HIELO NEGRO / YAJAIRA : LA QUÍMICA PERFECTA EXISTE

HIELO NEGRO / YAJAIRA : LA QUÍMICA PERFECTA EXISTE

Hielo Negro y Yajaira se reencuentran en un mismo escenario, de tanto en tanto, casi como un ritual para recrear parte de la conjunción musical plasmada en su álbum split, publicado originalmente en 2002. Una recordada colaboración que capturó a dos bandas hermanadas por una larga tradición de riffs y sonido a tubo. Reeditado a través del tiempo, en dos ocasiones, primero en 2008 por Proyecto Sepulcro, y recientemente en 2023 una visionada edición en vinilo estuvo cargo de Eatmyrecords y Red House, y puso al mítico álbum en circulación nuevamente. La dupla se presenta en vivo este viernes 6 de diciembre para esparcir, una vez más, la magia de la química perfecta del rock local.

Por Rossana Montalbán

Foto banda : Aldo Benincasa


Quizá sea uno de los primeros momentos que contribuyeron a concebir la idea de una posible escena de rock pesado en el más profundo y genuino underground local. Uno de varios para ese entonces, en los inicios el nuevo siglo, y cuyo precedente se venía forjando desde mitad de los noventa.

Terminando la segunda mitad de los años noventa, el underground local se reformulaba a sí mismo, tras una evidente ramificación donde ya no eran sólo el metal, ni sólo el punk las escenas de mayor relevancia y fluidez. Para esos años el hardcore, el rock alternativo, la música experimental, y otras escuelas estilísticas de rock habían surgido con proyectos de diversa longevidad y estabilidad. El recambio se asomaba, y muchas bandas estandartes y relativamente consagradas dentro la aún joven escena noventera, se replegaban para volver a sus orígenes o simplemente para disolverse, dejando espacio para que el pasto brotara nuevamente.

De forma inadvertida de las cenizas de Supersordo, Jusolis y con una parte de Pánico, nació en 1995 Yajaira, emanando una rara y poderosa mezcla de rock denso, lisérgico y muy pesado. Dos años más tarde, Hielo Negro comenzó a inaugurar una nueva escena underground desde el extremo austral del país, en su natal Punta Arenas. Con el tiempo, el camino encontró a Hielo Negro situados en Santiago tocando en el circuito de antros, exhibiendo un sonido crudo y de clara esencia hardrockera de vieja escuela que, no sólo referenciaba a Black Sabbath o Motorhead, sino también a Tumulto y Arena Movediza.

Fue cuestión de tiempo para que ambas bandas se encontraran la una a la otra, cuando Yajaira ya comenzaba a ser ubicada por los perseguidores del viejo sonido, en un boca a boca permanente propio de la época y del descubrimiento musical en el que ya circulaba su debut homónimo editado en 1998 por Toxic Records en casete. Mientras que Hielo Negro tocaba y tocaba, entre los preparativos de su primer trabajo llamado Demonio Parlante, editado finalmente en 2001.

La cofradía entre las dos agrupaciones surgíó de forma natural en una soledad que en esos días era evidente y las convertía, sin pretensión alguna, en dos de las primeras bandas en cultivar el rock pesado de viejo cuño en el condado, y por consiguiente, la tónica fue unirse en cada fecha en vivo que pudieran, volviéndose un cartel habitual por esos años junto a bandas de la Corporación Fonográfica Autonóma, o a Devil Presley, y más adelante Tabernarios.

El disco split Hielo Negro – Yajaira, editado por primera vez en 2002, gracias al ingenio e impulso de Pilsoca Records, en ese entonces proyecto editorial under de Andrés Padilla, antiguo prócer del metal y fundador de Grinder Magazine, echó a andar la bolita apoyando un disco que reunía a dos respetadas bandas, cada una con su propio registro en vivo. Hielo Negro tocando en el estudio de la CFA y Yajaira en vivo en el espacio radial Raras Tocatas Nuevas que transmitía Rock & Pop.

Foto por Aldo Benincasa

Ambas grabaciones capturaron tanto el sonido crudo, pesado e intenso de ambas bandas como también su enérgica e incendiaria forma de tocar en vivo, entregando una muestra muy cercana a la experiencia de asistir a sus presentaciones, lo que hizo de este álbum split un trabajo de culto que inmortalizó la química existente entre estos músicos cada vez que protagonizaban una tocata conjunta. Y así ocurre, por ejemplo, cuando Yajaira toca junto a Marcelo Palma de Hielo Negro, una encendida versión de Salamandra, original de los patagónicos, algo que también se oye y se siente en Indecisión, pertenciente al disco de estudio de Yajaira, La ira de dios, trabajado en ese mismo periodo con Christian Mcdonald, antiguo baterista de Hielo Negro.

Tras años descontinuado, fue en 2008 cuando Proyecto Sepulcro, iniciativa del ilustrador y diseñador Enzo Toledo conocido por su trabajo con distintas bandas, dio vida a la primera reedición del álbum que nuevamente despareció de circulación, dejando colgado por años a toda una nueva camada de seguidores que se congregó a partir de la segunda década de los dosmil. Y no fue hasta hace un año, que una visionada edición en formato vinilo se materializó con el entusiasmo y jugada de Eat My Records y Red House, dando vida a una cuidada reedición que refrescó el arte del disco.

Veintidós años pasaron desde que esta hermandad musical surgió espontáneamente, casi por obra del destino y del rock, y con la ayuda de algunos buenos colaboradores. Cada banda siguió su propio camino en la escena del underground local de manera casi ininterrumpida, «atravesando el tiempo» como canta Hielo Negro, llegando a ser referentes e influencia para una pequeña escena que también ha crecido y evolucionado en sus propios términos. Por ahora, la noche de este viernes 6 de diciembre, nuevamente, después de algún tiempo, podremos escuchar y sentir la química perfecta del rock pesado local.


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