PASO A PASO, RIFF A RIFF : DIXIE GOAT CELEBRA UNA DÉCADA DE MÚSICA PESADA
Dixie Goat pertenece a una de las últimas camadas del rock pesado surgido en el under local. Formados oficialmente en 2012, la banda hoy cumple una década, trayecto en el que han logrado ser fichados por el sello italiano Electric Valley Records, rankear en los charts especializados y contar con la participación de Jack Endino a cargo de la masterización de su último disco There’s no light without darkness. El trío celebra su primer aniversario este sábado 6 de agosto en MiBar junto a Wild Parade.
Todo comenzó a finales del 2011 cuando la idea de formar nuevamente una banda, tras años lejos de tocar, rondaba insistentemente la cabeza de Nicolás Orcaistegui, guitarrista y cantante, cuyas primeras experiencias se remontaban a los noventa con la banda Mary Jane´s Lips. Poco a poco, la idea fue adquiriendo el impulso definitivo para convertirlo en un hecho constante y, sobre todo, sonante. Así comenzó a tomar forma lo que más tarde se convirtió en Dixie Goat, nombre inspirado en las referencias musicales de bandas como Black Sabbath y Lynyrd Skynyrd.
Inicialmente conformada por Orcaistegui junto a Sebastián Martínez en batería y Javiera Guzmán en bajo, la primera versión del trío se completó de forma fluida y sincronizada entre tres viejos amigos que nuevamente se encontraban en el lugar y el momento indicado para dar vida al proyecto que los devolvería a esa irresistible cruzada de hacer música. “ Todo se dio producto de un vacío existencia que comencé a sentir luego de años sin tocar en una banda, hasta que me dije «Algo tengo que hacer». Me puse en campaña y contacté a Sebastián con quien ya había tocado en Mary Jane´s Lips, y al momento de buscar bajista, pensamos en Javiera, quien había formado parte de una muy buena banda llamada Wendigo, a finales de los noventa, y con la cual también habíamos compartido escenario en esos días. Hablamos con ella y aceptó. Fue una buena etapa inicial donde nos pusimos a ensayar cada sábado y donde empezamos a preparar los temas que fueron parte de Black Sun Child. Ensayamos sin parar durante un año hasta que empezamos a tocar en 2012”, relata Nico Orcaistegui.
Los primeros años de Dixie Goat como naciente trío de hard rock de escuela sabática, resultaron alentadores como parte de una antigua escena de rock underground que continuaba renovándose y creciendo con nuevos nombres y más profesionalismo, donde las bandas de bagaje a cuestas como Hielo Negro, Devil Presley o posteriores como Icarus Gasoline, les echaron una mano para compartir fechas y mostrarse ante la audiencia adecuada a su propuesta “Las primeras dificultades fueron los tiempos de cada uno porque todos trabajábamos a tiempo completo y solo podíamos ensayar los sábados, aún así nos hicimos y ensayábamos todo el día sacando canciones, y las tocatas primeras generalmente solo eran días de la semana en que después de salir del trabajo teníamos que ir a tocar días jueves miércoles o martes muchas veces en locales que no cumplían los requisitos necesarios para hacer un show pero en realidad igual lo hacíamos porque necesitábamos tocar, mostrar lo que estábamos haciendo y darnos a conocer. Por supuesto también ayudaron mucho que bandas amigas como Hielo Negro, Icarus, Devil presley y un montón de bandas más nos invitaran a tocar, considerando que eran bandas que ya llevaban años tocando y eso nos ayudaba a que mucha más gente nos conociera y les llegara nuestra propuesta”.
Para 2015 la banda se reformuló tras el alejamiento de su bajista Javiera Guzmán embarazada de su primer hijo, para luego aceptar la partida de su baterista Sebastián Martínez por temas de salud. Tras varios reajustes y cambalaches, la formación se reconfiguró con Juan Pablo Cañoles en batería y Alexis Marín en bajo junto a Orcastegui dando inicio al Dixie Goat 2.0 y con ello, a la etapa que vio nacer su primer larga duración Black Sun Child, un disco debut que tras comenzar a circular en la red a través de la reconocida plataforma Bandcamp, un 31 de octubre del 2015, rápidamente comenzó a generar interés entre los usuarios del sitio y los seguidores del heavy rock sabático y del stoner doom global. Black Sun Child, cuyo arte es una cita a la carátula del tercer disco de Black Sabbath Masters of reality, logra armar una demoledora unión entre los elementos más distintivos del hard rock de los noventas y las inconfundibles raíces setenteras donde los riffs densos y aceitosos se terminan sumergiendo en una gruesa masa de fuzz.
Con un primer disco bajo el brazo y un sonido que comenzó a distinguirlos en el circuito, la banda se dedicó a tocar en vivo y a difundir su música, afiatando lazos y proyectándose para nuevos registros como Even Demons Have Demons de 2016, el disco split de 2017 con la banda Huérfanos Salvajes, y el EP What’s Going On de 2019. Pero seis contundentes y acontecidos años han pasado desde que la banda dio a conocer aquel primer LP a través de internet, iniciando un viaje lleno de pequeños hitos y oportunidades que no hubieran sido posibles de no existir la libre tecnología y las herramientas digitales del presente, ante eso, la reflexión y experiencia de Orcaistegui es entusiasta y satisfactoria “Hasta hace unos veinte e incluso quince para hacerse conocido había que sonar en la radio, tener un sello, y esperar que apareciera el hombre del maletín que viniera y te hiciera famoso, no tenias chance de lograr cosas, hoy gracias a la tecnología y a las redes sociales, se puede. Desde que subimos el disco a Bandcamp, sí o sí la plataforma de streaming y venta más útil y efectiva, diría yo, en todo sentido, más que Spotify y otras, sin sospecharlo y sin saber cómo funcionaba exactamente la plataforma se nos abrieron las puertas de ser escuchados y descubiertos por usuarios en todo el mundo, de ser comentados, y que se hablara de nuestra música. Sin ir más lejos aparecemos en un libro publicado en Francia el año pasado”, nos cuenta Nico.
Si su primer disco los colocó en el activo mapa del subgénero musical a través de reseñas en sitios webs especializados y en los oídos de miles de seguidores del rock pesado, su segundo larga duración There’s no light without darkness, con su batero original de regreso, estrenado en la plataforma en plena pandemia 2020, aumentó la resonancia adquiriendo una significativa llegada entre sellos y distribuidoras de doom rock internacionales interesadas en editar el disco de forma física y en cuidadas ediciones, hoy por hoy, una de las prácticas que priman y consolidan al under global. Pero antes de la buena acogida lograda, el disco ya contaba con su valor en sí mismo, destacando por su sonido analógico de cinta registrado en los estudios de BYM Records por Nes Rodríguez, y masterizado por el insigne Jack Endino, toda una jugada en términos del mastering “Comenzamos a trabajar en el disco antes de la pandemia, invirtiendo más en la grabación para grabar en cinta, en un buen estudio como el de BYM Records, con Ness donde sabíamos que podía sonar bien como los discos de Vorágine y The Polvos que nos habían gustado mucho cómo sonaban particularmente. También aprovechamos de hablar con Ness para poder contactar a Jack Endino que ya había trabajado con ellos y que para mi gusto, es un prócer de la música no solo de Seattle sino mundial, que grabó discos favoritos con Nirvana, Soundgarden, Mudhoney y Screaming Trees, por nombrar algunos, y eso era muy alucinante y gratificante. Sabíamos que Ness no masterizaba y quisimos ver si Endino se animaba, y accedió de inmediato. Lo hizo en un par de días, nos envió dos versiones y nos quedamos con una. Fue maravilloso! Todo eso ayudó a que le fuera bien al disco, salimos en el tercer puesto de doom chart entre un montón de bandas, y así se abrieron las puertas a que hubiera interesados en editarnos porque la verdad no teníamos pensado hacerlo sino que de manera digital porque ya habíamos invertido en la grabación”, señala el guitarrista.
Tras la circulación digital de There’s no light without darkness la nueva música de Dixie Goat llegó a los oídos del tejano Paul Huff y su distro The Cosmic Peddler quien fue el puente para conectarlos con el sello italiano Electric Valley Records, fichando a la banda con un contrato exclusivo por tres años para editar en vinilo el nuevo disco, convirtiéndolos en la primera y única banda chilena editada por el sello que viene tomándole el pulso al circuito mundial desde 2014. Desde entonces la puerta se ha mantenido abierta, y luego de Electric Valley, vino Olde Magick de Estados Unidos y la Ruidoteka de Buenos Aires Argentina para las ediciones en cassette de ambos álbumes, y otros reconocimientos como la mencionada aparición en el libro francés The Stoner Anthology con más de cuatro mil bandas del género.
Calificado como un disco que perfecciona la propuesta sonora basada en riffs gruesos bien colocados en un cuadro de rock pesado hecho con certero groove, y escogido entre los destacados de la temporada, oficialmente lanzado en vivo en noviembre de 2021 There´s no light without darkness, de alguna forma sella la primera y floreciente década del trío que ha sido parte de un circuito musical que no ha dejado de crecer y renovarse constantemente, lejos de agotarse y sin encasillarse “A ninguno nos gustan mucho las etiquetas pero sabemos que son necesarias para poder explicar como suena la banda. Tampoco me molesta pero prefiero hablar de hard rock es más amplio. Por otra parte creo el rock under va bien hace mucho tiempo, lleva gente, hay interesados en las bandas chilenas y hay muchas bandas ya en 2012 cuando empezamos eran muchas y ahora hay cada vez más profesionales, trabajando seriamente. Hay un ímpetu en hacer buenas grabaciones, en tratar de sonar bien y hacer buenas presentaciones, y eso me pone muy feliz”, afirma.
Actualmente con nuevo baterista, y encaminados a paso firme hacia su próximo material, no sin antes detenerse y mirar en retrospectiva estos diez vertiginosos años en que el ferviente deseo de hacer música se hizo una realidad y en que ese sueño del alma como lo llama Orcaistegui se hizo sonido “El balance es bueno, aunque la verdad podríamos haber hecho más discos en diez años, uno cada dos años idealmente, pero se hace lo que se puede, y estamos bien contentos con eso, dos lps, dos eps, un split. Ahora estamos trabajando en lo nuevo, que esperamos tenerlo listo a fin de año y ojalá se puedan dar las mismas oportunidad que con los otros discos. Nos gustaría salir a tocar a otras regiones, y si se dan las cosas salir de gira por el continente a países como Argentina o Brasil. Nos gustaría dar el salto”, cierra Nico Orcaistegui, fundador, cantante y guitarrista de Dixie Goat.