MUDHONEY : UNA TÍPICA Y RUIDOSA BANDA DE SEATTLE

MUDHONEY : UNA TÍPICA Y RUIDOSA BANDA DE SEATTLE

Justo cuando se cumplen once años desde la última vez que Mudhoney se presentó en Santiago, una de las bandas fundacionales del sonido de Seattle, llega nuevamente para tocar en esta ciudad, el próximo 28 de marzo en Teatro Coliseo, con su último álbum de estudio Plastic Eternity bajo el brazo, trabajo que los llevó de vuelta a su discográfica madre Sub Pop, cargando, con razón, el epíteto de ser los grandes sobrevevientes de la avalancha del llamado grunge, pero ante todo, siendo los eternos y vigentes precursores del ruido y la distorsión que emergieron de ese lugar.

Por Rossana Montalbán


Si el término grunge fuese realmente un género musical, entonces ese género ha sido personificado por Mudhoney, la leyenda semioculta de Seattle que, lejos de haber sucumbido a la locura del célebre fenómeno musical y comercial que prácticamente destruyó su escena y mandó por el tubo de la masividad a sus principales bandas, no ha parado de existir, de tocar y de ser quienes son; una típica y ruidosa banda de Seattle.

La banda formada de las cenizas de Green River en 1988, marcó el inicio de un sonido sucio y distorsionado que sirvió como referencia vital para toda una movida musical, inspirando directamente a la generación de oro; la más evidente de ellas; Nirvana, declarados admiradores y emuladores de la banda integrada por Mark Arm, Dan Peters, Steve Turner y Guy Maddison, quienes junto a Tad, y Skin Yard, en calidad de pioneros inadvertidos, establecieron en gran medida los principales rasgos de una nueva generación de rock no comercial basado principalmente en el garage, el punk, el hardcore, las raíces del blues, junto a la crudeza, la pesadez y la distorsión como valores supremos al momento de tocar.

El primer gran indicio de aquello fue la publicación de su EP Superfuzz Bigmuff de 1988, producido por Jack Endino, un álbum que remarcó desde su título hasta su estruendoso cocktail de riffs y distorsiones llenos de fuzz, la esencia de ese sonido hecho en base al uso enfático de pedales para conseguir un particular y ruidoso rock, duro, grueso y descontracturado, conviertiéndose, hasta el día de hoy, en una pieza fundacional del sonido de esa ciudad. Una cuestión de sonido que continuó, en calidad ya de banda seminal, con su primer larga duración, el homónimo Mudhoney de 1989, el primero de una larga vida junto a Sub Pop Records, siendo uno de sus más reconocibles emblemas, tanto que, en 2013 la banda protagonizó un incónico recital en la cima del Space Needle para celebrar los 25 años del sello. Una postal inolvidable.

Más allá de la inexactitud de la etiqueta estilística, el calificativo de pioneros y fundadores del llamado grunge, creció aún más con la publicación de Every Good Boy Deserves Fudge, en el año de la gran explosión, 1991, alabado por su pesadez y acentuado garage de alcantarilla, pero sobre todo, por ser la antítesis de lo que ya empezaba a ocurrir musicalmente con las bandas agrupadas bajo el famoso término. El segundo larga duración de Mudhoney, que en 2021 celebró tres décadas con una edición de lujo, terminó por consignarlos como una banda que poco y nada iba a transar su rotunda afición hacia el rock en estado puro, muy lejos de llegar a convertirse en una banda radial.

Señores del ruido y sobrevivientes del grunge, Mudhoney publicó en 2023 su undécimo álbum de estudio titulado Plastic Eternity, con su madre discográfica Sub Pop como en los primeros viejos tiempos, un disco que ha sido descrito como «Un excelente tratado de riffs, ironía, estridencia», y los ha mentenido girando por Estados Unidos y Europa durante todo 2024, y en 2025 los hace retornar a Lationamérica, y por tercera vez a Chile, después de haber llegado en noviembre de 2005 abriendo el multitudinario primer recital de Pearl Jam. Y luego en 2014, como acto central junto a sus invitados Metz y los locales Guiso, en una irrepetible velada que, además de recital, fue un encuentro con los fundadores de Sub Pop, en La Cúpula del Parque O´higgins.

La vida de Mudhoney ha sido estrictamente musical, a menudo mencionada y citada en medio del auge noventero de su ciudad y su escena, la banda mantuvo su particular estatus, entre la reticencia y la invisibilización, quizás eclipsados, pero nunca olvidados. Sobrevivieron a todo, a sus propias debacles de excesos, como todos en esos años, pero vivieron para contarlo porque nunca gozaron de esa arrolladora, fugaz y casi siempre destructiva fama extractivista del maisntream musical. Ayer los primeros, y hoy los últimos, los últimos actores en escena, de esa primera generación que desató la fiebre musical de su ciudad.

Este 2025 se cumplen once años desde esa última visita recibiendo la confirmación de su regreso para el 28 de marzo en Teatro Coliseo, como parte del tramo latinoamericano mostrando su último álbum de estudio. Una gira que ha dejado el nombre de Mudhoney en lo alto de su propia historia como los originarios del ruido y la crudeza de la lluviosa y gris Seattle.


Las entradas se encuentran a la venta en Puntoticket, con los siguientes valores:

$40.250 Cancha
$46.000 Platea baja
$34.500 Silla de ruedas
$34.500 Acompañante silla de ruedas

Spread the love

cronicasonora2

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *