EN PENUMBRAS: DELIRIUM MASK EN VIVO
El pasado 2 de febrero, el rock gótico de Delirium Mask protagonizó una nueva velada de música en vivo en el emblemático Bar de René.
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Formada en Santiago a mediados del 2018, por Nico BloodFace, Gonzalo Araña, Bastian Spumoni y Angie Súcubus Delirium Mask inscribe su propuesta en la liga del rock gótico, el death rock y el horror punk de finales de los 70s y 80s, con una imagen y puesta en escena donde dominan el imaginario del cine gótico.
Desde entonces, la banda ha ido marcando presencia en el circuito underground como uno de las apuestas más crudas y electrificantes del circuito de música oscura cuya performance es liderada por su vocalista Angie, de estilo vocal y atuendos heredados por referentas como la inconfundible Patricia Morrison de Sisters of Mercy.
La banda estrenó en febrero del 2020 el álbum «Entes», editado en formato de casette, un trabajo compuesto ocho por pistas, entre las que se destaca «Midori», canción basada en «Midori, la niña de las camelias», de Suehiro Maruo, relato trágico cuya protagonista, una niña desamparada, sufre una serie de sucesos dramáticos, quedando huérfana a los 12 años y recibiendo invitación de un hombre desconocido, que al verla llorar por las calles la socorre para luego conducirla a un destino de sufrimiento». Con esta idea central, la banda recrea en su música, lírica y video, la tragedia de una historia milenaria de maltrato y abuso. El video para Midori, fue estrenado en septiembre de 2021.
Delirium Mask se presentó en vivo este miércoles 2 de febrero junto a Oh! quienes regresaron a las pistas tras años de pausa.
OH debutó en 2015 en el Bar de René, con una formación que también reunía a integrantes de proyectos como La Falla, Dosis Dionisios y Terapia. En los meses siguientes dieron a conocer sus primeras grabaciones a través de internet, mientras se presentaban en locales de Santiago, Valparaíso, Talca, Linares, Concepción y Osorno. A fines de esa temporada editaron su primer disco homónimo, con ocho canciones que podían extenderse por casi nueve minutos y transitaban entre el rock, la sicodelia y la experimentación eléctrica y ruidosa.