donita Sparks, ha personificado por más de tres décadas la poderosa afrenta del rock pesado hecho con ovarios en un mundo eminentemente masculino, disputando el ruido y los estilos musicales, irrumpiendo desde la crudeza del punk rock y la pesadez del metal más esencial con tal propiedad, construyendo un sonido y un imaginario propio, capaz de derribar importantes barreras en escenarios, desafiando esquemas y echándose al bolsillo la escena de rock falocéntrico. Así intervino L7 en la escena musical de los noventa, cuando la fiebre por Seattle contagiaba al mundo entero amplificándose por MTV, con el auge del rock alternativo y, ciertamente, una floreciente escena musical de rock y otros subgéneros que nutrieron la industria musical de entonces, fue en ese cuadro donde L7 supo levantar un particular tipo de impronta, quizás solo comparable a Girslschool.
Fundada por las compositoras y guitarristas principales Donita Sparks y Suzi Gardner en 1985, la banda atravesó variados cambios antes de encontrar la sección rítmica ideal que daría vida a la era clásica, con la bajista Jennifer Finch y la baterista Dee Plakas. Desde entonces, L7 tuvo un fluido e intenso recorrido por la escena musical angelina, conviviendo con las bandas y sellos más emblemáticos de aquel periodo como su paso por Epitaph, el sello de Brett Gurewitz, guitarrista de Bad Religion quien produjo y editó su primer demo, para luego pasar a formar parte de Sub Pop, entre los años 1989 -1991 antes que el furor «grunge» lo consumiera todo.
La publicación de sus primeros discos L7 homónimo y Smell The Magic, sucitaron significativa atención y reconocimiento en el circuito musical que habitaban, principalmente por su demoledor sonido y destreza musical para dar vida a un poderoso metal alternativo de visceral raíz punk rock, al mismo tiempo que manifestaban una clara postura política y activista desde su condición de mujeres en el rock, a menudo encarando situaciones de machismo, misoginia y violencia patriarcal, junto con ejercer un rol no tradicional y de igualdad desde la práctica creativa, artística y musical. Misma actitud y postura mostrada al fundar en 1991 Rock For Choice, una serie de fechas en vivo de tipo benéfico con el ánimo de apoyar el derecho al aborto de las mujeres en los Estados Unidos y Canadá. En esta seguidilla de recitales se recaudaron fondos para apoyar a organizaciones feministas y denunciar la vandalización y amenazas contra centros de aborto por parte de grupos de ultraderecha. La iniciativa contó con el apoyo de otras bandas amigas de gran popularidad de ese momento que compartían escena con L7, como Hole, Red Hot Chili Peppers, Pearl Jam y Rage Against the Machine.
Implacables y arrolladoras sobre el escenario, sus actuaciones en vivo le dieron el lugar como banda de peso dentro de la escena alternativa, más no inflada por la industria para alimentar la fiebre comercial de esos días. Sin embargo pese a todo, parte de ese furor alcanzó a la banda que además salió de gira con Nirvana cuando el trío transitaba su gran ascenso, y más tarde con la publicación de su tercer y popular álbum Bricks Are Heavy de 1992- que acaba de cumplir treinta años- producido por un famoso Butch Vig, quien plasmó su mano volviendo la música de L7 más digerible y accesible por un rato, en sus exitosos singles Pretend we´re dead, Andres o Shitlist, clásicos totales de su cancionero.
La llamada edad de oro prontamente devino en declive, y para 1999 todo había cambiado, tal como relatan en su documental Pretended we´re dead, título que se reutiliza precisamente para poder contar lo que la banda de mujeres vivenció en medio de la vorágine del rock de esos años como también su decisión de detenerse y dejar de existir por algunos años hasta 2014 cuando volvieron a reunirse. A menudo, y de forma imprecisa, asociadas al movimiento Riot Grrrl, L7 intervino su propia escena principalmente en la ciudad de Los Ángeles, y lo hizo bajo su propia e instintiva forma de entender y ejercer nuevos roles para las mujeres en la música y sobre todo en el rock pesado.
Ya en otra era, durante los acontecidos últimos cinco años, L7 ha reavivado la vieja antorcha que encendieron décadas atrás, esta vez cargando el título de pioneras e inspiradoras de tantas otras músicas que continuan tironeando el lugar que no se les quiere dar, editando el disco Scatter The Rats en 2019 bajo el sello de Joan Jett, Blackheart Records, saliendo de gira, versionando a la ex The Runaways con Fake friends, y reeditando su imprescindible discografía, mientras el mundo intenta darle cabida al feminismo y a la reinvindicación de los derechos de las mujeres en la incongruente sociedad actual, todo eso frente a millones de personas que se identifican con Donita, Suzie, Jenifer y Dota, y con cada mujer que ha logrado echar abajo el muro.
L7 en vivo en Santiago, 02 de noviembre 2023
Centro de Eventos Blondie