DESTACADOS

PSICODELIA A CAMPO ABIERTO: SPACETRIP LLEGA EN SU CUARTA VERSIÓN

PSICODELIA A CAMPO ABIERTO: SPACETRIP LLEGA EN SU CUARTA VERSIÓN

Con un abultado cartel de más de cien artistas y exponentes de la lisergia local, y una extensión de tres días, llega la cuarta edición del Festival Spacetrip, este fin de semana en los campos de Lonquén.

Por Rossana Montalbán

Fotos festival 2022 por Mariam González


A sólo minutos de la gran urbe los sonidos de corte lisérgico de la escena local han encontrado un fiel escenario a campo abierto bajo el nombre de Spacetrip, festival realizado por primera vez en 2019,  que desde entonces ha ido adquiriendo un consistente y, hasta ahora, contínuo impulso que lo mantiene como un garantizado y sugerente vuelo de música psicodélica.

Bucando abrir espacios para la música en vivo y al aire libre cerca de Santiago, Spacetrip nació de la mano de las bandas Psychotropics y Spiral Vortex, con Joshua Brierley, Felipe Vidal y Nicolás Colombres como organizadores. Así, en medio del vegetado y escondido camino a Lonquén, surgió el escenario perfecto para poder dar forma a un encuentro que congregara la cada vez más robusta movida música psicodélica local, y donde tuvieran cabida prominente estilos musicales como el rock psicodélico, el stoner, el shoegaze, el indie rock, el garage y space rock, entre otras corrientes.

Continuando y contribuyendo con un incipiente desarrollo de los festivales musicales de verano, su primera versión consistió en una sencilla y placentera jornada de camping, piscina y bandas en vivo, donde el sonido de los riffs se mezcló con el follaje de los arboles. Aquella primera vez llevada a cabo el 27 de abril de 2019, en pleno otoño reunió a bandas como Yajaira, Vago Sagrado, Odio Sensible, Los Tábanos Experience, The Slow Voyage, Vorágine, Psychotropics, Pies de Plomo, entre otras. Luego ese mismo año, y tras la entusiasta acogida del circuito de bandas y de los asistentes, vino la su segunda edición, esta vez, en plena temporada primavera -verano, finalizando el año en el mes de diciembre. Dicha versión se aventuró con una jornada que reunió a lo más consagrado de los estilos musicales mencionados, The Ganjas, Tsunamis, Adelaida, Terapia Familiar, Spiral Vortex, A Full Cosmic Sound, The Polvos, Vago Sagrado, entre otras. Precisamente, esta cuarta edición del festival programda para este fin de semana, guarda más de alguna similitud con esa recordada primera fiesta realizada en abril y con unas cuantas bandas reencontrándose con el festival como lo harán Yajaira,Vago Sagrado, Los Tábanos Experience, Vorágine, Psychotropics, The Polvos, mientras que el debut corre por parte de The Versions, Dinastía Moon, Kyros, Burdo, entre muchos otros, todos nombres que forman parte del extenso cartel de este cuarto encuentro, compuesto por más de cien artistas entre bandas, djs y otras participaciones, donde ademas de bandas consagradas y largo trayecto, destacan todo un ramillete de nuevos nombres y diversas propuestas musicales de carácter expansivo entre las que se cuentan Hablemos el Alma, La Grima o Alonso Casual, reuniendo con ello diversas formas de psicodelia, desde la pesadez, la experimentación, el dream pop, y la electrónica que este año protagonizará su propia jornada, el viernes 31, abriendo el festival con una interesante propuesta de destacados exponentes propensos a altos vuelos de beats y secuencias como DJ Haití, reconocido mezclador de sonidos tribales de raíz africana junto a proyectos de carácter experimental y Lo Fi como Concon y Águilas Paralelas.
Con marcadas ondas expansivas, y un frondoso cartel con destacadas bandas de la lisergia local, la cuarta edición de Festival Spacetrip cerrará el verano y recibirá este cálido otoño con tres jornadas  y sesenta horas de vuelo entre los árboles y el cielo de Lonquén.

Festival Spacetrip 31 de marzo hasta el domingo 2 de abril 

camino Lonquén Sur Pradero 40, Paralelo 40, Talagante.


 500 entradas disponibles,

valor $22.000, $27.000 y $35.000.

Comprar Aquí 

JANE´S ADDICTION: MÁS INFLUENCIA DE LA QUE TÚ TIENES

JANE´S ADDICTION: MÁS INFLUENCIA DE LA QUE TÚ TIENES

 

Jane´s Addiction se presenta por cuarta vez en Chile. Dos veces lo ha hecho en Lollapalooza, y por segunda vez esta noche llega al Teatro Caupolicán. Tildados por algunos medios masivos como dinosaurios en poca sintonía luego de su paso por la versión 2023 del festival, la banda fundacional del rock alternativo de Los Ángeles, está de vuelta para un nuevo encuentro que probablemente será mucho más que nostalgia, esta vez sin Dave Navarro pero con Eric Avery de vuelta.

Por Rossana Montalbán M


Nosotros tenemos más influencia con sus hijos de la que tú tiene, pero los queremos, creado y regado de Los Ángeles…” son las palabras que operan como la excéntrica introducción para uno de los singles más populares de Jane’s Addiction, Stop, track de su segundo larga duración, El ritual de lo habitual, publicado en 1990, un disco que consagra el rock alternativo antes del rock alternativo justo antes de su desbordante explosión.

La singular introducción incluida en el que ha sido uno de los contados hit radiales de la banda, no solo presumía lo que fue esa inexorable relación que existió entre juventud y rock and roll durante el siglo XX, en principio como la semilla de una revolución juvenil contracultural y anti establishment cuyo poder disruptivo fue disputado hasta ser apropiado por la industria de masas, sino también invocó con ironía la permanente satanización del género musical sellada con la irrevocable etiqueta Parental Advisory, el último gran triunfo, años antes, de la iglesia y las organizaciones de ultraderecha en Estados Unidos. Pero la llamativa entrada para el taquillero corte de amigable efervescencia, fue también el signo de su propio tiempo y espacio como una banda “creada” y “regada” de Los Ángeles, California, lugar que albergaba tantas escenas musicales como fuese posible, muchas de ellas sostenidas por el importante volumen de población migrante latina, rasgo primordial en el adn de la ciudad. Un guiño que proyectó la heterogeneidad del circuito musical y artístico en el que se forjó la banda en aquellos años, una mixtura de inglés y español, guitarras crudas y pesadas, tambores tribales, y post punk de playa hippie.

Tras la primera gran ola generada por su disco Nothing Shocking, publicado en 1988, Jane´s Addiction se asomó como una de las bandas estandartes del circuito que se gestaba desde mitad de la década ochentera, en contraste con el bapuleado y sobreexplotado hair metal del Sunset Strip,  poniendo bajo el reflector a una escena que recogía variadas referencias y modos experimentales de presentar la música, donde la divergencia de lecturas del rock pesado abundaron con nombres como Psi Com, Polar Bear, Camp Freddy, Satellite Party, misma escena desde la que también surgieron nombres ultra famosos como Red Hot Chilli Pepers.

La primera y relativamente corta existencia de Jane´s Addiction en su vida pasada, entre 1985 y 1991, no fue más que la viva expresión de su generación con algo de espiritu punk corriendo por la venas y una evidente resistencia al fenómeno que comenzaba en 1991 tras la fundación de Lollapalooza. Separación propiciada por Avery y Navarro, en permanente fricción con Perry Farrell, que dio paso a consideradas variaciones como Porno for Pyros, banda que se convirtió en una adorada joya de la década, conservando ese marcado carácter de singular rock alternativo, con Farrell y Perkins colocando el sello, y una discreción propia de su origen, a menudo llamada la banda de los ex Jane´s Addiction.

Intentar dimensionar la escena musical de la California de finales de los ochenta, para entonces situar el rol de Jane´s Addiction como iniciadores de esa creciente camada de rock, es el paso que mejor puede ayudar a mirar a la banda que aplicó nuevos postulados y sonidos, ante todo, eclécticos y, a ratos inclasificables en las etiquetas prevalencientes de tiempos anteriores, siendo sin duda, una primera forma de contracorriente cuando llegaron a formar parte de la corriente prinicipal, al ser captados por Warner Bros. Sin embargo, esa suerte de doble militancia entre el arte y la música rock no masiva, y la cobertura lucrativa total de una multinacional convivieron y conviven tanto en sus inicios como en el presente de sus reuniones. Mientras que la música creada en su segunda reunificación mantiene la esencia y preserva la brújula de un sonido basado en guitarras de prominente y estilizada pesadez, oscilando entre pasajes oscuros y luminosas explosiones, cuya mayor credencial es ser una banda que suena a sí misma.

Resonada y suficientemente decidora fue su primera gran reunión en 1997, añorada desde los años dorados de la gran explosión mediática del ya manoseado rock alternativo, con la publicación del disco recopilatorio Kettie Whistle y su gira de reencuentro con Navarro, y Flea reemplanzando a Avery, fue tanto la lápida de una época que se acababa con la década como también el tiempo extra para su sustancial influencia en el presente requería, luego de todos los repliegues dejados por la sobrexplotación de la industria musical de los noventa.

Al mismo tiempo que Jane says, canción insigne de aquel retorno y una de las joyas en bruto de Nothing Shocking, en un segundo e inesperado aire de masividad no dejó de sonar en radios y comerciales desde 1997, la banda se disolvió y reunió dos veces, mientras que la otra gran creación de su frontman Perry Farrell, creció como el gran monstruo de los megafestivales con una millonaria franquicia que gira por el mundo y que hoy monopoliza en Chile. Conviertiéndo a Farrell en un magnate del rock and roll de las grandes ligas para siempre.

Aspecto que hoy en 2023 parece resonar en las píldoras periodísticas menos informadas de medios masivos nacionales de dudosa reputación, escribiendo frases como «la banda del dueño de Lollapalooza» -«Jane’s Addiction logró imprimir ese punk rock que, en esos años, resultó original sobre todo en sus dos primeros álbumes, pero que ahora no han envejecido con la misma trascendencia de, por ejemplo, Real Thing, el primer disco de Mike Patton al micrófono de Faith No More». «En el escenario, la música de Farrell es la expresión de un dinosuario que se niega a extinguirse. En una época en que la música urbana domina todos los rincones del mundo, el rock de Jane’s Addiction, que sirvió de pasadizo entre los sonidos alternativos de fines de los 80 y el surgimiento del grunge, tiene un carácter totalmente revisionista, generoso en recuerdos para los espectadores de más de cuarenta años, pero lejano para una juventud que celebra otro tipo de discurso musical». Reza la nota publicada en Culto de La Tercera. Vaya forma de introducir y reseñar el show que diera el día de ayer en el afamado festival, una de las badas fundadoras del rock alternativo a finales de los ochenta en la confluyente California. Pero más allá de apresuradas e imprecisas descripciones propias de los tiempos que corren, mala suerte que corre el lector o lectora no contextualizada, la inexacta apreciación nos hace volver a esas líneas esbozadas con forzado español aprendido y permeado de gringolandia que anteceden a Stop, como un manifiesto de antaño devuelto al presente, cuando el mundo se rinde ante la música urbana y el rock parece caminar por la vereda de lo que no está en boga, ni en sintonía con la masa juvenil, Jane´s Addiction sin composiciones nuevas bajo el brazo puede parecer una novedad de otro tiempo y al mismo tiempo una influencia corrosiva para los oídos no adormecidos por el autotune, haciéndonos recordar que Jane´s Addiction era esa banda que escuchábamos sin mayor referencia cuando en la TV reinaban los videoclips de Roxette o Gun´s N Roses.

PÁNICO POR UN MOMENTO: REEDICIONES, SHOWS Y LIBRO BIOGRÁFICO EN SU REGRESO.

PÁNICO POR UN MOMENTO: REEDICIONES, SHOWS Y LIBRO BIOGRÁFICO EN SU REGRESO.

La banda encabezada por Edi Pistolas y Carolina Tres Estrellas, protagoniza por estos días un momentáneo y sabroso reencuentro con su historia y legado a través de la reedición de los discos Rayo al ojo y el EP Pánico, además de la edición de su biografía oficial. Reunión fugaz enmarcada en su regreso a Chile para presentarse en Lollapalooza 2023. Pero todo esto comienza este viernes con la banda firmando sus discos, libro y merch en Esqueleto Libros/Taller 55 de Casona Puyó.

Por Rossana Montalbán


Fueron un referente del circuito de rock alternativo local durante los noventa en plena explosión de una nueva escena y de la penetración de las multinacionales, sobresaliendo como una de las propuestas más originales y atractivas de aquel momento en el Chile de La Transición.

Con una elaboración que puso sobre la mesa un crudo indie rock de fuerte raíz punk, surfer y garage, delineado de colores e histrionismo salvaje, Pánico irrumpió en esa precaria e inocente era noventera como una bocanada de música y desplante, estrambóticos y lúdicos, punketas y poperos, coros pegajosos, estructuras simples y guitarras distorsionadas. Una vigorisante masamorra sonora y estética de su propio tiempo, bebiendo de referencias ineludibles y adoradas que supieron representar el imaginario de una generación en total efervescencia.

Fue en 1994 cuando el chileno crecido en Francia, Eduardo Henríquez junto a la francesa Caroline Chaspoul, tempranos compañeros sentimentales y musicales, llegaron al país para asentarse y completar la formación de su naciente banda con el baterista Sebastián Arce y el guitarrista Cristóbal Pfennings, dando vida a la primera y gloriosa formación de Pánico, colocando la firma en esa nueva era musical.

Ese mismo año la banda registró y editó su primer EP homónimo, cuya portada utlizaba la inmortal figura de Bruce Lee en pose de arte marcial, pose que la banda misma citaría una y otra vez en fotos y videos. El sonido surf punk plasmado en el disco atrajo inmediatamente a los primeros fieles que con el tiempo y la permanencia se harían llamar «chicos y chicas Pánico».

Un año más tarde, llegó su obra cumbre, Pornostar, publicado bajo el sello EMI, otorgando una importante difusión que los instaló en medios masivos de alcance nacional como radios y canales de TV, llegando a rotar en MTV Latino  con el video de Demasiada confusión. Más allá de su circulación y exposición, el disco instauró el abc del rock alternativo local, expandiendo y desarrollando los elementos que se asomaron en su primer EP, jugando con el ruido y la melodía, la dulzura y la ironía, pudiendo explotar con mayores recursos técnicos la estética sonora y visual que ya venían proponiendo, logrando un disco donde se implanta una narrativa de lo absurdo y de lo cotidiano bajo un lente de distorsionada anfetamina juvenil plasamada en la alocada gama de indie rock aplicada por los Pánico y su productor Carlos Cabezas.

La era Pánico se inaguró con una resonancia de significativo impacto para el circuito independiente y para la música popular local, pasando de lo subterráneo a la vistosa escena del rock chileno de las transnacionales. Pero el romance con ese lado de la industria poco duró, y en 1996 con el EP Surfin’ Maremoto vino el fin de su relación con la gigante discográfica como casi todas las bandas de origen independiente, de regreso a la esencia y, a la vieja forma de hacer las cosas con Combo Discos, sello creado por ellos con el que editaron Canciones para aprender a cantar de 1997 y Rayo al ojo de 1998, trabajos que fueron mostrando los primeros destellos hacia la experimentación electrónica que marcarían su segunda evolución artística de regreso en Francia, como también su siguiente reinvención bajo el nombre Nova Materia, proyecto musical que marca el presente de la dupla Henríquez y Chaspoul.

A menudo citados, referenciados, y recordados como una de las bandas relevantes en la década de los noventa, varios años tuvieron que pasar para que el reencuentro de Pánico tuviera lugar. Una posibilidad que flotaba en el aire hasta que Lollapalooza Chile incluyó a la banda en su edición de 2020 aplazada por la pandemia. De esta forma, 2023 se ha convertido en el año de una fugaz pero sabrosa reunión con su alienación final que incluye a Memo Dumay, y que además de su participación en el afamado festival, trae consigo fechas únicas para verlos en vivo, la edición de su biografía oficial escrita por la periodista Marisol García, publicada por el sello Club de Fans, Al estilo Pánico, y las esperadas reediciones de su primer EP y del disco Rayo al ojo, remasterizados a partir de sus master originales, a cargo de Kaliyuga Distro. Dos discos nunca antes reeditados, cuyas primeras copias seguramente descansan en la discteca personal de quienes atestiguaron los inicios de la banda, su eclosión y repliegue, joyas que están a la espera de ser adornadas con este nuevo set de objetos de lectura y escucha.

Este viernes, previo a su recital en solitario y a su show en Lollapalooza, la banda tendrá una íntima cita de firmas y charla, en el epicentro cultural subterráneo Esqueleto Libros/ Taller 55, en Casona Puyó, ubicada en Monjitas 625, barrio Bellas Artes.  Viernes 17 de marzo desde las 19:00 horas. ENTRADA LIBERADA.

THE BLACK CROWES: EL VUELO POR LAS RAÍCES DEL ROCK

THE BLACK CROWES: EL VUELO POR LAS RAÍCES DEL ROCK

La banda de los hermanos Robinson se presenta por segunda vez en Chile, esta vez en su propio festín, celebrando su fabuloso disco debut Shake your money maker, un álbum que tres décadas después coloca en perspectiva el pasado y el presente del rock and roll americano. La banda se presenta este sábado 11 de marzo junto a los locales The Versions.


Fue en enero de 1996 cuando la banda de Georgia se presentó por primera vez en Chile como teloneros de la legendaria pero también cáotica presentación de Page y Plant en el estadio Sausalito de Viña del Mar. Todo un acontecmiento para la reciente agenda de mega recitales en el país que lograba comprar el codiciado tour de los fundadores de Led Zeppelin en su formato de dúo acústico que por esos años los devolvía a los escenarios poniendo su firma de dinosaurios del rock and roll en plena era de joven rock neventero. Rock que evidentemente guardaba la herencia directa del legendario cuarteto británico, tal y como lo profesaban los Black Crowes, en esos años ya consolidados desde la aparición de su disco debut Shake Your Money Maker de 1990. Para ese entonces la banda ya registraba tres discos, y un sonido amasado desde las entrañas de la música sureña norteamericana donde no solo ocurría el blues, el country o el hard rock, sino también una nueva generación de college rock que los Crowes supieron recoger y digerir en favor de su propio sonido. Con esas credenciales la banda de los hermanos Robinson llegó a Chile como el perfecto show de apertura para el debut de Jimmy Page y Robert Plant. Para esos años, la banda no era masivamente popular en un Chile donde un año antes The Rolling Stones habían convocado tímidamente, y gozaba de autollamarse un país poco rockero, los desconocidos Cuervos Negros calentaron el escenario con una contagiosa muestra de rock en sus términos hasta la inesperada caída de un pesado generador eléctrico en la mitad de su gig, interrrumpiendo el momento en que la banda comenzaba a conectar con la audiencia, retrasando el intinerario de ellos y el dúo.

Veintisiete años, toda una vida de música sobre los escenarios, una separación y un regreso han pasado desde ese accidentado primer encuentro con este pedazo de tierra. Tras su comentada separación y su esperada reunificación los Black Crowes tomaron el tiempo en sus manos y no demoraron en salir de gira a finales de 2020 para la gran gira aniversario de su esplendoroso disco debut Shke your money maker de 1990. Una gira que venía con la bajada de «tour mundial», y que solo en 2022 anunció su llegada a Sudamérica, marcando el once de marzo de 2023 como la fecha para su reencuentro con Chile.

La banda de los hermanos Robinson parece retornar en gloria y majestad con motivos suficientes para recordarle al mundo cómo sonaba el nuevo rock sureño a principio de los noventa en pleno auge del rock alternativo, porque su irrupción en la escena musical norteamericana en 1990 fue tan peculiar como dificil, rodeados de un momento cultural que solo quería escapar del viejo rock para gritar Kill your idols, grito que sin duda pareció ahogarse en el camino con la captura de las grandes corporaciones y Mtv levantando al rock alternativo como la última sensación del momento. Sin embargo, más allá de las tendencias del mainstream o la antojada industria musical de la época, The Black Crowes supo escapar al clamor del momento, publicando un improbable disco debut que plasmaba y celebraba con colores propios gran parte de la tradición del rock y la música norteamericana. En ese ineludible compendio de sonidos y géneros reinaba el blues seminal, el soul, el R&B, algunos destellos de funk, rock sureño, hard rock y también los sonidos que los hermanos Robinson habían abrazado en su adolescencia punk y garage college, donde aparecen influencias vitales e inimaginables para algunos como sus coterráneos y referentes locales R.E.M o las guitarras The Replacements.

Con el impulso de la primera vez y la energía creativa de unos principiantes hambrientos por hacer su propia música, el disco se compuso y grabó en tan solo dos meses y medio, en tres diferentes estudios, logrando en tiempo breve un puñado de composiciones definitivas que formarían parte del disco que sería editado por la nueva compañía discográfica del afamado productor Rick Rubin, American Recordings.

Cuenta la banda que el proceso creativo y de registro del disco fue sencillo, inspirado y fluido, con gran capacidad de trabajo por parte de cada uno de los jóvenes miembros, buscando sobre todo la toma única, con la mano de su productor guía George Drakoulias. En ese camino, para lograr el mayor potencial en su pronunciado estilo rock and roll sureño, la banda se completó con dos nombres claves, el histórico tecladista de Allman Brothers y The Rolling Stones Chuck Leavell y Laura Creamer corista de Bob Seager y Van Morrison, dos experimentados músicos de sesión en las ligas del género que aportarían la experiencia musical y una valiosa impronta.

 

El disco fue publicado el 13 de febrero de 1990 dejando a primera esucha la impresión de una banda de rock de su tiempo donde la escuela de viejas glorias es puesta sobre un lienzo lleno de frescura, fuerza y crudeza marcada por la poderosa voz de Chris Robinson, y el versatil slide de su hermano Rich como los sellos distintivos del sonido que la banda logra capturar magistralmente en lo que hoy es llamado un debut perfecto donde destacaron a primera escuha su track incial Twice as hard, seguido de la rolinga Jelous Again, ambos convertidos en singles por su arrolladora y lograda energía entre el pasado y ese presente. Groove, medio tiempo, ritmo, apertura, frescura, en cada track de enraizada alma blusera, sureña y soul, intercalada con la fiereza de guitarras abiertas y el slide, los Cuervos sentaron las bases del llamado nuevo rock americano, comenzando la historia de, quizás la última gran banda de rock and roll americano de nuestros tiempos.

La banda se presenta en Chile este sábado 11 de marzo en Teatro Caupolicán, a las 21 hrs, junto a la banda local The Versions.

LAURELES EN VIDA: JONI MITCHELL RECIBE PREMIO GERSHWIN A SUS 79 AÑOS

LAURELES EN VIDA: JONI MITCHELL RECIBE PREMIO GERSHWIN A SUS 79 AÑOS

A sus 79 años, la eximia y destacada compositora, cantante, productora y artista visual Joni Mitchell, fue reconocida con uno de los más altos galadornes para las artes musicales de los Estados Unidos, el Premio Gershwin de la Biblioteca del Congreso.


Por redacción Crónica Sonora


Tras su reaparición en el Festival Newport 2022, y después de anunciar el lanzamiento de un nuevo disco y confirmar su esperado regreso a los escenarios este 2023, la legendaria cantautora Joni Mitchell fue galardonada con el Premio Gershwin de la Biblioteca del Congreso, en una solemne y musical ceremonia realizada el pasdao 1 de marzo en Washington D.C, y que contó con la presencia de grandes artistas como Graham NashJames TaylorBrandi CarlileCyndi Lauper y Annie Lennox, quien realizó una contundente versión de Both Sides Now mientras que Lauper hizo lo propio con Big Yellow Taxi. A los mencionados artistas se le sumaron performances de Marcus Mumford, Diana Krall, Herbie Hancock, Ledisi y Angélique Kidjo. Y para cerrar la ceremonia, la homenajeada artista canadiense se subió al escenario para deleitar a la audiencia con dos emotivas composiciones, la primera de ellas Summertime, del insigne cancionero de George Gershwin. Para luego terminar con una de sus más antiguas composiciones The Circle Game, de 1966, tema que formó parte del disco Ladies of the Canyon (1970).


Los argumentos expuestos por la representante del galardón fueron elocuentes: «La música y el arte de Joni Mitchell han dejado una huella inconfundible en la cultura estadounidense e internacional, atravesándonos desde la música folk con una voz distintiva, cuyas canciones permanecerán con nosotros para siempre», declaró Carla Hayden, la bibliotecaria del Congreso en un mensaje. «La música de Joni ha hecho que muchos artistas y amantes de la música canten sus melodías. Es un honor para nosotros entregar el Premio Gershwin a esta genia de la música».

La canadiense ha sido la tercera artista nacida fuera de Estados Unidos que recibe el Premio Gershwin, y su relevancia en la música norteamericana vuelve a confirmarse en vida y en obra cuando su aporte, influencia y huella dejada hasta el día de hoy, en una prolífica e ininterrumpida carrerra que por décadas supo elaborar nuevas aproximaciones al folk americano, al jazz fusión, al rock progresivo y al desarrollo de una autoría personalísima y, al mismo tiempo, universal, discreta y enigmática, forjada en el más exquisito y asombrosamente permanente paraíso creativo de su generación, lejos de la bullada comercialización y de la sobrexposición de quien recibe titulos de leyenda, icono o fundador de algo, pero sí, muy muy cerca de una desbordante excelencia musical que ha sido referente para generaciones de cantautoras y cantautores, músicas y músicos. Sus trabajos con Jaco Pastorius, Graham Nash, David Crosby, Wayne Shorter o Charles Mingus, son algunos de los diamantes que adornan su brillante hoja de vida. Mitchell continúa siendo parte de un inalcanzable limbo de matriarcas de la música y la cultura americana, poco ostentado y pocas veces expuesta en detalle como una más de ese linaje cargado por Bob Dylan o Neil Young.

 

LA FIESTA CÚLMINE DE WOODSTACO: EL FESTIVAL QUE SENTÓ PRECEDENTES

LA FIESTA CÚLMINE DE WOODSTACO: EL FESTIVAL QUE SENTÓ PRECEDENTES

Hace algunas semanas se celebró la gran despedida de Woodstaco Fest, tras catorce años como uno de los escenarios principales para el rock independiente hecho a pulso. Tres jornadas de música en vivo a destajo y momentos memorables que de forma implicita sentaron precedentes y dejaron huella en cada asistente y en cada músico y música que ahí estuvo presente.


Créditos fotos: Lilith Dunkel – Archivo oficial Woodstaco / Paulina Cárdenas – Cobque Rock / Daniel Pérez -Nighttimebird / Diego Mena/ Lucas Urenda /Archivo Crónica Sonora.


El campo abierto y la montaña nos esperaban para reencontrarnos con la que ya sabíamos que sería la última fiesta de una larga historia que había comenzado catorce años atrás. Pero la travesía era el inicio de la fiesta, al momento de armar el bolso, de subir al bus, al auto, o de salir a la carretera en busca de un aventón, en cada parte la experiencia Woodstaco comenzó a tomar forma por sí misma. Una vez en ruta, el largo viaje y la sensación de dirigirse a donde el diablo perdió el poncho, e incluso, bordear el camino hacia la tétrica Colonia Dignidad no hicieron más que incrementar esa exquisita y también escalofriante sensación de alejarse del mundanal ruido para perder la señal de los aparatos y para perderse entre senderos, matorrales, montañas y ríos como si transitáramos de un mundo a otro, a otro tiempo, a otra dimensión, aquí mismo pero más allá, cual película fantástica, cual película de época, esa misma época añorada un poco en esta suerte de Woodstock chileno.

La jornada musical aún no daba el arranque mientras unos tras otros, mochileras y mochileros improvisados – me incluyo – equipados con todo lo necesario para tres días de música, tierra, cielo y rio, continuaban su propio montaje ante la presencia de los más relajados e inspirados bañistas de estanque y verde sombra, instalados desde muy temprano prendiendo ya las asaderas, llenando melones y aromatizando el ambiente de una ardiente tarde de sol sin tregua que hizo sudar a cada citadino y citadina devenida en campista de última hora.

Cuatro escenarios dispuestos, enclavados, en estratégicos puntos del Camping El Trapiche de San Manuel aguadaban ya desde mediodía para recibir a todas y todos los visitantes. En el centro de todo, el escenario Rock en plena cancha. A un costado del sendero principal, Woodstaquito. En medio del bosque Blesstaco, y al otro lado del rio, el escenario Enjambre. Cuatro epicentros de sonidos, estilos y ritmos, cada uno de ellos rodeados de stands de comida, oficios, talleres, exposiciones y los correspondientes servicios de seguridad y auxilio, como enfermería o bomberos, extendidos hasta la plaza central conectada con las distintas zonas para acampar.

Pero El Trapiche seguía poblándose cuando faltaba cada vez menos para que la música desbordara la montaña como estaba anunciado a partir de las 16 horas comenzando con la inauguración oficial de la fiesta, en el bien bautizado Blesstaco, escenario enclavado al otro lado del puente, cruzando la laguna, en medio del bosque, bajo un colorido y psicodélico sendero de banderines, luces y hojas que sirvieron como la mejor puerta de entrada a uno de los rincones más psicotrópicos y alucinógenos en cuestión de sonidos y estilos, y cuyo cartel venia integrado por bandas como Vorágine, Cola de Zorro, Como Asesinar a Felipes, Solteronas en Escabeche, Los Jerjeles. Spiral Vortex, Dinastía Moon, Yinyer, Slow Voyage entre otras, dando forma a una amplia panorámica del rock alternativo, psicodélico, retro, experimental y progresivo. Pero que inició el ruido con uno de los pocos exponentes del metal extremo presentes en el festival, Blood River y su black death melódico encargado de los primeros fuegos de la gran jornada con una presentación a todo decibel y brutalismo mientras la muchedumbre poco a poco se fue congregando en el sector para practicar el headbanging y sintonizar con la estridencia del metal menos amable en un comienzo sin medias tintas.

Al otro lado del río, también entre los árboles, en la profundidad del inmenso bosque, el escenario Enjambre fue otro punto de encuentro para sonidos tropicales, bailables y de raíz folclórica, con las esperadas apariciones durante el fin de semana de nombres como Tata Barahona, Nano Stern, Juanito Ayala y Mc Millaray.

A campo abierto, en el centro del recinto, se lucía a primera vista el escenario Rock, recibiendo a todas y todos los campistas del rock and roll, que llegaban y llegaban unos tras otros, dándo la bienvenida como queriendo decir “prepárense para la música que aquí va a sonar”, porque así de imponente se avistaba el escenario principal de las tres jornadas por donde pasaron 12  bandas por día, y cuyo sonido y calidad técnica, amplificación, fidelidad, iluminación y ambientación otorgaron el espacio y condiciones ideales para un espectáculo musical redondo y de calidad en el que cada una de los artistas sonó con la potencia y nitidez que siempre se aspira, pudiendo muchas de ellas, mostrar a cabalidad sus cartas y credenciales, sacando a relucir todo aquello que habitualmente se pierde de vista en los escenarios pequeños del reducido circuito de bares y salas en la capital y otras ciudades del país.

Precisamente, dicho escenario nos convocaba para su apertura a las 18 horas con la presentación de Cacería, calentando motores para los primeros entusiastas del mosh, y a continuación el regreso de los magallánicos Camino de Tierra, presentándose nuevamente en el festival, eran los encargados de encender la primera gran llama de una calurosa tarde en que el sol no dio tregua alguna pero la cerveza y los chapuzones ayudaron a refrescarse, cuando el quinteto patagónico llegaba encima de la hora, con el vértigo del rock and roll bajando de la camioneta para subirse sin pausa alguna al escenario y no demorar el itinerario que por minutos parecía cambiar de orden y adelantar al siguiente acto, lo que no alcanzó a ocurrir con la irrupción de los músicos y su equipo técnico justo a tiempo, dando paso al poderoso rock pesado, garajero, y crudo como el frio de su natal Punta Arenas. Porque así se hizo notar la fuerza del ventisquero del extremo sur con una férrea aura punk en letras y líneas rítmicas que han sido durante dos décadas sellos ineludibles de su rock forjado desde la descentralización y con un profundo sentimiento enraizado en su territorio hasta el día de hoy. Con estas cartas sobre la mesa, el grupo puso su firma en un set de 45 minutos de evidente poderío sobre el escenario, armando la estampida con el primer gran baile polvoriento de la tarde dejando en lo alto la representación del rock hecho en Magallanes.

El intenso calor continuaba azotando la primera parte de la tarde cuando en el escenario Rock llegó el turno de las esperadas Derrumbando Defensas, provenientes desde la ancestral tierra de Wallamapu, otra vez con énfasis en la descentralización y en el anunciado incremento de presencia femenina, el escenario rock continuaba cumpliendo con la presentación de la banda de hardcore metal integrada por mujeres músicas más antigua de la escena local. Con doce años en la espalda el cuarteto debutó con un demoledor set que rápidamente enganchó a la audiencia presente, atrayendo nuevos y nuevas oyentes que atentamente apreciaron la performance de la banda repasando su discografía y principalmente su más reciente y aplaudido álbum editado en 2022 Sistema Criminal, y del cual sonaron en todo su esplendor las aplastantes “Alza tu voz”, “Latinoamérica” e “Industria asesina”, en versiones que mostraron con solidez el sonido que la banda ha venido amasando desde su primer disco y donde las líneas de guitarra afilada y definida, propias del subgénero, han ido alcanzando un reconocible perfeccionamiento al servicio de su propia impronta, impronta que en arrolladores cuarenta y cinco minutos de pesadez y velocidad en clave feminista y antiespecista, sacaron chispas y sacudieron el imponente escenario principal que para ese momento se avistada rodeado de mosh, caídas libres y una incipiente y mixta nueva fanaticada. Con un evidente bagaje en las ligas del ruido estridente, los escenarios under del sur y el espíritu del hazlo tu misma, las Derrrumbando Defensas marcaron con su presencia una poderosa entrada para las primeras horas de festival, y por sobre todo, sentaron un significativo precedente para la presencia de mujeres en la música extrema.

Las horas transcurrieron cargadas de información y estimulación entre un escenario y otro, sumergidos en el paisaje natural y en los sonidos emergiendo de cada rincón. Las caminatas se sucedieron de allá para acá y de acá para allá entre los cuatro epicentros y las visitas a la carpa o al respectivo puesto de bebestibles para recargar el vaso y continuar con la fiesta que recién empezaba su bloque nocturno. Para ese momento, por el escenario Rock habían pasado los populares 2X con un concurrido y aclamado show que dio por inaugurada la avalancha humana en medio de la cancha, seguida de una prendida velada ska OI a cargo de Altoids, sirviendo como la mejor previa para uno de los actos afuerinos cabeza de cartel, la banda punk rock argentina Flema en un recital propiamente tal que protagonizó la noche de viernes.

Entrada la noche, los sonidos espesos llegaron desde Pucón con Satanic Waves sorprendiendo a más de algún despistado o despistada en desconocimiento del poderoso trio de doom rock atmosférico, cuyo gig removió por completo el escenario central alcanzando gran clímax para dar paso al bloque de trasnoche, recorriendo su habitual set list compuesto por su bien comentado primer disco They burn, Satanic Waves se anotó una de sus presentaciones más memorables hasta ahora en un escenario que les entregó el marco perfecto en sonido y ambiente para mostrar su lograda y elaborada propuesta de doom rock con tintes progresivos de acabadas terminaciones que los ha puesto en el mapa global del género, y que la noche de viernes los hizo fugurar como una de las olas de sonido más pesadas del cartel.

La noche se hizo madrugada con la aparición de The Polvos y su nube supersónica proveniente directamente desde Concepción justo cuando el reloj marcaba la una y algo, para comenzar a cubrir el campo abierto y húmedo de Woodstaco Fest, repasando su álbum debut Darkness Emotion, y también mostrando parte de las nuevas composiciones de su segundo disco actualmente en pleno proceso de postproducción, el quinteto de experimentados músicos penquistas dio vida a un contundente show de explosivo space rock made in Chile, donde guitarras, pedales y efectos de Synth levantaron el vuelo de una ruidosa nave impulsada desde la base por una cruda, detonante y cadente batería que junto al bajo funciona como el piso sólido de este gran muro de profundidades y olas sonoras que van y vienen onduladas y difuminadas formando esa gran masa de sucio y psicodélico garage que tema tras tema continuó el vuelo intenso con cada uno de los miembros de la banda compenetrados y adueñados del escenario, y cuyas siluetas parecían desvanecerse entre el humo y las luces al mismo tiempo que su música inundaba todo el predio. De esa forma The Polvos, dejó su segunda huella en la historia del festival, esta vez alcanzado un evidente estado de gracia que los hizo ver como la banda de largo oficio musical que es, cerrando de gran forma el auspicioso ciclo de su primer larga duración.

La fría y húmeda noche del viernes en la montaña avanzó con la gloria y con el furor de la primera jornada de fiesta y del reencuentro tras dos años sin festival – ¿te lo puedes imaginar? – una fiesta simultánea ocurriendo en cada rincón, en cada show, en cada escenario, y con cada sonido. Al amanecer la música electrónica no dejó de sonar en el inextinguible sector de Blesstaco acompañando a los cientos de woodstaquianos y woodstaquianas que habían hecho la noche día, mirando el amanecer en el rio o en el bosque, sin perderse de nada más que de ellos mismos, embriagados por la fiesta woodstaquera.

La mañana de sábado se oía silenciosa como después de la bomba con algunos firmes sobrevivientes por aquí y por allá cuando la mayoría había caído solo por algunas horas para pronto retomar el jolgorio con el calor ya sacándonos de las carpas a media mañana – por suerte, porque no era momento de dormir más de lo necesario . La fiesta volvía a despertar, y a las 12 del día con un sol inclemente pegando sobre el escenario rock, Cianuro desde Concepción fueron los encargados de la siempre difícil tarea de abrir los fuegos, entregando la cuota requerida de estridencia y pesadez para despertar a todo Woodstaco con metal – punk de vieja escuela thrash, crudo y directo, que rápidamente levantó la moral de la trasnochada audiencia con una presentación de significativo impacto para esa hora, donde se escucharon temas como Rechazado, Es la Ley, Resistencia, La revolución de la inconsecuencia y odio a la sociedad.

Lo que siguió durante la jornada de sábado en el escenario central del festival, fueron bandas como Mar Lunar, Sulfato de Miranda, Los Makana repitiendo su pasada woosdtaquera con rock and roll y blues. Satánicos Marihuanos desde Perú plantando la bandera de Necio Records y del under limeño, presentes en ediciones anteriores del festival con bandas como El Jefazo, y que esta vez también trajo consigo a Cholo Visceral.

A las dieciséis horas del sábado llegó el turno del dúo de riot wave lesbofeminista Diavol Strain, debutando en el festival tras un exitoso 2022 de giras nacionales e internacionales, y un significativo crecimiento en la circulación de su música. Con este piso no menor, la banda se plantó en Woodstaco en una ardiente tarde de sol sin tregua para cubrir la jornada de oscuros y fríos sonidos, donde lo maquinal dialoga con las cuerdas orgánicas del bajo y la guitarra, en un set de 45 apretadísimos minutos a contratiempo tras el desajuste de todo el timing del día, recorriendo sus dos álbumes Todo el caos habita aquí y Elegía del olvido. Elegía del horror, frente a una interesada audiencia de viejas y viejos seguidores apoyándoles, pero sobre todo de curiosos y receptivos auditores que estaban ahí descubriéndoles mientras a cada segundo el dúo envolvía todo el ambiente de atmósfera y lamentos a través de piezas como “Nacidas del fuego”, “Destino Destrucción”, “Herz der niemand”  y ”El ansia”, que bien presentaron las grandes temáticas que atraviesan las líricas de la banda disidente, cada una de ellas interpretadas con la precisión y concentración que las músicas suelen lucir y donde resaltan los principales rasgos de su estilizada propuesta donde reinan el bajo grueso, tenso y prominente, y una guitarra de alta resonancia arropada en efectos y pedales conformando un envolvente follaje de cuerdas evaporadas, a ratos etéreas y otras veces intensamente shoegaze, que lucieron con especial fuerza en esta oportunidad en medio de la seguidilla de rock pesado y punk rock, trayendo gélidos y grises ruidos a la montaña de Parral. De alguna forma, Diavol Strain fue una de las poderosas novedades de esta edición insertando la música subterránea oscura, abriendo el paso para el circuito dark local de seguir el festival. Verlas en un escenario de estas características resultó tan alentador como promisorio para enriquecer una programación enfocada al rock y a la música alternativa, como también para ejercer ese llamado enfoque inclusivo LGTB en vitrinas musicales de esta índole.

Para este momento el timing del escenario se ha desplazado casi una hora por banda, apretando lo tiempos al máximo entre show y show, mientras la jornada avanzaba con total normalidad y goce musical. A las 20 horas fue el turno de Cler Canifrú y banda, reafirmando el aumento de la presencia de mujeres en el festival. La guitarrista y cantante, puso sobre la mesa su repertorio de rock bien armado y radial, dando espacio para mostrar reversiones de algunos clásicos acertadamente interpretados y ejecutados, siempre con sus credenciales de virtuosa y talentosa guitarrista principal.

La noche del sábado fue el momento para recibir y apreciar la nueva formación de Electrodomésticos, con Carlos Cabezas como único miembro original, acompañado de la emblemática baterista tras reunirse la banda, Edita Paz. Y en bajo, como nueva integrante, la fundadora de la banda punk rock Lilits, Masiel Reyes, son quienes hoy dan vida a la emblemática banda y con quienes sobre el escenario entregaron un set de sesenta minutos principalmente basado en su etapa reciente y sus últimos discos, sin mirar tanto al pasado glorioso, centrándose en el ahora de un sonido alejado de la vanguardia y la oscuridad de antaño, y cada vez más cerca de un cuidado y reposado electro pop rock de alta gama y sello propio, plasmado en temas de importante circulación como “En tu mirar”, “Detrás del alma”, “Has sabido sufrir” y otras. Pero más allá de este aceptado plan actual, uno de los momentos álgidos fue para la gran audiencia presente el fabuloso emblema de la música sintetizada de aires industriales nacida en los ochenta “El frio misterio”, cerrando la esperada y aplaudida performance de Los Electro en Woodstaco Fest.

Fiebre de sábado por la noche, la segunda y última, bajo el estrellado cielo de la montaña, noche de luna casi llena iluminando todo Woodstaco, reflejada en  la laguna hizo del paisaje una postal memorable.

A Electrodomésticos le siguió otra de las bandas más esperadas del cartel rock del festival, y también una de las más sólidas y potentes de su generación, Hielo Negro, la banda madre del llamado Rock Patagónico, radicada en Santiago, se reencontró con el festival en su calidad de pioneros y pilares del rock pesado local de las últimas dos décadas, estelarizando la segunda y última noche, reafirmando su lugar tras haber dado forma desde finales de los noventa a un rock de raíz pesada basada en el hard y el blues rock, vertientes para ese entonces poco exploradas en la música local aún menos con ese énfasis distintivo enmarcado en cierta identidad regional. Con esa impronta ya conocida por toda la audiencia presente, el trio puntarenense regresó a Woodstaco Fest con un contundente show que sacudió los cimientos del escenario principal con esa ya lograda forma de hacer sonar finos y delgados riffs, gruesas líneas de bajo, y una batería de cuidada y estricta precisión que hablan entre sí con maestría y fuerza para alcanzar y entregar momentos de rock and roll incendiario como en Cabo Negro o Locomotora del Rock, y también para descender a momentos de espesor a medio tiempo como en Noche Gris o Viento Sabio, canciones que fueron coreadas de principio a fin por la muchedumbre hielera ovacionando en cada segundo e inmersos en el goce del ruido infernal, entre el frio, la tierra, el humo y el whisky, mientras la banda continuaba luciendo arrolladora en su performance y ejecución enérgica basada en la esencia pura del rock and roll sucio y directo, sellando uno de los grandes reencuentros de la despedida de Woodstaco.

Tras Hielo Negro, vino el momento de la fabulosa banda de los hermanos Guzmán, Los Revoltosos, con su blues punk de inoxidable raíz rocanrolera, tomando el escenario central por asalto rápidamente con muy poco espacio entre ellos y sus antecesores, manteniendo el pulso de la noche en alto cuando el frío se dejaba caer sobre la cancha y el sabor a alcohol calentaba las entrañas, la banda liderada por Jando y Klein Guzmán no hizo más que dar una clase de oficio musical de años y años sobre el escenario sacando lustre a las cuerdas de la guitarra y del bajo, ambas piezas distintivas del sonido construido por los ex Profetas y Frenéticos y pilares de Los Peores de Chile, que a finales de los noventa, tras el naufragio de la famosa banda punk continuaron el camino explorando sus seminales inclinaciones musicales donde convergen el punk rock, el blues, el rock and roll de viejo cuño y el rockabilly, convirtiéndose desde su aparición en una de las bandas destacadas del mencionado subgénero en su versión criolla. Con esas credenciales, la presentación de Los Revoltosos se perfilaba como otro trago fuerte para el segundo trasnoche del fin de semana, y claro que lo fue, con un set donde brillaron las guitarras en bandolera de alma rebelde, callejera y sentimental, uno tras otro cada tema, como parte de un ágil set que en ningún momento bajó el infeccioso ritmo, mucho menos para el momento del cierre, honrando la memoria de su viejo amigo Pogo y el legado de su banda madre haciendo sonar Síndrome Camboya entre el clamor, los aplausos y las muestras de afecto de toda la enardecida audiencia que coreó y se sacudió en un hermoso mosh de tierra y sudor, tras haber recibido una indiscutible dosis de descarga rocanrolera para continuar con la larga noche.

Mientras todo esto ocurría, al otro lado del puente, en Blesstaco, desde media tarde los sonidos habían ido del indie rock de Yinyer a la psicodelia espacial de los uruguayos Las Cobras. Del acid funk de los afamados Cómo Asesinar a Felipes, a la fiebre afro sónica de Los Jerjeles. Del rock progresivo de raíz de las longevas Solteronas en Escabeche, o el folk electroacústico de Fósil, a las variantes psicodélicas de Spiral Vortex y de Dinastía Moon, que con el desplazamiento de los horarios terminó cerrando a las 3 am, quizás de la forma más ad hoc y efervescente, la última noche en el escenario más ecléctico del festival.

La tercera y última jornada de Woodstaco comenzaba con un inevitable sabor a despedida y el deseo profundo de que esta fuera una edición más y no la final, mientras que algunos visitantes ya iniciaban el éxodo cuando aún quedaban varios cartuchos por quemar y bandas que escuchar, como por ejemplo Slow Voyage quienes hicieron su aparición sobre el escenario Blesstaco a la una de la tarde para iniciar el despegue a las tierras del shoegaze y la neopsicodelia noventera con su habitual muralla de guitarras expansivas transitando entre la fiesta madchesteriana y el acid rock de largo viaje, rodeados de frondosos árboles y en medio del bosque sonando con gran nitidez, en las últimas horas de Woodstaco la banda angelina armó una contagiosa estación de crudo y distorsionado psych rock sellando el encuentro a plena luz del día con su ya infaltable neo dub The Last Sunset, en su volátil y extendida versión con la audiencia entregada al ritmo y al delay.

Varios elementos saltan a la vista, al presenciar y vivir Woodstaco Fest en ésta, su fiesta cúlmine, y sobre todo al mirar todo su trayecto en retrospectiva. Uno de ellos, es esa forma austera, artesanal y, por sobre todo, realista y estrictamente musical que impera en el hacer del festival, una forma que está al servicio de él, no como evento o atracción, sino como un encuentro donde lo que prima es la música. Entender ese sencillo punto, es algo que pocas veces ha ocurrido en el contexto chileno al momento de desarrollar un festival musical de ROCK con mayúscula, independiente y de carácter subterráneo en el país del lucro indecente y de los booms al estilo jurel tipo salmón- dicho eminentemente chilensis-. Ese sencillo – pero muy difícil de lograr- aspecto quizás sea una de las grandes respuestas para comprender la consolidación alcanzada por el festival en sus catorce años de vida, y su consiguiente huella en la escena local y en todos sus públicos receptores.

Lejos de toda clave neoliberal, toda una hazaña para un evento cultural en Chile, Woodstaco supo mantener el foco de su origen, estableciendo todo un entramado donde primara la experiencia musical directa y de calidad, sin grandes adornos, ni parafernalias más que el elocuente y gigantesco paraje natural, escenario de escenarios en todo esto, y con él, el sonido, la música, el arte, las bandas, los músicos, las músicas, las y los equipos técnicos, y las audiencias.

Cocinado a fuego lento, paso a paso, Woodstaco llegó a ser lo que fue en estos catorce años, un festival musical de rock, no solo como un mero y manoseado  título, sino que desarrollando esa idea y ese concepto dentro de sus posibilidades, de acuerdo a las características reales de un país como Chile y de una escena local como la que aquí existe, donde la industria sigue siendo solo un grandilocuente nombre, y no un hecho. Y por ello, un festival de estas características no puede sustentarse más allá de lo que ya se ha sustentado sin convertirse en un recuerdo de sus primeros años y en otro ejemplo de comercialización excesiva y descriteriada. El festival se despide en lo alto, y ciertamente con la sabiduría suficiente para bajar el telón antes de vender el alma al diablo y perder el rumbo. El precedente ya ha sido sentado.

EL ÚLTIMO VALS DE WOODSTACO FEST

EL ÚLTIMO VALS DE WOODSTACO FEST

A solo horas para el inicio de la gran despedida de Woodstaco Fest hacemos un repaso por el origen y presente del festival que abrió un significativo escenario para la escena local por más de una década. Y te invitamos a seguir los despachos en nuestras historias de IG , en vivo desde Parral, este viernes, sábado y domingo en distintos bloques.


Por Rossana Montalbán


Hace tan solo unas semanas atrás el ya emblemático Festival Woodstaco anunció la noticia que, tarde o temprano, anuncia toda instancia nacida y crecida en autogestión y formas de financiamiento alternativo o semi estatal en nuestro territorio. Esa noticia era el término del festival y la realización de su última edición este recién iniciado 2023.

El poco sorprendente pero siempre decepcionante anuncio no dejó indiferente a nadie pero, sobre todo, reafirmó una serie de cuestiones relacionadas a la actividad musical y artística no masiva y no estrictamente comercial en Chile. Cuestiones que fueron fuertemente debatidas y promovidas en busca de mejoras en el borrador de nueva constitución desechada el 4 de septiembre de 2022, balde de agua fría que sacudió convicciones y sueños de un futuro más equitativo y justo, y la posibilidad de vivir de la actividad musical y cultural en menor grado de precariedad, tanto para trabajadores como para audiencias.

Mencionar ese suceso político que fue el fracaso de una nueva constitución y lo que ahí se buscó cambiar, puede servir como una pequeña clave para comprender el escenario y la realidad a la que se enfrenta un festival creado en total pulsión autogestiva que pasó de ser el punto de reunión para unos a ser el espacio de muchos y miles, porque sabemos que así nacen y nacieron emblemáticos festivales que terminaron siendo máquinas industriales y epicentros del mainstream.

Primero para unos cuantos amigos y bandas, Woodstaco nació en la cordillera de Curicó en 2008 en un impulso de mero esparcimiento, música al aire libre, lejos del mundanal ruido y cerca de la naturaleza. Una suerte de pequeño Piedra Roja o como bien lo dice su nombre una versión propia y personal de Woodstock, solo para los más aperrados y aperradas, almas libres dispuestas a caminar kilómetros, a prescindir del baño, a tocar en un escenario improvisado, a llevar lo puesto y disfrutar del barro al son de distorsionados y crudos riffs de rock and roll, blues, rock psicodélico.

Para 2011 ese Woodstaco inicial e improvisado, anunciado de boca en boca, ya comenzaba plantearse más como festival y menos como un encuentro amistoso espontáneo, pasando a ser un festival incipiente para la escena local, cuyo atractivo radicaba precisamente en esa idea tantas veces acariciada y añorada de un festival de verano, un festival de rock, como aquellos del primer mundo, o más bien algo que se acercara, en alguna forma, a eso, que desde acá,  audiencias y bandas, buscaron. Entonces Woodstaco se convirtió en un festival de tres días y dos noches. Es decir, en toda una experiencia de música y convivencia, en pleno verano y naturaleza. Por esos años, en aquella seminal etapa Woodstaco se instaló en paisajes como Rauco, San Rafael, La Montaña de Teno, y por ahí pasaron bandas de hard rock, blues, rock, rockabilly, cuya música poblaba la escena más subterránea y cruda del rock independiente como Polvareda, Los Gatos Negros, El Arbusto Rodante, Los Makana, Los Bandoleros, entre otras.

La fuerza de una instancia genuina como Woodstaco simplemente siguió su curso, creciendo, y ya para 2013 fue transformándose en uno de los escenarios preferidos de una diversa escena musical independiente, convocando cada vez más bandas de diferentes corrientes y subgéneros, nombres emergentes, y nombres de larga historia. Su cartel y su poder de convocatoria crecieron y con ello, año tras año, su desarrollo como instancia musical y cultural también, avanzando de una microproducción a un producción mediana y creciente en términos técnicos, logísticos para escenarios, equipo de trabajo, y espacio para bandas, artistas y público asistente, todo eso sin perder su esencia como lugar de esparcimiento musical y procurando que aquellos esfuerzos y mejoras no se vieran reflejadas en su entrada aún.

Tal como el caudal de un río que no detiene su flujo,  entre 2015 y 2019 vino el gran boom de Woodstaco, consolidándose en varias formas, desde su orgánica interna, encabezada por su fundador Matías Burgos, articulador de bajo perfil y la mente tras el proyecto que, para ese momento ya se constituía como organización cultural logrando obtener apoyo de fondos estatales, el apoyo municipal y regional posicionándose como un evento cultural para la zona de Parral, escenario del festival desde 2019. En este periodo Woodstaco experimenta un desarrollo completo en sus diferentes ámbitos, en su línea editorial, en su propuesta programática para más de dos escenarios, y todo un entramado en función de un festival donde lo principal sigue siendo la música rock en su amplia y diversa expresión, además de sonidos del mundo, experimentales y latinos en la naturaleza, dando espacio a talleres de reciclaje, artes manuales, diseño independiente, talleres infantiles y más, desplegando una importante producción técnica y profesional para las bandas y los miles de asistentes. El festival alcanza sus propios hitos. Y a nivel mediático logra una significativa cobertura en la mayoría de los medios especializados, en medios regionales e incluso en algunos de alcance nacional. Pero más allá de estos aspectos relevantes, la consolidación de Woodstaco ha sido en muchas formas la consolidación de su audiencia y la permanencia de un público fidelizado, buena parte de él testigo y asistente de sus primeros días, que continuó siendo parte del ritual cada año, siendo el pilar y el alma del festival hasta hoy día. Para este momento han pasado por el festival Los Peores de Chile, Fiskales Ad Hok, Hielo Negro, Yajaira, Tsunamis, Los Ex, Akinetón Retard, Perrosky, La Floripondio y Sol y Lluvia.

Lanzamiento Woodstaco 2023

En febrero y marzo de 2020, se llevó a cabo la última versión del festival en el viejo mundo pre pandémico, aplazado por los acontecimientos desprendidos del estallido social y en sintonía con la demanda constituyente, una edición que reafirmó la importancia del encuentro con bandas como The Ganjas, Aguaturbia, Panteras Negras, Benjamín Walker, Pascuala Ilabaca, Pentagram, Tata Barahona, Mediabanda, y que en aquella oportunidad contó únicamente con exponentes nacionales, atendiendo a las demandas del país y el fuerte compromiso con la circulación de músicos y músicas de locales. Así brillaron los escenarios Rock, Enjambre, Blesstaco y Woodstaquitos albergando rock, psicodelia, punk, metal, funk, ritmos latinos, pop, música del mundo y la electrónica, además de proyecciones de películas y otros espectáculos, destacando la inclusión de una parrilla de música de raíz ancestral, latinas y del mundo con un 75% de bandas lideradas exclusivamente por mujeres.

Con la llegada de la pandemia y la larga pausa, dos años transcurrieron sin poder llevar a cabo Woostaco, una larga espera que se acabó en 2022 cuando fue confirmada su edición 2023. Pero con el correr de los meses y la gran apertura de los eventos musicales también vinieron las interrogantes sobre cómo mantener un evento musical de tal envergadura sin encarecer su entrada o recurrir a otro tipo de financiamientos y esfuerzos que garanticen una cadena de trabajo remunerado para un equipo humano a cargo de todo el despliegue. Eso por un lado. Mientras que por otro, al observar el panorama actual, post pandemia, podemos aventurarnos a pensar que la gran avalancha de eventos musicales nacionales e internacionales, quizás enlenteció la venta de entradas para esta nueva edición, como también pudo poner en evidencia que el público aún es reticente a pagar grandes sumas por eventos de factura y contenido local.

Pero lo único cierto, es que sin un financiamiento base, sin el apoyo de fondos estatales tras no adjudicarse el Fondar 2023 para festivales de música, la producción del festival en boca de su fundador y a través de sus redes sociales oficiales dieron a conocer la noticia, en tono sobrio y realista, sin grandes lamentos ni reclamos, simplemente atendiendo el contexto real de la actividad cultural en el incierto Chile actual, donde el arte sigue a la deriva y el financiamiento para proyecciones en el tiempo sigue siendo esquivo. Con esa incertidumbre clara- ¡vaya contradicción!- Woodstaco bajará el telón este mes de enero, y lo hará en grande, con su versión más amplia hasta ahora donde se presentarán bandas como Electrodomésticos, Cómo Asesinar a Felipes, Hielo Negro, Cler Canifrú, Los Revoltosos, Derrumbando Defensas, Diavol Strain, Los Jerjeles, Dinastía Moon, Yinyer, The Slow Voyage, y todo un extenso cartel de casi cien artistas de diversas corrientes sonoras y trayectorias, junto a un aumento en la presencia de mujeres músicas.

Habiendo demostrado que el hacer por hacer puede llegar muy lejos, y la ética de trabajo autogestivo, no comercial puede ser viable y sustentable para las y los trabajadores de la música, al menos por unos cuantos periodos, dando cuenta de que es posible dar vida a diferentes modelos para el desarrollo de festivales de música local, el Woodstock chileno de nuestro tiempo dice adiós, antes de vender el alma al diablo, y antes de perderse entre la multitud, dejando huella y, ciertamente, siendo referente para nuevos festivales de corte rock underground, quedando en la retina de la música independiente de la última década, pero también dejando en el aire la inevitable pregunta de cómo sustentar la cultura no oficial y cómo sobrevivir sin el fortuito y siempre esquivo modelo de concurso neoliberal de los fondos de cultura que hoy por hoy solo garatizan pan para hoy hambre para mañana.

WOODSTACO FEST celebrará sus 14 años de historia el 13, 14 y 15 de enero de 2023 en el Camping Trapiche San Manuel, en la comuna de Parral. En un alucinante entorno de vegetación nativa a orillas de las aguas del río Perquilauquén, se reunirá a casi un centenar de bandas de diversas vertientes musicales ante un público que acampará bajo la luna y las estrellas.

ENTRADAS SIN RECARGO AQUÍ

BANDA POR BANDA: CONOCE EL LINE UP DE LOS ESCENARIOS DE WOODSTACO FEST

BANDA POR BANDA: CONOCE EL LINE UP DE LOS ESCENARIOS DE WOODSTACO FEST

A menos de un mes de su esperada edición 2023, ya se pueden conocer en detalle los line up para cada uno de los cuatro escenarios que serán punto de encuentro para la música local este 13, 14 y 15 de enero en una nueva edición de Woodstaco Fest 2023.

Por redacción Crónica Sonora


A menos de un mes de que se celebre una nueva y ansiada edición de Festival Woodstaco, ya se pueden revisar los afiches con los distintos line up para cada uno de los cuatro escenarios del evento que se realizará los próximo 13, 14 y 15 de enero en el Camping Trapiche San Manuel, en la comuna de Parral, región del Maule.


Casi un centenar de bandas, solistas y DJ’s, son las que se presentarán a lo largo de tres jornadas y dos noches en una nueva edición que marca los 14 años de vida del ya emblemático festival. En la parrilla, figuran artistas consagrados y de amplia trayectoria como también proyectos emergentes y de caracter más alternativo, incluyendo además proyectos musicales de cada una de las dieciseis regiones del país junto a nombres internacionales provenientes del continente, especificamente desde Perú, Argentina y Uruguay como por ejemplo Cholo Visceral.



Rock & roll, blues, metal, punk y indie rock, dark wave, entre otros sonidos, son parte del Escenario Rock, mientras que la psicodelia de alta lisergia y electrónica se hará presente en el escenario Blesstaco. Por otra parte, los ritmos ancestrales  y el baile bajo la luna hasta que salga el sol son la propuesta en el escenario Enjambre y, por último, el mejor ambiente familiar se vivirá en la aldea de Woodstaquitos.  De esta forma, con cuatro escenarios de gran diversidad sonora, se dará forma a un fin de semana de fiesta en medio de la naturaleza en el sur del Maule, a orillas del Río Perquilauquén que nuevamente será el escenario principal de este ya emblemático festival de corte independiente y para la música independiente.


En el Escenario Rock destacan los nombres de reconocidas bandas como Electrodomésticos, Flema, Hielo Negro, Cler Canifrú, Derrumbando Defensas, Diavol Strain, entre otras. Mientras que en el Escenario Enjambre tendrá a Tata Barahona, MC Millaray, Nano Stern y Juanito Ayala, entre otros. Por su parte, el Escenario Blesstaco cuenta con Cómo Asesinar A Felipes, Spiral Vortex, Los Jerjeles, Matiah Chinaski y DJ Pere.


En tanto, el escenario dedicado especialmente a las niñas y niños, Woodstaquitos, anunció al ya famoso Jack Distortion de la mano de Bullicio Puppets, Deo En La Frente Circo y Teatro, Lechuga Mecánica y La Quilombo. Esto, además de varias actividades y shows de carácter familiar. Cabe destacar que las y los menores de hasta 12 años de edad no pagan entrada, mientras que de 13 a 17 años cancelan solo la mitad del valor.

Con cuatro grandes escenarios destinados a mostrar lo más diverso de la escena local Woodstaco Fest llega a sus catorce años de existencia como un gran escenario para el circuito independiente sostenido en el tiempo, anunciando esta edición como la última, cerrando un gran ciclo como instancia musical.


CONSIGUE TU ENTRADA PARA WOODSTACO 2023


Si aún no compras tu ticket para Woodstaco 2023 y quieres ahorrarte unas lucas, puedes dirigirte a uno de nuestros puntos de venta de entradas físicas para adquirirlas a precio de 𝗣𝗿𝗲𝘃𝗲𝗻𝘁𝗮 𝟭 y sin recargo por servicio. Así te guardas algo de dinero y además te llevas un recuerdo de este último festival con un diseño realizado por @at_ojo.

COMPRA LAS ENTRADAS EN PORTALDISC AQUÍ


También puedes coordinar la compra de tu ticket físico con nuestros 𝘃𝗲𝗻𝗱𝗲𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀 repartidos en diversas regiones del centro y sur del país.
¡𝗘𝘀𝘁𝗮́𝗻 𝘁𝗼𝗱𝗮𝘀 𝗹𝗮𝘀 𝗼𝗽𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗮𝗾𝘂𝗲𝘀 𝘁𝘂 𝗽𝗮𝘀𝗮𝗷𝗲 𝗱𝗶𝗿𝗲𝗰𝘁𝗼 𝗮 𝗹𝗮 𝗱𝗲𝘀𝗽𝗲𝗱𝗶𝗱𝗮 𝗱𝗲 Woodstaco!

▪️Santiago (Centro): @barbsrock_ y @vim.a_ en instagram.
▪️Las Condes (Santiago): @pepelo_ en instagram.
▪️Curicó: Álvaro Plaza (+56 9 5760 4899), Diego Dueñas
(+56 9 9810 4030) y Antonio Corta (+56 9 9785 1405)
▪️Concepción: @lilithdunkel en instagram.
▪️Puerto Varas/Puerto Montt: Felipe Salas (+56 9 5679 5124)
SELECTORES Y COLECCIONISTAS :  LLEGA UNA NUEVA EDICIÓN DE VINILMAGNÉTICA

SELECTORES Y COLECCIONISTAS : LLEGA UNA NUEVA EDICIÓN DE VINILMAGNÉTICA

Este domingo 11 de diciembre regresa la Feria Vinilmagnética en su edición número quince, de vuelta al Centro Arte Alameda, y en el marco de Festival Inedit 2022.

Por redacción Crónica Sonora


Con grandes novedades regresa la Feria Vinilmagnética en su edición número quince, de regreso al lugar que la acogiera, por primera vez, hace siete años en su primera edición, el Centro Arte Alameda, actualmente ubicado en Centro de Extensión del Instituto Nacional CEINA, retomando una antigua alianza colaborativa con el emblemático espacio para continuar potenciando la actividad cultural en la capital.

Esta domingo 11 de diciembre es la fecha elegida para una nueva versión del encuentro dedicado a los formatos analógicos vinilo y casete, uno de los más antiguos de su tipo y que continúa convocando a las principales tiendas, distribuidoras y sellos dedicados a abastecer a coleccionistas empedernidos de estos valorados y revitalizados formatos físicos para la música.

Otras de las novedades que trae la edición quince de Vinilmagnética, es su realización en el contexto del Festival Internacional de Cine y Documental Musical IN EDIT, en su edición número dieciocho, que se estará realizando de manera simultánea en el mismo recinto con su programa diario de proyecciones de destacados documentales musicales.

PROGRAMACIÓN  15  ° VINILMAGNÉTICA

Junto con una extensa muestra de tiendas, distros y sellos enfocados en los formatos analógicos, la jornada contará con las inconfundibles mezclas en vivo de la Confederación de Pinchadiscos, reconocido colectivo de Djs del circuito underground dedicado a divulgar la música envasada en formato vinilo a través de encendidas sesiones con sus selectores. Otra de las actividades contempladas para la tarde será la presentación del libro Disco Punk, junto a sus autores, y el destacado comunicador radial Rolando Ramos.

Sellando la jornada, como ya es costumbre, se hará presente la música en vivo con la presencia de Relámpagos, el dúo de electro punk compuesto por la tecladista Nancy Rosas, en sintetizadores y voz, y Juan Labra, voz y secuencias, con canciones de estructuras minimalistas, bajos arpegiados e intensas líneas melódicas que promueven el baile oscuro y urgente. Activos desde 2014, la banda se encuentra presentando por estos días se encuentra  estrenando su nuevo track Dame más, disponible en plataformas digitales, y continúan mostrando su disco homónimo editado en formato casete por Agudos Gritos Tapes, un trabajo donde la banda plasma su propuesta de sonido sintético, minimalista y maquinal cuyas letras evocan las miserias privadas y públicas de la sociedad capitalista, y donde es posible detectar las influencias de referencias como Varsovia, Cabaret Voltaire o Parálisis Permanente, entre otros. Su presentación en feria Vinilmagnética es parte del cierre de un auspicioso año de fechas en vivo.

Entre los expositores confirmados se encuentran: Salón Bizarre, Monophone, Vintage Pop Culture, Vinilo Garage, Kolala, Buena Basura, Boo Collectors, Disquería Club de Fans, Esqueleto Libros, Caramba Records, Duophonic Record Store, Poison Records, Juguete Roto, La Tiendita del Sr Wing. En otras palabras, el lugar ideal para deleite de melómanas y melómanos.

Con esta propuesta programática, Feria Vinilmagnética continúa potenciando el gran interés en el soporte material de la música, como también el culto al objeto, a su arte, diseño, calidad de sonido y el placer de buscar y encontrar una que otra joya perdida. En este sentido, la oferta de la Feria Vinilmagnética resulta sumamente atractiva, con stands donde los asistentes podrán encontrar distintos estilos, desde el punk y hardcore underground hasta el pop más mainstream.

Si quieres ser parte de los expositores de Vinilmagnética puedes escribir a  vinilmagnetica@gmail.com

 

CRÓNICA SONORA  ES MEDIA PARTNER OFICIAL DE FERIA VINILMAGNÉTICA

¡FEMFEST YA ESTA AQUÍ!: CONOCE EL LINE UP 2022

¡FEMFEST YA ESTA AQUÍ!: CONOCE EL LINE UP 2022

Con un line up que reúne lo más destacado del circuito local liderado por mujeres y disidencias, este sábado 3 de diciembre se llevará a cabo una nueva edición del emblemático FEMFEST, en su edición aniversario número 18. Gratis, desde las 14 hrs en Centro Cultural Lo Prado.


Femfest celebra 18 años de existencia como el primer festival que visibilizó la presencia de mujeres y disidencias en el rock independiente local y cuya edición 2022 llega con un contundente line up compuesto por destacadas bandas y solistas pertenecientes a distintas zonas del país, poniendo el acento, también, en la descentralización, con nombres como Animales Exóticos Desamparados, provenientes de Concepción, Aurora Voraz de Valparaíso, Grava de Coquimbo, Diavol Strain, Horregias, Vaso de Leche, Dadalú, Araceli Cantora, Pope Joan, Manuela Libertad, y Pajarita Cantora de Santiago, exponentes que abarcan un amplio espectro de sonoridades y estilos musicales que van desde el dark wave, el indie rock, el punk, el hard rock, el folk, o la música experimental, entre otras.

 

 

VASO DE LECHE

VDL banda de rock noise de la Región Metropolitana la componen Carolina Ozaus Guitarra y voz, Lau Molina en bajo y coros, Rodrigo Maturana en Clarinete y Luis Valdebenito en batería, han desarrollado su trabajo desde el 2003 con tres discos editados; 2005 “Primero”, 2013 “Vaso de Leche” y 2018 “La Oscura Vida Radiante. Dos EP’s editados; 2006 “Dead Man” y 2010 “La Persistencia de la Memoria”. Banda que evidencia en sus composiciones una lírica antipoética agridulce anclada en la literatura chilena y el post punk.

ANIMALES EXÓTICOS DESAMPARADOS

Animales Exóticos Desamparados nace el 2009 en Concepción (Chile) como una propuesta artística dinámica, íntima y exploratoria que combina las inquietudes de sus integrantes a través de canciones que comuniquen sensibilidad, diversidad, transformación, magia y pasión. Su sonido ha evolucionado desde el post-punk oscuro, ruidoso y disonante hacia el post-rock instrumental. Integrada por Naiomi Ruiz (voz y bajo), Víctor Chavarría (batería), Vicente (guitarra) y Gabriela Rodríguez (guitarra y efectos). La formación se complementa de proyecciones audiovisuales (Daniel Castillo) y colaboraciones musicales. La propuesta musical busca ser interdisciplinaria, incorporando en sus registros y presentaciones en vivo elementos de la poesía, la danza y las artes audiovisuales. Con más de 10 años de activa trayectoria en el circuito musical independiente, la banda se ha presentado en escenarios nacionales e internacionales de gran renombre y convocatoria.

Algunos de ellos, son: REC (Rock en Conce), Festival Woodstaco, MUF, Día Nacional de la Música, Festival Internacional de Teatro Biobío, Celadores, Le RockFest, Furia Festival, Sofar Sounds, Laguna Mental, FemFest, Ladrido Fest, Destruye Buenos Aires, Festilagos, entre otros. La banda ha realizado giras nacionales e internacionales, proyectando nuevas por Europa y Latinoamérica.

DIAVOL STRAIN

Dúo Riot wave de la región de Valparaíso compuesto en el 2015 por Ignacia Strâin Guitarra (synth, bateria digital, coros) y Lau M (bajo, voz, synth y batería digital). Su sonido lo definen como una mezcla entre Dark Wave clásico de los 80 ‘s, el Post Punk y el Riot Grrrl. Hasta la fecha cuentan con dos trabajos de estudio publicados “Demonio” (EP 2016) co-producido por Jurel Sónico de HISS Records y “Todo el Caos Habita Aquí (LP 2018) co-producido por Marcelo Morales en estudio Almendral. El primero fue editado por BatCave Records (Polonia) en una versión exclusiva para Europa en formato CD; el último fue editado tanto como en CD por el sello Young&Cold Records (Augsburg Alemania) al cual actualmente pertenecen y en cassette a través del sello independiente “Replicantes Cintas” (Chile). Han realizado numerosos shows tanto en Chile como en países de latinoamérica, Europa y EEUU. A finales del 2019 estrenan el videoclip “Destino Destrucción” como single adelanto de su segundo LP “Elegía del Olvido/ Elegía del Horror”.

DADALÚ

Compositora e intérprete nacional de la Región Metropolitana, realizó estudios de composición en Jazz y música popular en Projazz. Ha desarrollado su trabajo musical desde el año 2003. en adelante, encontrándose trabajos musicales solistas como “Periodo”,”lo bajo ep”, “jevi ep”, “Tiempo Negro”; discos de trabajos recopilatorios como “Gato naranja” y “Perro amarillo”; y trabajos con su grupo Colectivo etéreo, “Antiguo” y “ijjjjniaaa”. Ha logrado reconocimiento nacional, siendo entrevistada en diversos medios de comunicación tales como radio La Clave, radio Súbela, El Ciudadano ,etc.además de ser invitada a festivales como “Ruidosa” y ” Femfest”. De la misma forma ha logrado ser reconocida internacionalmente, a través de la residencia “The Gonzervatory” a cargo del músico Chilly Gonzales, en la cual fue elegida entre múltiples músicos de todo el mundo, esta se desarrolló en París en donde además realizó una gira el año 2018. Actualmente acaba de lanzar su segundo disco larga duración “ El mapa de los días” , producto de singulares ejercicios de composición.

HORREGIAS

Horregias es una banda lesbiana punk rock pop camión del Cerro de Renca, Santiago, Chile. Las bandas de lesbianas se diferencian porque pueden estar compuestas por trescientas lesbianas y cantar sobre el amor romántico o porque politizan el lesbianismo y este termina siendo el eje central de toda la propuesta. Horridia Parra, Feocia Castor y Rorri hacen canciones en un castillo de camión príncipe con un estilo marcado por letras satíricas que ironiza con el discurso hegemónico hetero-patriarcal y lo desnudan en todas sus brutales aberraciones, expresándose desde su experiencia como identidades lésbicas para desmantelarlo y aportar a la construcción de nuevos discursos. Han desarrollado su trabajo desde el 2008 con 3 discos editados.

 


Bandas que se presentarán en en FemFest 2022:

1- Dadalú, Santiago Región Metropolitana
2- Araceli Cantora, Valparaíso Región Metropolitana
3- Diavol Strain, Ñuñoa Región Metropolitana
4- Vaso de Leche, Santiago Centro Región Metropolitana
5- Pope Joan, Santiago Región Metropolitana
6- Horregias, de Providencia Región Metropolitana
7- Aurora Voraz, Quilpué V Región Valparaíso
8- Grava, Peñuelas Región de Coquimbo
9- Animales Exóticos Desamparados, Concepción, Región Bío-bío
10- Manuela Libertad, Lo Prado, Región Metropolitana


Sábado 3 de diciembre, en el Centro Cultural de Lo Prado, ubicado en El Paseo de las Artes 880, a pasos del metro Lo Prado, línea 5.