HEAVY METAL EARS: EL CLÁSICO ÁLBUM DE PICTURE
Heavy Metal Ears se titula el segundo álbum de la banda holandesa Picture, leyenda de la NWOBHM, que este viernes se presenta en Santiago. El álbum publicado en 1981, es una de las piezas clásicas de la longeva y activa banda nacida en Hilversum-Países Bajos, en 1979 Picture, y por ende, es también uno de esos discos que mejor reflejan el alma de un sonido nacido a inicios de esa década, y que desde entonces ha forjado el devenir del metal como una vieja escuela fundamental para el sonido pesado y callejero.
Por Edgar Witchfyre /Redacción Crónica Sonora
No todas las bandas están destinadas a grabar el disco de la gallina de los huevos de oro. No todas las bandas están destinadas a crear su propio The Number of the Beast o un Screaming For Vengeance, y con ello pasar a los anales de la historia. No, otros se tienen que conformar con conocer su oficio, desempeñar con la mayor de la dignidades su pasión y, con suerte, llegar a vivir de ello. Algunos se tienen que conformar con editar un Heavy Metal Ears y defenderlo a capa y espada, mirar hacia él 40 años después y sentirse orgullosos de su tarea, igual que el ebanista o el cantero observan su obra con cara de satisfacción. Picture son la clase trabajadora del heavy metal y están orgullosos de serlo.
En este álbum, es el mismo Jan Bechtum el que se encarga de producir, pero va a sonar de lujo a nuestros oidos de heavy metal. Una producción orgánica, propia de su tiempo, donde la batería suena a lo que tiene que sonar: parches, platos y un tipo azontándoles como puede. Las guitarras al frente, sin artificios, pero con cuerpo, el jack al ampli un poco de distorsión y listo, como el rock de toda la vida.
Heavy Metal Ears se mueve a dos velocidades, tan claro como eso, igual que Saxon por aquellos tiempos, sin más. Temas rápidos, furiosos y rifferos (Heavy Metal Ears, Spend the Night with You, I’m Just a Simple Man, Out of Time, No No No…) y temas a medio tiempo, macarras, rockeros (el resto, salvo Unemployed, que acelera en su tramo final y el cierre con el medio tiempo balada Rock & Roll/Under Your Spell). El molde, no os voy a engañar, Motorcycle Man para la primeras y Wheels of Steel para las segundas. Un poco de Motörhead, algo de Tank, un poco del debut de Tygers of Pan Tang y mucho de Saxon. Es decir, pura NWOBHM de barrio con edificios de ladrillo, trabajo en la fundición y borrachera en el pub después de una dura jornada laboral, sólo que en Hilversun, no en Newcastle o Sheffield.
El único momento de mayor diferencia se encuentra en la ya mencionada Rock & Roll/Under Your Spell, con un comienzo lento, guitarras limpias y con Ronald Van Prooien desplegando su versión más sensible. Como también es el buen trabajo solista de Jan Bechtum, con feeling y sentimiento, de ese que parece que sólo podía salir de una guitarra hace cuarenta años. Se va moviendo hacia terrenos eléctricos con comodidad y acaba rockeando como es menester, como siempre, sonando a NWOBHM.
Heavy metal con un decidido espíritu rockero (nunca lo de heavy rock fue más cierto), con mucha actitud y tremendamente honesto. Un clásico de la NWOBHM de toda la vida.
