ELECTROZOMBIES: UNA BESTIA EN DESCOMPOSICIÓN

ELECTROZOMBIES: UNA BESTIA EN DESCOMPOSICIÓN

 

Ancestral Terror se llama la reciente entrega del señero trío de doom crust metal Electrozombies. Sexto LP editado en formato vinilo por Eat My Records, y en Alemania por Darkness Shall Rise. Nueve tracks con claros antecedentes y claras direcciones, donde el doom, el crust, el proto death y el proto black, terminan por establecer una apabullante y violenta música, tan apabullante y violenta como una bestia en estado de descomposición. Conversamos con la banda sobre su nuevo álbum.

Por Rossana Montalbán

Fotos : Cubo Cubillos/ Diego Urbina / Crónica Sonora/ Archivo banda


Puede que uno de los primeros rasgos que salten a la vista y, más bien al oído, al repasar el trayecto de la banda compuesta por Miguel Montenegro en guitarra y voz, Marcela Zamorano en bajo, y Paola Zamorano en batería, sea la absoluta negación a encasillarse en una sola forma de metal extremo, aún cuando sus referencias  a determinadas variantes están perfectamente delineadas, su movilidad y su variación ha sido permanentemente, siendo expuesta desde su primer LP homónimo de 2005 (CFA), con el cual la banda introdujo la cepa más espesa y mortuoria del doom metal primitivo y esencial de primera generación, hasta ese momento no cultivado con ese interés en estos parajes, para luego, hacer el giro hacia los terrenos del sludge y, rápidamente a toda una tradición/anti tradición – desde luego – de crust punk y metal, desplazamientos que mostraron las escuelas musicales de la banda.

Ese imperativo de ruido extremo, pesado y, ante todo, insurrecto en términos musicales, ha estado presente en cada una de las etapas de la banda desde hace veinte años. Precisamente, Ancestral Terror continúa ejerciendo ese cambio de rumbo y, en muchas formas, viene a certificar la transgresión de no someterse a lo esperado, ni a lo consiguiente, esta vez, a través de ocho tracks que emanan una sucia y brutal alabanza a los antepasados de su sonido, a los orígenes del metal extremo, y a toda una generación que fue capaz de ensamblar las vísceras y la calle del punk para unirlo al grado más excesivo y violento del heavy metal, dejando nacer una nueva forma de metal para ése entonces inexistente e inclasificable. Así lo consigna la banda cuando habla sobre el nuevo engendro:

Miguel: Musicalmente hablando, tratamos de regresar a nuestra conexión con la primera generación de metal extremo, la primera oleada a comienzos de los ochenta que es lo que particularmente más nos influyó a nosotros desde siempre.

Marcela: Estábamos perdiendo un poco nuestra escuela, por decirlo así, y quisimos recoger y recuperar nuestras influencias, los sonidos, las películas, todo lo que nos acompañó en nuestros inicios en la música. Fue un reconectar.

Quizás una forma de captar el adn de Ancestral Terror sea usar el término «old school», entendido como ese regreso a las raíces de un sonido primal y bastardo, hijo de todo y de nada, que al fin y al cabo, resulta ser la banda sonora de todas las formas de putrefacción de la humanidad. Pero cómo fue naciendo un disco de tales rasgos sonoros en el que se sintetiza una escuela formativa para el devenir extremo de generaciones de música pesada, oscura y trangresora.

Cuatro a seis años de acontecimientos trascendentales fueron el caldo de cultivo perfecto-imperfecto para Ancestral Terror, sexto LP del señero trío. Periodo transcurrido entre 2019 y 2023, en que el mundo entero, al igual que la banda, experimentaron reveses y vuelcos impensados. Tiempo antes de que eso ocurriera, la banda regresó de su último paso por Europa, editó un disco, y al cabo de unos meses se encontró tocando la misma noche en que se desató la inesperada revuelta social del 18 de octubre, abriendo paso a desinhibición de la violencia de Estado, al toque de queda, a la muerte, y a una nueva generación de presos políticos. Todo eso seguido de una pandemia de dimensiones distópicas.

Paola: El día del estallido estábamos tocando aquí en MiBar, no sabíamos realmente la fuerza de lo que pasaba hasta que nuestro sonidista no pudo llegar, y cuando la gente en la tocata comenzó a gritar contra Piñera. Luego vino la pandemia, separarnos de nuestra familia, no poder vernos. Fue un rollo muy emocional. No podía ver a Marcela, a mi familia, o para verlos a ellos tenía que separarme de Miguel. Fue súper duro porque siempre hemos vivido juntos, por años, y fue incómodo, al menos para mí. Y en eso también empezamos a ocuparnos de otras cosas como arreglar nuestra sala de ensayo en Quinta Normal, que fue otro trabajo.

Años de vértigo y caos, quizás el mismo caos de siempre pero esta vez en total evidencia. Años abrumadoramente veloces y años desquiciadamente detenidos, una alteración del tiempo y del espacio que abrió pasó a otras formas de trabajo. En rigor, Ancestral Terror fue grabado dos años atrás, para luego ser trabajado durante dos años más hasta salir de su cueva el año pasado. 

Paola: Nuestra música siempre fue muy automática, muy visceral. Salía de la sala de ensayo al disco. La creábamos y la grabábamos. Y ésta vez fue distinto, decidimos darle más tiempo, ver qué pasaba. Fue mucho más pensado y pausado. Repasamos varias veces cada tema y luego recién comenzábamos a crear otro, y cuando tuvimos algo completo, ahí recién nos pusimos a pensar en agregar pistas de audio que se escuchan ahí y que aportan otras cosas. Por ejemplo, algo de la película Taxi Driver, o el sonido de la evacuación de la explosión nuclear en Chernobyl. Y así empezamos a buscar, a jugar, nunca nos habíamos dado el tiempo para hacer eso, siempre estábamos tocando, sacando un disco tras otro, y esta vez quisimos que fuera distinto

La performance sonora es extrema y apabullante desde el primer segundo, al iniciarse lo que parece ser el extracto de alguna película demoníaca, acto que sirve para darle la entrada a la bestia que ruge en; Invocation of Doom y Hellhounds, casi ocho minutos que se inician con tambores que retumban, una y otra vez, marcando la llegada del riff de bajo y de guitarra, duro, reventado y enlentecido como una especie de antesala y advertencia a las llamaradas infernales que acompañarán la llegada de este sabhueso del infierno, en la mejor y más genuina herencia de Venom, Hellhammer o Bathory, para luego entrar en el ritmo apurado e insistente de Night Corruption, marcado por sus quiebres y cambios de ritmo hacia un podrido doom death, y la suciedad de un distorsionado y estridente solo de guitarra sobre el cual reaparece el oscuro grito gutural de Montenegro para regresar al down tempo. La bestia invocada en esos primeros segundos, está suelta.                       

Miguel: están muy presentes las bandas brasileñas de los ochenta como Sarcófago, Mutilator, la primera época de Sepultura, todo ese sonido más cercano al sonido del Black Metal hecho por gente que apenas sabía tocar, y por eso su música era ante todo una catarsis brutal de energía, y a eso quisimos acercarnos, también recuperar el toque sudamericano, ese sonido sudamericano primitivo y cavernícola de bandas underground de escenas como Bello Horizonte, que es una escena que tuve el privilegio de conocer y que también está presente en las letras, mezclado con lo explícito, lo metafórico, lo satánico, lo apocalíptico, y está entregado a la libre interpretación.

Esas influencias se manifiestan con claridad en el lado b del álbum, comenzando por The Last Warriors, video single del disco,- Mestizo, único track en español, y The Architects Of Fear, una tripleta en la que emanan las pulsaciones brutales, furiosas del metal extremo con espíritu contestatario y anti colonial.

Los tres músicos sacan lustre a sus herramientas, como la guturalidad vocal de Miguel Montenegro, aterradora, desquiciada y versátil, manejando perfectamente los matices del estilo en cada momento. A su vez que la performance de Paola en una batería detonadora va de lo cuasi tribal a lo pesadamente acelerado, mientras que Marcela lleva el fuzz del bajo a su punto más tenso y sombrío. A ello se suman los solos de guitarra ejecutados por el sonidista histórico de la banda Jorge Recabarren, considerado el cuarto Electrozombie, y un trabajo en estudio y de post producción con mayores elementos y mejores decisiones técnicas, terminaron por contribuir a lograr el sonido de la blasfemia y del descontento que el trío ha moldeado a lo largo de su discografía.

Miguel: Primera vez que trabajamos en un estudio profesional, Estudio Lautaro con Pablo Guiadach, y en mezcla con Ness Rodríguez de Bym Records. Siempre habíamos grabado en nuestra sala de ensayo. Salimos de ahí a un estudio que nos permitió grabar tocando en vivo, disponer los equipos como en una tocata y sacar los temas. Eso le dio la crudeza y la fuerza que queríamos lograr.

Paola: Hicimos muchas cosas, nos pusimos varias metas, fuimos introduciendo ritmos, variaciones, aceleraciones, momentos muy pesados y experimentamos. Esta vez dijimos hagamos todo lo que nos gusta, lo que nos entretiene, todo lo sonoro, lo audiovisual, hagamos algo que no hayamos hecho. Aunque tiene algo de todo los discos es más cercano a Darkness is Rebellion y es hasta ahora el mejor de nuestros discos y el más elaborado.  

Publicado en formato digital en diciembre de 2023, la edición en vinilo de Ancestral Terror circula desde hace ya algunas semanas (septiembre 2024) lanzado oficialmente en una jornada de feria y firmas, bajo la iniciativa de Eat My Records, quienes otorgaron especial atención a fabricar el disco en tres cuidadas ediciones; en color negro, transparente y humo, incluyendo inserto y el fanzine con ilustraciones del músico y tatuador Héctor Piri Latapiat donde se documentan los principales tópicos y momentos del disco. Mientras que el arte escogido por los miembros de la banda y su colaborador, el artista visual Swen Hauser, también involucrado en la portada del antecesor Darkness is Rebellion de 2019, continúa el relato visual de una jauría de lobos, Les Lupins de 1858, original del pintor francés Maurice Sand, ilustración que evoca los tiempos pretéritos del hombre y las criaturas, todo en estrecha relación con el sabueso del infierno (Hellhound) que la banda utiliza para jugar con la atmósfera, el sonido y sus propias fijaciones.

Miguel: Para nosotros el formato físico, el vinilo, es el formato ideal para el sonido de Electrozombies, creo yo, porque mantiene el sonido orgánico que es el sonido de la descomposición orgánica que expresa nuestra música.

Marcela: Por ejemplo, el disco tiene esta idea del terror ancestral a partir de una película de culto que los tres habíamos visto por separado, antes de conocernos, y de la cual nos reíamos. Eso de alguna forma tiene que ver con nuestros recuerdos

Paola: Si, es una película muy mala que nos daba risa por lo mala, y que trataba sobre una invocación satánica con un perro. Y si escuchas eso en el disco sin conocer o haber visto la película no entiendes nada si es de verdad o qué.

Miguel: En ese sentido, para nosotros también es importante más allá de que es música oscura, densa y apocalíptica, el sentido humor, no perder esa pizca de humor. Por ejemplo, la introducción del álbum es una posesión demoniaca de una película de bajo presupuesto, una película clase b, que no es para tomárselo en serio, es una especie de humorada, algo divertido que permite no perder la liviandad, porque hacer música también es eso, si bien es una expresión muy importante para nosotros, también es algo que nos divierte, algo en lo que no hay que perder el sentido del humor.

Marcela: No creemos en la seriedad excesiva.

La película a la que se refieren Marcela, Paola y Miguel es El mástil infernal de 1959, filme que en toda su ficción, como suele hacerlo el género del horror/terror, representa y exacerba los temores humanos, psicológicos y sociales, todo eso en el marco de una serie de pobrezas cinematográficas y narrativas que la hacen de culto, y también la convierten en una mala parodia, algo a lo que apela la banda en esta pasada para referirse al intrínseco miedo humano a lo desconocido, el miedo al otro y, al miedo como control social:

Paola: Ancestral Terror se trata de eso un poco, de tomar ese miedo fantasioso, y el miedo de la realidad, como el miedo a un desastre nuclear, o al ataque de un asesino… y a tantas otras cosas. La pandemia fue un miedo colectivo y el estallido también generó un miedo colectivo. La pandemia por ejemplo fue el miedo a un bicho que estaba en el aire pero nadie podía ver. Nos marcó a todas las personas de distintas formas, es imposible que no lo hiciera.

Marcela: sí, tienes que ser muy impenetrable o indiferente para que algo como el estallido o la pandemia no te afectara de alguna forma o para no reconocer eso, porque fueron dos sucesos donde el miedo estuvo presente.

Miguel: Se trata de ese miedo histórico y prehistórico desde los tiempos del hombre primitivo, el hombre que le temía a la oscuridad, a los animales salvajes, a la naturaleza. Es el miedo ancestral que viene de los orígenes del ser humano, y que sigue presente.

Llevando sus fijaciones sonoras y estéticas cargadas de descontento, blasfemia y abismo a su expresión más pura y aturdidora, el momento cúlmine del álbum llega con The Outside Is A Fake Ghost, instante para regresar a la gran pregunta que de alguna forma plantea la banda ¿A qué le tememos realmente? El track comienza con la oscuridad y el suspenso de una intro lenta que da paso al vertiginoso cambio de velocidad, de extremo a extremo, la furia, el rugido bestial de la voz, y en medio, los diálogos del tiroteo desatado por un psicótico Travis Bickle en Taxi Driver. La bestia ahora es humana, y está en descomposición, así lo sentencia Electrozombies en Ancestral Terror


Puedes conseguir tu copia en : electrozombies@gmail.com

 

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