Reconocida como una de las bandas pioneras de la primera ola del punk angelino, X acaba de sellar un nuevo regreso discográfico y, al mismo tiempo, su despedida definitiva de los escenarios con Smoke & Fiction, editado bajo Fat Possum Records, y sucesor de Alphabetland de 2020, coronando su historia intermitente como una de las bandas más respetadas de esa camada de estrambótico punk rock al estilo americano.

Por redacción Crónica Sonora

Fue hace solo cuatro años cuando la banda decidió retomar su trabajo en estudio y entregar un nuevo disco, rompiendo así un silencio de casi veintisiete años, justo cuando la pandemia hacía su entrada en el mundo obligándolos nuevamente a callar. Así llegó Alphabetland, su primer álbum desde 1993 con ¡Hola, Zeus!, y la primera vez que esta alineación crea nueva música juntos desde 1985, con Ain’t Love Grand. Ahora, cuatro años después la banda liderada por la dupla John Doe y Exene Cervenka, comienza su despedida definitiva de los escenarios con un nuevo disco bajo el brazo, Smoke and Fiction y girando por Estados Unidos.

Pero la historia de X comenzó en la década de los setenta, cuando John Nomensen Duchac aka John Doe, se trasladó a vivir a Los Angeles desde su ciudad de origen Baltimore, decidido y enfocado a formar una banda, luego de varios intentos infructuosos en su ciudad natal.  Ansia que se materializó cuando Doe se unió a Ty Kindell aka Billy Zoom, guitarrista originario de Savannah, Illinois, con ya cierta experiencia a sus espaldas en varias bandas de la escena rockabilly, blues y R ‘n’ B de la capital californiana, y con el que Doe compartía la predilección por artistas como Patti Smith o The Ramones. En ese mismo periodo, Doe conoció a su otrora compañera de ruta, Christine Cervenkova mejor conocida como Exene Cervenka, joven aspirante a poeta que, ante la petición de su pareja de utilizar uno de sus poemas para interpretarlo con su recién constituida banda, respondió que le parecía perfecto siempre que contasen con ella como vocalista.

Al completarse la formación con sus cuatro integrantes, la banda publicó su disco debut titulado simplemente Los Angeles 1980, producido por el legendario Ray Manzarek, de The Doors, quien se convierte en el gran padrino de la banda no sólo produciendo sino también tocando teclados, haciendo a Los Ángeles un debut de culto donde ya era posible apreciar los principales atributos de X, desde su actitud punk, o la herencia del rockabilly, el rock & roll clásico y la  psicodelia, todo eso aliñado y realzado por el juego de voces entre Doe y Cervenka, quienes inicialmente ya muestran una identidad fuerte y particular que estará presnte a lo largo de toda su música. Pero definitivamente fue la experimentada producción de Manzarek, que hizo de Los Angeles no solo un álbum de madurez impropia para ser un debut, sino que supuso un elemento básico y definitorio para comprender lo que por ese entonces era la incipiente escena del punk californiano.

Un par de años después, el sonido de la banda registra su segundo movimiento con la publicación, en 1982, de Under the big black sun, disco donde se incorporan elementos del country desde la raiz punk, ampliando sus propios parámetros. Nuevamente con Manzarek como productor, los resultados del álbum fueron satisfactorios, y su variación en términos estilísticos señaló la dirección que la banda fue tomando a partir de ese momento.

Este nuevo rumbo sonoro evidenciado en Under the big black sun se ve confirmado y multiplicado en More fun in the new world, álbum editado en 1983 y último de la época dorada de la banda. Con una influencia country cada vez más presente y todavía con Ray Manzarek como apoyo en la producción, en la que sería su última colaboración con la banda, X daría luz a la que acabaría por resultar, tal vez, su última gran obra. Un disco genial, que constantemente provoca sentimientos contradictorios en el oyente, a medio camino entre la melancolía y la alegría, y que suena, de hecho, a una noche de juerga con un amigo al que uno sabe que no va a volver a ver en mucho tiempo.

Los años posteriores la banda continuó moviéndose dentro de sus límites musicales, publicando una serie de discos con diverso enfoque e impacto, dejando escuchar su propia divagación hasta bajar el ritmo a finales de los ochenta, para luego retomar su actividad en 1993 con una escena musical punk y alternativa completamente diferente en todos los sentidos. Así llegamos a Hey Zeus!, publicado en 1993, dejando notar el claro intento por parte de X de sumarse a la corriente de la época. El resultado no fue un desastre mayúsculo como Ain’t love grand de 1985, su anterior intento de adaptarse a la corriente imperante de una época determinada, pero tampoco resultó en un trabajo particularmente reseñable.

Desde el lanzamiento en 1993 de Hey Zeus! y hasta el lanzamiento de Alphabetland en 2020 la banda permaneció activa de forma intermitente a pesar de no editar ningún trabajo de estudio durante estos años. Pero si tuvieron lugar algunos acontecimientos importantes como la edición del interesantísimo acústico Unclogged en 1995 o la vuelta de Zoom a la formación en 1998 para una supuesta gira de despedida que finalmente no fue tal, También podemos nombrar la edición en 2005 de un DVD titulado X – Live in Los Angeles, con el que conmemoraron el 25 aniversario de su álbum de debut. Y su participación en una extensa gira por Sudamérica, Centroamérica y Europa abriendo para Pearl Jam a lo largo de 2011 y 2012. Desd entonces la banda ha seguido protagonizando extensas giras con cierta asiduidad.

Los años pasaron y recién en 2019 la banda regresó al estudio de grabación para iniciar las sesiones de Alphabetland, un disco brve que nos pone al día con las intenciones de la banda, con Rob Schnapf, antiguo colaborador de Beck, Fu Manchu o Booker T. Jones, en la producción, logrando un trabajo sincero, sin grandes novedades y donde se escucha a una banda haciendo lo que quiere, cuando quiere y como quiere. Alphabetland suena a ese reencuentro con un colega que hace tiempo no ves, pero con el que sabes que vas a pasar un buen rato.

Pandemia, cuarentena, distancia y mascarillas quedaron atrás y el mundo volvió a circular, como también lo hizo X, con nueva música  y una gira de despedida que reúne a los cuatro miembros originales, John Doe, Exene Cervenka, DJ Bonebrake, Billy Zoom, publicando Smoke & Fiction, disco producido por Rob Schnapf, asiduo colaboradore de Beck y Foo Fighters, y estrenando su single estrella Big Black X, una pieza con sabor a despedida, y un denominado y decidido autohomenaje a la propia banda y a su su legado, celebrando y acariciando ese estrambótico punk americano que se desarticula y articula cada tanto, tan errático como acertado.